Molinos vendió el 33.3 % del capital social y los votos que tenía en Renova a sus socios Vicentín Paraguay y Oleaginosa Moreno (Glencore), según le informó a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires y a la Comisión Nacional de Valores (CNV).
En el escrito presentado a las autoridades bursátiles aclara que el cierre de la operación tendrá lugar antes del 31 de marzo luego de obtener el consentimiento expreso de la Corporación Andina de Fomento (CAF).
“El precio que Molinos percibirá en la fecha de cierre como resultado de la operación asciende a u$s 81.5 M, lo que hoy representaría aproximadamente $530 M al tipo de cambio acordado contractualmente que será ajustado sobre la fecha de cierre por capital de trabajo y deuda financiera neta, entre otros conceptos”, explica el escrito que lleva la firma de Ana Carina Turco Greco, gerente de Asuntos Legales de la empresa de capitales argentinos.
“Asimismo y como parte de su contraprestación, Molinos quedará liberada de todas su obligaciones frente a la CAF en el marco del préstamo solicitado por Renova por u$s239 M”, agrega el documento.
Un punto a destacar del acuerdo es que pese a desprenderse de sus acciones, “Molinos continuará participando en el negocio de la producción y comercialización de biodiesel, glicerina cruda y glicerina refinada de Renova”.
Además de la fábrica de biodiesel que tiene en San Lorenzo, Renova puso en marcha en abril del año pasado una gigantesca aceitera de 20 mil toneladas diarias de molienda de soja en Timbúes, que se pasó buena parte del año parada por la falta de granos.
¿Por qué venden?
Renova fue fundada por Vicentín y Oleaginosa y fue la primera de las grandes inversiones en biodiesel de las aceiteras más importantes. Luego, en la previa a la inversión en Timbúes (que fue de $480M), ingresó Molinos capitalizando la firma.
Ante la consulta de punto biz sobre las razones de la venta, altas fuentes de Molinos explicaron que “con la venta se logró un ajuste parcial de la deuda estructural de la compañía”, y que además “la operación deja mejor parada financieramente a la empresa para afrontar los próximos años”.
También explicaron que “la venta se adapta a la estrategia de crecimiento de largo plazo de Molinos”, y que se concretó ahora porque “se dieron justo todas las condiciones”.
Además sostuvieron que “la venta es por la decisión de refocalizar la dirección de las inversiones y el tipo de actividad” y que “el objetivo es que estas redefiniciones concentren los esfuerzos en las áreas en las que se proyecta crecer de manera sustentable”.
Es por eso que, por ejemplo, se decidió focalizar en la planta de San Lorenzo el negocio del crushing y la exportación de granos, mientras que la fábrica de Rosario (Santa Clara) se concentró en productos de girasol y de valor agregado, como aceites especiales, mientras seguirán operando biodiesel, ya no como accionistas, a través de Renova.
De esa forma, Molinos deja en claro de que su salida de Renova no significa que se corra del negocio del biodiesel y que tenga pronósticos agoreros para su desarrollo.
A diferencia de los otros grandes del sector aceitero, como Cargill y Bunge, Molinos es una empresa muy focalizada al negocio alimenticio (con marcas líderres en el mercado interno) y no tanto al de exportación de granos o aceites a granel.
Autor: Mariano Galíndez
Fuente: Punto Biz