El plan es crear un polo exportador. Existe interés de inversionistas internacionales.
Inversionistas europeos y empresas locales del negocio de los biocombustibles impulsan la creación de un polo exportador en las instalaciones del Puerto de Rosario. La empresa que está detrás es Rosario Bioenergy, que construye su planta en Roldán.
¿Qué sería ese polo exportador?
•Instalaciones para almacenar el combustible en puerto. Se habla de 8 tanques con capacidad para almacenar 240 mil toneladas año.
•Un centro para certificar la calidad del biocombustible de exportación. Para ello se efectuaron gestiones con la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Rosario, que sería la encargada de prestar esos servicios.
•La constitución de un trader para recolectar producciones independientes de biocombustible, que están diseminados entre Buenos Aires y el sur de Santa Fe y otros más al norte que podrían llegar a Rosario a través de la hidrovía.
La iniciativa partió de Rosario Bionergy, que enfrentaba la necesidad de recurrir a puertos de otras compañías del sector para poner la mercadería en ultramar. El tema es que el negocio está concentrado en un racimo de grandes empresas, que están dispuestas a ir a buscar la mercadería en la puerta de la planta de biocombustible pero al prestar ese servicio se quedan con la parte del león.
Rosario Bionergy contrató a la consultora porteña Indice, quien fue la encargada de darle los trazos generales al proyecto. Los primeros diálogos con Guillermo Zalazar Boero, presidente de TPR, se efectuaron el año pasado. Los concesionarios portuarios apostaron desde un principio a atraer inversionistas dispuestos a construir plantas de biocombustibles en los terrenos portuarios, pero esa estrategia tiene un punto flaco. Como se trata de una concesión, se presenta el problema de plantar activos fijos en un terreno que no es el propio.
Este esquema alternativo, en cambio, exige un desembolso del orden de los u$s 5 M para plantar los tanques, que eventualmente podrían ser desmontados en caso de cese de la explotación.
Directivos de Rosario Bionergy se mostraron muy optimistas con los avances que vienen teniendo los diálogos con Zalazar Boero, especialmente luego de haber tomado contacto con Jordi Puyol, el hijo de quien fuera presidente de la Generalitat de Cataluña, quien ha venido jugando muy fuerte en las operaciones del puerto local desde su reprivatización.
El negocio de los biocombustibles hace furor en Europa, y eso lo tienen bien registrado tanto Puyol como los socios europeos que participan de Rosario Bionergy. Los inversionistas extranjeros aportarían el financiamiento para desarrollar el proyecto y así se asegurarían preferencia a la hora de cerrar operaciones de venta. Con la demanda de importación asegurada, la idea es trabajar en red con productores locales de pequeña y mediana envergadura, creando un canal de abastecimiento independiente de los grandes holdings que participan del negocio.
Gentileza de Punto Biz para Nextfuel/biodiesel.com.ar