La APPA asegura que ha cedido «al chantaje» para evitar represalias.
El Gobierno descarta cupos al biodiésel antes de las presidenciales argentinas.
No habrá cupos para la producción de biodiésel en España, al menos hasta después de octubre, una vez que se celebren las elecciones presidenciales en Argentina. La noticia ha alarmado a los productores españoles integrados en la APPA, que consideran que el Gobierno ha cedido al chantaje de su homólogo argentino.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con la presidenta argentina, Cristina Fernández.. El Gobierno descarta cupos al biodiésel antes de las presidenciales argentinas – REUTERS.
En una rueda de prensa celebrada ayer, Alfonso Ausín, presidente de APPA Biocarburantes, aseguró que el Gobierno argentino ha amenazado con represalias contra empresas españolas en su país si se aprueba la orden ministerial que fija la asignación de cantidades de producción de biodiésel antes de que se celebren las presidenciales argentinas. Para Ausín, se trata de una cesión «intolerable al chantaje» y pidió explicaciones al Gobierno sobre el aplazamiento de la aprobación de la orden ministerial, que supone la «condena a muerte del sector».
Según los datos de esta asociación, las importaciones «desleales» del biodiésel procedente, mayoritariamente, de Argentina e Indonesia han provocado la paralización del 85% de la capacidad productiva instalada en España (4,3 millones de toneladas), lo que representa 34 de las 49 plantas existentes. El sector emplea a mil personas y asegura haber invertido 1.400 millones en los últimos años.
Estas compañías (las más importantes son Acciona, Isolux, Endesa o Técnicas Reunidas) habían logrado que el Ministerio de Industria elaborase a finales del año pasado una propuesta de orden ministerial para fijar unos cupos de producción para asignar a las plantas españolas. La asignación, con un límite de cinco millones de toneladas anuales, representa el triple de los objetivos obligatorios para este año y el que viene establecidos en el Plan de Energías Renovables (Paner). La normativa obliga a mezclar gasolinas y diésel con este tipo de productos renovables, en porcentajes globales que van desde el 5,9% este año al 6,1% en 2013.
La industria española considera que la competencia desleal argentina es fruto de un mecanismo fiscal que favorece las exportaciones de aceite de soja que compra la industria española (que están gravadas con una tasa del 32%) mientras que el biodiésel producido en ese país solo soporta un gravamen del 20%.
De las importaciones españolas de biodiésel el año pasado, tres cuartas partes (825.000 toneladas) provinieron de Argentina (el 53%) e Indonesia (el 24%), según los datos de APPA Biocarburantes.
Una orden paralizada desde hace muchos meses
Los productores españoles de biodiésel lograron en octubre del año pasado que el Ministerio de Industria elaborara una propuesta de orden cuyo objetivo era evitar conductas anticompetitvas o distorsiones comerciales del biodiésel procedente de países extracomunitarios. Una competencia desleal que ponían en cuestión las plantas de biodiésel españolas que habían surgido al amparo de la normativa europea que obliga a que un porcentaje de la energía final consumida proceda de fuentes renovables: un 20% en 2020.
Este porcentaje no es igual para la generación de electricidad, que asumirá una exigencia mayor, o el transporte, cuyas exigencias de mezclar carburantes con biodiésel o bioetanol son muy inferiores.
Aunque la norma, que incluye un sistema de cupos que se ha aplicado en otros países europeos, superó los trámites de la Comisión de Energía, que elaboró un dictamen sobre la misma a finales de diciembre, y del Consejo de Estado, las presiones argentinas, a través de empresas españolas ubicadas en el país, como Repsol, han logrado su paralización. Al menos, temporalmente.CINCO DIAS.