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Joe Biden. La industria argentina de biodiésel cree que se abre un «espacio distinto» para recuperar ese mercado Fuente: AFP.
En medio de la pandemia de coronavirus que generó una fuerte caída en la demanda de combustibles en general, las exportaciones de biodiésel de la Argentina cerrarán 2020 con una baja del 31,035%.
Según datos de la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio), el año pasado se colocaron en el exterior -hoy el único mercado abierto es Europa- 1.015.007 toneladas. En tanto, cuando finalice 2020 se habrán vendido 700.000 toneladas.
«Salvo en el primer trimestre, que nos fue bien, antes de la pandemia, después las exportaciones fueron menores», señaló Luis Zubizarreta, presidente de Carbio.
Las 315.007 toneladas que al final de 2020 se dejarán de vender como biodiésel se habrán vendido en tanto como aceite de soja, la materia prima del biodiésel. En valor agregado se habrán perdido unos US$7 millones, aproximadamente.
Con Europa el sector privado llegó a un acuerdo hace unos años por precios y volúmenes que le permite mantener ese mercado abierto. No obstante, este año la exportación cayó por debajo de las expectativas.
En cambio, Estados Unidos continúa cerrado desde 2017 luego de que ese país aplicara sanciones antidumping y antisubsidios. Lo hizo entendiendo que, por ejemplo con las retenciones, la industria tenía una ventaja a la hora de comprar y procesar la materia prima.
El último año de ventas completas a EE.UU., en 2016, le había dejado a la Argentina ventas por más de US$1200 millones, constituyéndose en el principal producto exportado a ese mercado. En mayo pasado, el Departamento de Comercio norteamericano decidió mantener sin cambios las sanciones contra el biocombustible argentino. De esa manera, no prosperó un pedido de revisión respecto del producto.
Ahora, la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca genera renovadas expectativas en el sector exportador argentino de lograr un acuerdo que destrabe el ingreso. En rigor, ya desde el gobierno anterior de Mauricio Macri se vino bregando por un entendimiento desde el sector privado.
«Seguiremos insistiendo en lograr un acuerdo razonable, se abre un espacio distinto. Estamos con la expectativa por el nuevo gobierno de los Estados Unidos», dijo Zubizarreta.
Además de un entendimiento con EE.UU., las empresas aguardan el trabajo de negociaciones con Perú para que ese país también abra su mercado.
Mientras tanto, en el sector de los biocombustibles están atentos a lo que ocurre en el mercado interno. Sobre este punto, si bien en el Senado ya tuvo media sanción la prórroga de la actual ley para el sector hasta fin de 2024, trascendió que el Gobierno está trabajando en una nueva ley.
De esta iniciativa no trascendieron detalles, pero ayer en una reunión con funcionarios de la Secretaría de Energía, Agricultura y Cancillería, referentes del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) fueron informados que el proyecto de ley está en marcha.
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«Les ofrecimos trabajar juntos, nosotros creemos que hay que hacer una ley superadora de la actual», indicó el presidente de Carbio. Zubizarreta señaló que en el encuentro se les comentó a los funcionarios que la denominada Liga Bioenergética, que integra el sector privado con las provincias productoras de biocombustibles, ya elaboró una iniciativa de ley para elevar los cortes actuales (hoy 12% de etanol de caña de azúcar y maíz en las naftas y 10% de biodiésel en el gasoil) e incorporar mecanismos de licitaciones, además de que haya un comité para administrar los precios.
Sobre el tema de los precios, tanto los productores de etanol como de biodiésel para el mercado interno están con plantas paradas porque los precios actualizados por el Gobierno no cubren los costos. En biodiésel pedían 40% de suba y las autoridades solo concedieron un 10%.
Al respecto, ayer pymes de biodiésel mantuvieron un encuentro con Energía por este tema. Las pymes se retiraron disconformes porque «nos propusieron un precio que no cubre los costos variables y, además, achicar el corte con el argumento de que la realidad económica argentina así lo requiere».
«Nosotros hace cuatro meses estamos parados, podemos trabajar a menor capacidad pero con un precio que cubra lo mínimo», dijo un industrial pyme, que alertó que no se está cumplimiendo con el corte por la parálisis en el sector.
Por: Fernando Bertello
FUENTE: DIARIO LA NACION/ARGENTINA