«Llamo urgentemente a reducir el apoyo a los biocarburantes», dijo Stefan Tangermann, director para la agricultura del club de los países desarrollados.  

BERLÍN (AFP).- La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estimó que la medida más urgente para frenar el alza espectacular de los precios de las materias primas agrícolas es una reducción drástica de los subsidios a los biocombustibles. 

«Llamo urgentemente a reducir el apoyo a los biocombustibles», declaró hoy Stefan Tangermann, director para la agricultura de la OCDE, en una conferencia sobre la agricultura en Berlín. «Es en el único aspecto en el cual podemos actuar rápidamente», agregó.

Precios. Según la OCDE, los precios agrícolas, sobre todo los cereales, permanecerán elevados durante al menos diez años, y el desarrollo de los biocombustibles representa un tercio del alza de precios.

El uso de tierras arables para cultivos destinados a la producción de biocarburantes generó una fuerte polémica.

Brasil, segundo productor mundial de etanol detrás de Estados Unidos, niega que su producción -extraída de la caña de azúcar y fabricada sin subsidios- esté ligada a la carestía de los alimentos.

Estados Unidos, que fabrica etanol a partir del maíz, sostiene por su lado que el alza de las materias primas agrícolas está vinculada sobre todo a la disparada de los precios del petróleo.

El tema fue debatido en la cumbre de la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en Roma, pero no se adoptaron declaraciones o posiciones concretas al respecto.

La Comisión Europea apoya la ampliación de cultivos para la producción de biocombustibles (en particular biodiesel extraído de plantas oleaginosas) y desea que un 10% del transporte europeo dependa de éstos en 2020.

Esa meta es «imperativa», subrayó Klaus-Dieter Borchardt, adjunto de la comisaria de Agricultura de la UE Mariann Fischer Boel, y advirtió contra la tentación de convertir a los biocombustibles en «el chivo expiatorio» de los crecientes precios de los alimentos.

«La primera generación de biocombustibles es una fase de transición necesaria» y los cultivos eventualmente serán reemplazados por productos de desecho y madera como fuentes de energía, afirmó.

Fuente: La Nación