Entrevista al Dr. Jorge Castro, director del Instituto de Planeamiento Estratégico.
La visita de George Bush a Brasil dejó planteado un nuevo escenario en relación con el uso de los biocombustibles a escala mundial, ¿cómo lo analiza?
El dato fundamental es que Estados Unidos y Brasil han formado una alianza estratégica de alcance global. El objetivo de esta alianza en materia de biocombustibles fue definido por el presidente Bush en San Pablo y es modificar la matriz energética mundial, lo que significa convertir al agro no sólo en productor de alimentos, sino también en productor de energía.
En términos prácticos, es decir económicos, la estimación que hace Valor el principal diario de negocios de Brasil, es que en 10 años el acuerdo de biocombustibles entre Brasil y Estado Unidos va a traer unos 100 mil millones de dólares de inversión extranjera directa y que sólo en nuevas usinas de etanol el cálculo es entre 700 y 1.000 más.
El otro dato que trae es que hoy la inversión extranjera directa en el sector azúcar-etanol en Brasil es bajo, de sólo 3,4%, y lo que se estima es que, en 10 años, la mitad del azúcar-etanol brasileño será de empresas transnacionales.
¿Cuál es el alcance de este acuerdo?
Lo que hay que tener en cuenta es que este acuerdo entre Brasil y Estado Unidos tiene esencialmente una dimensión político-estratégica, donde el aspecto comercial y económico tiene clara y evidente importancia, pero subordinado al acuerdo político. En tres semanas habrá una nueva reunión entre Lula y Bush, acompañados por sus gabinetes, en Camp Davids, la residencia presidencial norteamericana.
Lo que está ocurriendo es un acuerdo estratégico de una magnitud comparable al realizado en 1940 entre Brasil y Estados Unidos, encabezados entonces por Getúlio Vargas y Franklin Delano Roosvelt, que llevó a la construcción de Volta Redonda (la primera acería latinoamericana) con fondos públicos norteamericanos, y que tuvo como contrapartida la participación activa de Brasil en la 2ª Guerra Mundial, junto con Estados Unidos, con el envío de contingentes militares brasileños a Italia.
¿Cómo se entiende que un país como Argentina, que podría ser una potencia agroindustrial, no participe activamente de un acuerdo de esta naturaleza?
Esto se debe a las características de la política exterior argentina actual, que subordina la totalidad de las decisiones en materia de política externa a las necesidades de la política doméstica. Es una muestra de falta de visión y conocimiento de lo que sucede en el mundo. Es una visión un poco «provinciana».
¿Las perspectivas para el agro son buenas?
Claro que sí. Brasil en 10 años se transformará en uno de los principales proveedores de energía del mercado norteamericano, porque atrás de esto está la decisión estratégica de los Estados Unidos de reducir, en 10 años, un 20% el consumo de combustible.
¿Cómo afectará este acuerdo el consumo de combustibles fósiles?
Estados Unidos es el principal consumidor mundial de petróleo. Por día consume 22 millones de barriles de crudo, produce 10 millones e importa 10 millones, y lo que está en marcha es un plan para reducir en un 20% la demanda de combustibles fósiles en el mercado norteamericano. Esto significa una disminución del 30% o más del total de las importaciones de petróleo.
¿Cómo va a impactar el crecimiento de la demanda de alimento por parte de los países asiáticos dentro de este nuevo esquema?
Lo que ocurre es que Estados Unidos está disminuyendo sus exportaciones de maíz, y en consecuencia de soja, al mercado mundial, porque destina una parte cada vez más importante de su producción agrícola al desarrollo de los biocombustibles. Esto modifica el mercado mundial y coloca a Argentina en mejores posibilidades que las que ha tenido, por lo menos, desde el siglo pasado.
¿Es válida la dicotomía, que se plantea con el auge de los biocombustibles, entre granos para alimentos y granos para energía?
Esta es un visión maltusiana del desarrollo y del crecimiento económico. No sólo no tiene un carácter excluyente el desarrollo de los biocombustibles respecto de la producción de alimentos, sino que al contrario, lo que está en marcha en el mundo es una modificación de la matriz productora de alimentos, concentrándose la producción en algunos países, en el momento que la producción agrícola está experimentando un cambio tecnológico de los más extraordinarios conocidos en la historia del hombre.
Sin embargo hay voces que defienden esta dicotomía, ¿qué cree que hay detrás de esto?
Lo que hay es, de parte del presidente venezolano Hugo Chávez, una posición de enfrentamiento y crítica al desarrollo de los biocombustibles, que muestra que Chávez enfrenta a Brasil en esta cuestión crucial que divide las aguas en América Latina.
¿Cuáles serán los tiempos de esto que se podría llamar una nueva revolución?
Es una nueva revolución en materia energética. Hasta ahora, en la historia del capitalismo, todos los grandes cambios tecnológicos han estado precedidos por modificaciones en la matriz energética. De lo que se habla es de un proceso, que lleva por lo menos 10 años, aunque hay que tener en cuenta que en el mundo de hoy la celeridad de los acontecimientos está en relación directa al cambio tecnológico, de modo que 10 años no significan, como en los términos tradicionales, que sea necesario un período semejante en términos cronológicos. Lo que está en marcha es un punto de inflexión, una nueva matriz en la producción y provisión de energía en el mundo entero.
¿Podría identificar algunos de los actores que serán claves en este proceso?
