Lo que viene en el agro Clarín Rural dialogó con importantes referentes de distintos sectores de la agricultura argentina, quienes respondieron tres preguntas comunes sobre lo que viene para cada área. Un informe a fondo.  

La soja ha sido el motor del crecimiento, pero las políticas públicas traban el deseo de los productores de diversificar cultivos. La soja ha sido el motor del crecimiento, pero las políticas públicas traban el deseo de los productores de diversificar cultivos. 

 1.¿Cómo está hoy, en cuanto a sustentabilidad, el sector agrícola en el país?.

2.¿Qué desafíos tienen por delante las empresas proveedoras de tecnología?.

3.¿Puede la agricultura argentina dar un nuevo salto de producción? ¿Cuándo se concretaría?. 

Ricardo Hara Presidente de Ishihara y ex titular de ACTA

1 – La situación sería como un vaso medio lleno, ya que hay mucha tarea realizada, pero es cierto que aun hay que comunicar mejor, sobre todo en los núcleos urbanos, sobre los riesgos reales de la producción agropecuaria y, también, sobre la realidad de la producción. Está claro que la adopción masiva de buenas prácticas agrícolas será la llave de una agricultura competitiva y sustentable.

2 – Hay desafíos puertas adentro y desafíos puertas afuera. En el primer caso, hay que seguir generando agroquímicos de menor impacto ambiental, más específicos y más seguros para las personas que los manipulan. Y, puertas afuera, es necesario abordar un proceso de comunicación para tomar conciencia de que la agricultura es una actividad que deberá alimentar a un mundo cada vez más numeroso y que para ello hay asumir los desafíos que implica una agricultura más sustentable.

3 – El salto cuali-cuantitativo ya se está dando. En los próximos años se incrementará la producción en un 30%-40% con una combinación ganadora entre biotecnología, agricultura de precisión y buenas prácticas agrícolas.

Martín Fraguío Director ejecutivo de Maizar

1 – La Argentina está en un proceso de mejora muy grande de su sustentabilidad. Hay un estadío avanzado de conocimiento sobre lo que necesitan los ecosistemas agrícolas, ganaderos y naturales para mejorar en este aspecto , pero falta que las zonas urbanas comprendan los niveles de sostenibilidad del agro nacional.

2 – El gran desafío, en lo que hace al maíz y a su cadena, está vinculado con el desarrollo futuro de las actividades de transformación. Esto será más importante y complejo en la medida que actividades como la ganadería, la avicultura, la producción porcina, la lechería, la molienda húmeda y seca, la producción de biocombustibles y biogás crezcan y encuentren un piso de desarrollo, que hoy muchas de ellas aun no lo tienen.

3 – Ya estamos en el inicio de un nuevo salto productivo. En el maíz, en particular, este salto está dado entre la vinculación de la información que viene desde la biotecnología, las nuevas prácticas agronómicas y todo el conocimiento y nuevos equipos que permiten desarrollar la agricultura de precisión.

Luis Zubizarreta Presidente de la Cámara Argentina de Biocombustibles

1 – La Argentina está bien posicionada respecto al desafíos de la sustentabilidad. En términos generales hay productores muy sensatos en su prácticas de manejo y, además, tenemos ventajas comparativas respecto a otros países, ya que el sistema de producción argentino, con un predominio casi absoluto de la siembra directa, hace que el país produzca alimentos con una amplia conciencia de sustentabilidad.

2 – En nuestro rubro, hay que recordar que el país es el principal exportador de aceite de soja del mundo y que la cadena de la soja es la principal cadena económica. Teniendo en cuenta esto, es estratégico producir y exportar biocombustibles, de modo tal de lograr un doble efecto: conectar el producto soja al mundo energético y, además, darle un uso al aceite, que hoy cuesta mucho vender en los mercados mundiales. Con los biocombustibles, lo transformamos en energía a costos razonables.

