Bioceres hoy tiene entre sus principales proyectos darle impulso a la tecnología para los biocombustibles de segunda generación. Federico Trucco, CEO de la empresa rosarina, asegura que con el 17% de los desechos que genera el agro argentino hoy, se podría lograr el autoabastecimiento de combustibles líquidos con la demanda proyectada en 2020.

 Por otro lado, anuncia que tras el acuerdo con Don Mario, los desarrollos resistentes a sequía llegarán a los multiplicadores en dos o tres años y los productores podrán utilizarlos en 2018. A continuación, la charla de Trucco con punto biz. 

Este año se hizo efectiva la implementación de la super soja. Ustedes hace tiempo que vienen trabajando con cultivos resistentes a sequía y salinidad. ¿Cómo vienen con ese desarrollo?

Hace diez años que venimos trabajando con esto y ya se están viendo los avances. Terminamos el segundo año de ensayo en Estados Unidos y estamos en proceso de solicitud de aprobación regulatoria, tanto en Argentina como en Estados Unidos. En materia comercial, en diciembre de 2013 anunciamos el acuerdo con Don Mario para poder tenerlos a ellos como un canal comercial en latinoamerica.

¿Cuándo saldrá al mercado?

Ya seleccionamos los eventos, trabajamos con empresas semilleras para incorporar genética a cada una y esperamos tener materiales disponibles a nivel de multiplicación a partir del 2016/2017. A nivel de productores va a estar recién en 2018. En el resto de los cultivos seguimos avanzando con la tecnología HB4. En trigo anunciamos un acuerdo con otra compañía para toda latinoamérica, en maíz lo estamos haciendo por nuestra cuenta y en alfalfa estamos trabajando para el mediano plazo.

¿Cómo está el negocio de las semillas?

Es un mercado con cada vez mayor competencia. Hay plataformas alternativas en cultivos que manejan grandes empresas, pero que hasta hace poco eran solo de una o dos. Hoy casi todas empiezan a tener participación en los distintos cultivos. Esto genera un nivel de competencia importante entre las grandes compañías. Por otro lado está emergiendo un segundo pelotón de empresas como la nuestra, que se dedica a cosas mas puntuales como mejoras de stress agronómico y no particularmente en tecnología de perfección, donde grandes empresas desarrollaron un fuerte portfolio como resistencia a herbicidas o insectos.

¿Qué otro desarrollo están impulsando?

Estamos con los biocombustibles de segunda generación, que van a tener un impacto importante. Estamos junto con YPF en el desarrollo de enzimas para la degradación de desechos agrícolas que generarían bioetanol a razón de u$s0,5 por litro, lo que la vuelve suficientemente competitiva como para que esa tecnología tome impulso. En Argentina, con el 17% de desechos agrícolas que hoy tenemos podés lograr autoabastecimiento de combustibles líquidos con la demanda proyectada en 2020 mediante esta tecnología.

¿Cómo funciona esta tecnología?

Trabaja a partir de los desechos, del carbono orgánico en formato de celulosa y que hoy no podés aprovechar. Hoy el etanol se produce desde los granos, la idea es usar el otro carbono que está en formato de lignocelulosa en tallos, hojas, ramas y que hoy no estamos pudiendo utilizar.

Con las trabas que pone Europa al biocombustible argentino, ¿la estrategia pasa por apostar por el mercado interno?

El mercado interno resulta atractivo por la política de autoabastecimiento en naftas que se está llevando adelante y que nos tiene a nosostros como proveedores de tecnología.

Fuente: Punto biz