Se trata de la compañía Global Agricultural Resources (Gar).

Su representante en Argentina anticipó que una vez que alcancen las 50.000 hectáreas sembradas, instalarán una aceitera y posteriormente, una elaboradora de biocombustibles.

La compañía Global Agricultural Resources (GAR), de capitales suizos, anticipó que montará una planta aceitera en el Nea y posteriormente, una elaboradora de biodiesel.

En la primera etapa del proyecto, la compañía está promocionando el cultivo de tártago en toda la región. A ese efecto, garantizan la compra de todo el volumen de esta oleaginosa que sea producido en la región y entregan semillas a los colonos que estén interesados en volcarse a este cultivo.

Se espera que el año próximo, se llegue en Misiones a las 6.000 hectáreas cubiertas con este arbusto, mientras que en Corrientes y Chaco habrá un total de 15.000.

Según explicó su representante en Argentina, Daniel Kait, una vez que se llegue a las 50.000 hectáreas en producción, comenzarán la etapa industrial, que prevé la construcción de una aceitera para procesar las semillas y luego, una planta de biodiesel “siempre y cuando las previsiones de rentabilidad lo permitan”, explicó Kait.

La fábrica se instalará en la provincia que tenga mayo superficie cultivada, de modo de minimizar los costos de flete.

Planta rústica

El principal atractivo que presenta el Tártago como cultivo en la zona, es su rusticidad. Se trata de un arbusto que crece en forma silvestre en la zona, resiste sequías extremas y altas temperaturas. Puede desarrollarse incluso en suelos altamente degradados y no requiere mayores cuidados.

Por sus características, este cultivo representa una alternativa ideal para ser practicado en capueras y demás terrenos no incorporados al sistema productivo por ser de baja fertilidad.

El precio promedio de las semillas es de 170 dólares por tonelada y el rendimiento oscila entre los 2.500 y 4.000 kilos por héctarea. Teniendo en cuenta estos datos, el cultivo ofrecería un ingreso anual de hasta 680 dólares por hectárea, similar al que se obtiene en un yerbal de bajo rendimiento.

Kait estimó sin embargo, que los valores del tártago aumentarían en el futuro de la mano del fuerte incremento que se prevé en la demanda de biodiesel. En ese sentido, Kait destacó que la Unión Europea obligará a mezclar el combustible fósil que se vende en el viejo continente, con un porcentaje de biocombustibles.

A partir de 2009, las petroleras deberán incorporar un 2 por ciento de componentes vegetales a sus combustibles, porcentaje que se incrementará progresivamente hasta llegar al 20 por ciento en 2020.

Fuente: Misiones on line