3 – Argentina ya dio un salto enorme en su producción, pero aun tiene mucho más para crecer. No hacen falta muchas señales ni tiempo para que ello suceda. Con solo generar un mercado de comercio libre, rápidamente se puede pensar en llegar a 160 millones de toneladas.

Juan Cruz Jaime Director Regional Cono Sur de CropLife

1 – Hay cosas por hacer. Tenemos que trabajar más sobre cuestiones como la rotación de cultivos y, también, en las políticas públicas que ayuden a fomentar que la “sojización” no siga expandiéndose y que esté acompañada por una rotación de cultivos que aporte sostenibilidad al sistema.

2 – Hay que trabajar muy fuerte desde la comunicación. La industria debe comunicar a la población urbana y rural cuáles son los beneficios del uso de sus tecnologías. De esta forma, se podrá lograr el paradigma sustenable que sirva al equilibrio entre productividad y medio ambiente.

3 – La biotecnología está avanzando muy rápidamente para que en la Argentina se produzca un salto cualitativo y cuantitavo importante de la producción en el mediano plazo. Con las tecnologías ya existentes el salto productivo puede ser importante, pero aun restan adoptar nuevas herramientas tecnológicas, lo que acelerará el proceso. Si pensamos de acá al año 2020, y teniendo en cuenta todos estos aspectos, no hay dudas de que para entonces el salto productivo será un hecho consumado.

Pedro Rugeroni Director Comercial de Syngenta para Argentina y Uruguay

1 – La Argentina está entre los países con más conciencia sustentable. Es cierto que todavía hay trabajo por hacer, pero se está en el camino de alcanzar un nivel de sustentabilidad óptimo y eso tiene mucho que ver con la forma en la que se trabaja con los distintos cultivos, con la mira en alejarnos del riesgo de ser un país puramente sojero.

2 – Es necesario el trabajo conjunto de toda la industria para profundizar la interacción público-privada. Así, las empresas miembros de Casafe estamos trabajando con el Ministerio de Agricultura a nivel nacional y con los gobiernos provinciales. Con todos ellos podemos tener un futuro fantástico en la generación de información.

3 – En Argentina tenemos la gran posibilidad de hacer trabajos pensando en el largo plazo y fijar definiciones que dejen claramente establecidas las bases para saber hacia dónde vamos en los próximos años. En la medida en que se le allane el camino al productor, la producción puede dar un gran alto y alcanzar pronto las 160 millones de toneladas. Y eso será mucho más rápido de lo que algunos creen actualmente.

Pablo Ilarregui Titular de la Fundación Producir Conservando

1 – Hay mucha información científica y trabajos de campo que demuestran que la Argentina ha mejorado sus parámetros de sustentabilidad, asociado al uso del agua, la calidad de las prácticas agrícolas y la calidad de los productos que se usan en el campo. Pero aun falta seguir incorporando hectáreas de cereales de invierno, más superficie de aporte de rastrojo y reponer los nutrientes que se exportan en cada ciclo.

2 – Los desafíos estarán centrados en seguir incrementando la productividad por hectárea, mejorando la disponibilidad de eventos biotécnológicos y procurar la seguridad alimentaria de más personas. En el caso del girasol, el desafío es que esta alternativa a la soja, que aporta estabilidad al sistema, sea rentable para los productores, para que éstos puedan diversificar su matriz productiva y le saquen presión al sistema.

3 – Están dadas las condiciones para que la Argentina continúe creciendo en su producción y, sin incorporar más hectáreas, se puede crecer hasta las 120 a 130 millones de toneladas de granos. Pero faltan políticas que impulsen y recompensen la adopción de tecnología y la diversificación con maíz y cereales de invierno, para sumar más estabilidad al sistema y poder producir 40-50 millones más de toneladas de esos granos.

(*) Ilarregui es también líder del negocio de girasol de Dow en la Argentina.

Fuente: Diario Clarín