Es significativo ver quienes son las empresas transnacionales que se están volcando a la producción de biocombustibles y etanol en Brasil y otras partes del mundo. La cabeza de estas empresas está en las empresas de alta tecnología, encabezadas por Bill Gates.
El perfil
Nacido en 1943, Jorge Castro se recibió de Abogado en la Universidad Nacional de Buenos Aries en 1969. Actualmente es presidente del Instituto de Planeamiento Estratégico y entre 1998-99 fue Secretario de Planeamiento Estratégico de la Presidencia de la Nación. Hasta fines de 1997 fue Director Adjunto de El Cronista Comercial y columnista de La Nueva Provincia de Bahía Blanca. Anteriormente fue Jefe de la Sección Política Internacional del Diario Tiempo Argentino. Desde hace más de veinte años es profesor en la Universidad Nacional de Buenos Aires, Universidad del Salvador, Escuela de Defensa Nacional, Escuela Superior de Guerra, Instituto del Servicio Exterior de la Nación, Facultad Latinoamericana de Estudios Sociales (FLACSO), Escuela Nacional de Inteligencia, y en la Escuela de Guerra Naval.
Recibió la insignia de la «Orden Nacional de Cruzeiro Do Sul» otorgada por la República Federativa de Brasil y fue condecorado por el Gobierno de Chile con la «Orden de Bernardo O´Higgins en el Grado de Gran Oficial. En 1997 fue nominado al premio Konex en Comunicación y Periodismo Argentino en la Disciplina Análisis Político.
Es Miembro del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) y presidente de FORO SUR, grupo dedicado a promover el MERCOSUR y fundador de SEGUNDO CENTENARIO, grupo dedicado a promover el debate político.
Ha publicado «La gran década. Del abismo al crecimiento» (Editorial Sudamericana), «Perón y la globalización» (Editorial Catálogos), «La Tercera Revolución» (Catálogos), «Revolución Política en la Argentina Globalizada» publicado asimismo por Editorial Catálogos y «Paternalismo y el Nuevo Mundo» publicado por Editorial Jorge Alvarez.
La Ley
En mayo de 2006, fue promulgada la Ley N ° 26.093, que instituye el Régimen de Regulación y Promoción para la Producción y Uso Sustentables de Biocombustibles. Esta ley crea el marco institucional de los biocombustibles en la Argentina y establece que todo combustible caracterizado como gasoil o nafta, comercializado en el territorio nacional, deberá ser mezclado con un porcentaje del 5% de biodiesel o bioetanol, respectivamente, generando así las bases para el inicio de su producción a escala comercial. Establece, además, un régimen de beneficios promocionales que prioriza los proyectos relacionados con las PyMEs, los productores agropecuarios y las economías regionales. La introducción de los biocombustibles en la matriz energética argentina, constituye una decisión trascendental por sus implicancias ambientales (reducción de las emisiones de carbono), económicas (agotamiento de combustibles fósiles frente al crecimiento continuo de la demanda; la potencialidad del sector agropecuario para posicionarse como fuente de energía, generando inversión, trabajo y valor agregado a la cadena), sociales (la generación de oportunidades para las PyMEs agropecuarias y para las economías regionales) y estratégicas (promoción de «energías de transición» para fomentar las fuentes energéticas renovables).
Historia
Fines de Siglo XIX. Rudolf Diésel (1858-1913) un ingeniero alemán, inventa el motor de combustión que utiliza fuel oil y a partir de allí implementó tempranas versiones de una máquina que utilizaba aceite de maní como energía.
1970. El biodiésel se desarrolló de forma significativa a raíz de la crisis energética y el elevado costo del petróleo
1982. En Austria y Alemania, se llevaron a cabo las primeras pruebas técnicas con este combustible vegetal
1985. En Silberberg (Austria) se construyó la primera planta piloto productora de biodiésel a partir de las semillas de colza o canola
Actualmente Alemania, Austria, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Malasia y Suecia son pioneros en la producción, ensayo y uso de biodiésel en automóviles.
Jornadas sobre biocombustibles en Tucumán
La ciudad de San Miguel de Tucumán será sede del encuentro de las I° Jornadas Nacionales de Biocombustibles del NOA, entre los días 29 y 30 de Marzo.
Organizadas por la Fundación para el Desarrollo, con el objetivo de «Considerar a los biocombustibles como una alternativa de diversificación de la matriz energética nacional», concurrirán en carácter de disertantes funcionarios nacionales y provinciales de primer nivel, al igual que importantes exponentes de los biocombustibles del país.
Entre ellos, el Vicegobernador de Tucumán, Fernando Juri Riera, el Secretario de Energía de la Nación, Daniel Omar Cámeron y Cristian Folgar, Subsecretario de Combustibles de la Nación.
Los temas a desarrollar serán: la importancia de la aparición de los biocombustibles como una alternativa de utilización de los combustibles tradicionales, el mercado Mundial Energético, como así también las desventajas y beneficios del asentamiento de plantas de producción de Biocombustibles.
Destinado a Empresarios, Ingenieros Agrónomos, Lic. Administración, Economistas, Emprendedores y el público en general, se hará también un análisis económico de los costos, beneficios, valor de las materias primas del biodiésel y un análisis de la ley 26093 y su reglamentación.
Informes e inscripciones: campopianogaston@gmail.com (0381) 156781550.
Belisario Saravia Olmos
El Tribuno Campo Salta
Fuente: http://www.eltribunosalta.com.ar/