biocombustibles

Experto asegura que España va a jugar «un papel fundamental» en la producción de biocombustibles

biocombustibles-biodiesel-eEl científico Rafael Luque afirma que «los biocombustibles son una alternativa», aunque no «la única».

El profesor de la Universidad de York (Inglaterra) Rafael Luque Álvarez de Sotomayor, que ofreció hoy una ponencia sobre ‘Biorefinerías: la química posible basada en la biomasa’ en la sede de Baeza (Jaén) de la Universidad Internacional de Andalucía, afirmó que «España va a jugar un papel fundamental en el desarrollo de nuevas tecnologías y de perspectivas de futuro para reemplazar a la industria del petróleo por una industria más benigna con el medio ambiente, basada en el concepto de biorefinería». 

En rueda de prensa, el experto explicó que actualmente «hay varios proyectos» en desarrollo, como por ejemplo «una planta piloto que está transformando, y que está procesando algunos desechos». «Concretamente en Andalucía — continuó — hay empresas que trabajan con huesos de olivo, y con materiales derivados de la poda de olivo que están siendo utilizados para la producción de calor y energía en calderas».

En cuanto a la producción de biocombustibles, sin embargo, Rafael Luque afirmó que «en España, y en general en la Unión Europea, se ha promocionado mucho más el biodiesel, la mayoría de las veces por temas de política», en detrimento del bioetanol.

En este sentido, apuntó que España tiene «razones porque en Andalucía hay una gran cantidad de cultivos que se pueden aprovechar para la producción de biodiesel, porque la mayoría viene de aceite vegetal o de residuos de aceites y de grasas», lo que aporta a la comunidad un importante potencial para el futuro. De este modo, opinó que «aparte de exportadora de materias primas», Andalucía va a «jugar un papel fundamental» en la producción de los biocombustibles en el futuro.

No obstante, recordó que los biocombustibles en la actualidad «no son tan efectivos como el petróleo, pero pueden suponer una importante alternativa», ya que hay que tener en cuenta «el problema de la capacidad calorífica, y de la energía contenida en el bioetanol» que es «un 40 por ciento de la energía del petróleo».

El profesor de la Universidad de York destacó que «hay otros biocombustibles que se están poniendo de moda en el Reino Unido, como el biobutanol», llamado también biogasolina, que «tiene una capacidad calorífica y un poder energético muy similar al de la gasolina», alcanzando aproximadamente «el 80 u 85 por ciento», por lo que confió en que «este biocombustible va a formar parte del futuro».

Al hilo de esto advirtió de que «los biocombustibles son una alternativa, pero no pueden ser exclusivamente el futuro», y que por ello «hay muchas otras políticas asociadas al tema de los biocombustibles que deben ser tratadas, como por ejemplo la dependencia del transporte», cuya reducción en el uso se plantea como una estrategia necesaria.

Rafael Luque explicó, de hecho, que «teniendo en cuenta que la demanda de energía va a incrementarse aproximadamente en un 30 por ciento en el mundo en los próximos años, hay muchas otras cosas que se tienen que analizar», y reiteró que lo principal que es necesario reconocer es que «los biocombustibles son una alternativa, pero no son la única alternativa, y de hecho no son la solución ellos solos, sino una parte de la solución».

COSTES DE LA PRODUCCIÓN

En cuanto a la rentabilidad en la producción de estos biocarburantes, Rafael Luque explicó que «ahora mismo los procesos no son competitivos en términos de coste, pero se espera que la economía del proceso sea mejorada próximamente». Además, afirmó que ahora mismo no es rentable puesto que no se han desarrollado experimentos en grandes plantas, pero que «en un futuro, los procesos van a ser económicamente viables».

Asimismo, recordó que «hay materia prima, como los huesos de olivo, que es realmente más eficiente, porque tiene un alto poder calorífico comparado con el gasóleo C, que es el que se utiliza para calderas». El uso de esta materia prima supondría, por tanto, «una producción eficiente de energía, y aparte, más económica».

Por otra parte, en relación a la competencia entre empresas productoras de carburantes, opinó que «no va a ser tanta como la que se puede esperar», pero que a algunas empresas petrolíferas «no les van a hacer mucha gracia» las biorefinerías. Frente a esta problemática, el experto aseguró que «en algún momento ellos también tendrán que implementar lo que es en sí la instalación de refinerías que tienen en sus plantas con una parte, aunque sea pequeña, de biorefinerías».

USOS DE LA TIERRA CULTIVABLE

Uno de los fenómenos más preocupantes que quiso reseñar Rafael Luque, en relación al uso de la superficie cultivable para la producción de biocarburantes, es que «hay estadísticas que demuestran que de aquí a diez años, con el desarrollo de los biocombustibles, se necesitaría un 3000 por ciento más del área que actualmente está dedicada a los cultivos» para la producción de esta fuente de energía, sólo para su uso en el transporte.

En este sentido, explicó que «la alternativa más interesante que actualmente está en proyecto es la utilización de los residuos» de especies vegetales, como el olivo. En esta producción, sin embargo «el equilibrio es una cosa muy importante», aunque confió en que «se puede alcanzar», puesto que «es algo que va a depender del tipo de cultivo y del tipo de materias primas que se utilicen para la producción de estos biocombustibles».

De hecho, «actualmente se están desarrollando tecnologías de segunda generación, en las que los residuos forestales, y cosas que hoy en día no se tratan ni utilizan para nada, van a jugar un papel fundamental para la obtención de estos biocarburantes, biocombustibles, y compuestos de alto valor añadido», aseguró.

Fuente: EuropaPress

Fimaco

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