El etanol brasileño contamina menos. Foto: AFP
La OCDE dice que reduce las emisiones de gases contaminantes en al menos un 80%
PARIS (AFP).- La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) destacó, el miércoles pasado, el impacto positivo del etanol brasileño, a base de caña de azúcar, en el medio ambiente, ya que reduce en al menos 80% las emisiones de gases contaminantes.
La OCDE aseguró que en Estados Unidos y Europa la eficacia de los biocarburantes es mucho menor.
La OCDE, que agrupa a 30 países industrializados, señaló en un informe: «La reducción de emisiones es mucho menor cuando se utilizan los biocarburantes basados en las materias primas utilizadas en Europa y América del Norte». Estados Unidos, que lo destila a partir del maíz, es el primer productor de etanol (alcohol carburante), con un 48% del total mundial en 2007.
Brasil le sigue el paso, con 31% de la producción mundial de etanol, fabricado a partir de la caña de azúcar.La Unión Europea (UE) representa un 60% de la producción mundial de biodiésel, extraído de aceites vegetales.
Las políticas gubernamentales de apoyo a los biocarburantes en los países de la OCDE -sobre todo los elevados subsidios- son costosos e ineficientes a la hora de proteger el medio ambiente, concluyó el informe.»Son costosas, tienen un impacto limitado en la reducción de gases con efecto invernadero y en la mejora de la seguridad energética, y un impacto significativo en los precios mundiales de los alimentos», estimó.
Los biocarburantes producidos a base de trigo, remolacha azucarera, aceites vegetales o maíz, «raramente reducen las emisiones más de 30% a 60%, mientras la reducción (de emisiones) del etanol de maíz es generalmente inferior a 30%», indicó la OCDE.
Para la organización, la continuación de las políticas actuales de apoyo a los biocarburantes reduciría las emisiones de gases con efecto invernadero derivadas del transporte en no más de 0,8% para 2015.
Los subsidios a los biocombustibles en Estados Unidos, Canadá y la UE se elevaron a 11.000 millones de dólares anuales en 2006, y esta cifra subiría a 25.000 millones por año para 2015, sostiene la OCDE. y explica que esos subsidios están reforzados por elevados impuestos a la importación.
El informe aconseja a los gobiernos de la OCDE centrar sus políticas en la reducción de energía, sobre todo en el sector del transporte, y abrir los mercados a los biocombustibles y sus materias primas «para mejorar su eficiencia y bajar los costos».
El impacto de las actuales políticas sobre los biocarburantes en los precios alimenticios «es significativo pero no debe ser sobrestimado», indicó la OCDE.
El informe calcula que las actuales medidas de apoyo a los biocombustibles aumentarán los precios del trigo en un 5 por ciento, del maíz en un 7 por ciento y del aceite vegetal en un 19 por ciento en los próximos 10 años.
Fuente: La Nación