La mercancía general, la que genera mayor valor añadido, desciende un 26%.
El alza de tráficos de un 1,6% que ha registrado el Puerto de Ferrol durante el primer trimestre del presente ejercicio, a pesar del contexto de crisis, se sustenta, fundamentalmente, en la importante mejoría del movimiento de graneles líquidos, como el gas con destino a Reganosa -básicamente-, el biodiésel y los aceites que sirven de materias primas para la elaboración de este biocarburante en las plantas de Entabán e Infinita Renovables en Caneliñas.
Así lo indican los datos oficiales proporcionados por la Autoridad Portuaria Ferrol-San Cibrao. Entre enero y marzo se movieron 2,7 millones de toneladas tanto en los muelles locales como en los ubicados en Lugo, todos ellos gestionados desde Curuxeiras.
Pero si se desgranan de forma aislada los tres capítulos en los que se encasillan las mercancías y productos embarcados y desembarcados se observa un comportamiento bien diferente en cada uno de ellos.
Como ya se ha mencionado, son los graneles líquidos los que permiten que el trimestre se haya saldado en positivo. En la citada franja temporal se han movido un total de 613.505 toneladas en ese apartado. El grueso tuvo como destino la planta de Reganosa. Supone un incremento de más de un 14% sobre el mismo período del pasado ejercicio, cuando este trasiego se quedó en algo más de 537.000 toneladas. Y es aquí donde se produce el salto cuantitativo.
En el apartado de los graneles sólidos, las cifras se mantienen. Incluso crecen, aunque de forma muy moderada. En concreto, un 0,4%. Se trata de materias primas como, por ejemplo, el carbón que se descarga en la rada exterior con destino a Endesa o la bauxita que entra en San Cibrao.
Continúan estos graneles siendo el principal pilar de apoyo de las cifras marítimas locales, ya que en solo tres meses han sumado cerca de dos millones de toneladas.
El lado negativo
¿Dónde se encuentra el lado negativo del balance? En la denominada mercancía general. En otras palabras, en el tráfico de productos y de mercancías manufacturadas que generan más plusvalías y puestos de trabajo en su entorno. Sirve como ejemplo el movimiento de piezas eólicas, su proceso de fabricación e incluso su transporte, que requiere de varios vehículos específicos y su correspondiente personal.
En este apartado, siempre según las mismas fuentes oficiales, la crisis ha hecho más mella y su tráfico ha descendido en un 26%. Se ha quedado en solo 108.000 toneladas.
A.VELLON
FUENTE: LA VOZ DE GALICIA/ESPAÑA