La jatropha es una planta perenne con bajos requerimientos de agua. De rápido crecimiento, puede alcanzar una altura de dos a tres metros.
Un proyecto público-privado promueve la implantación de jatropha y cártamo en el departamento Cruz del Eje.
En el noroeste cordobés, en la zona de Villa de Soto (departamento Cruz del Eje), la jatropha y el cártamo crecen de manera natural en los montes y campos. Ambos cultivos son considerados como la alternativa más utilizada para la producción de biocombustibles de origen vegetal, con la ventaja –frente a la soja o el maíz (bioetanol)– de que éstos no compiten en la cadena alimentaria humana ni animal, y crecen en tierras marginales con altos rendimientos.
Así lo entendió el ingeniero agrónomo Gabriel Farri, asesor en producción de la Municipalidad de Villa de Soto, cuando comenzó a evaluar qué tipo de producción se podía realizar en las miles de hectáreas ociosas que quedaron en la zona cuando el precio del algodón hizo imposible la continuidad de los pequeños y medianos productores en esta actividad.
Seguro de que la jatropha y el cártamo son las producciones que más se adaptan a la región, desarrolló un proyecto que ya está en etapa experimental y pretende comenzar con la germinación de las primeras semillas de jatropha en vivero para pasarlas a campo en setiembre, al mismo tiempo que sembrarán en forma directa las de cártamo.
«Pienso este proyecto desde el punto de vista de un cultivo social, ya que con pequeñas superficies una familia puede tener un ingreso interesante, a partir del momento en que se instalen en la zona otros productores más grandes, con los cuales estoy trabajando, y se produzca una especie de sinergia para que los pequeños reciban un precio justo y acordado de antemano», indica el técnico.
Potencialidad
La ventaja fundamental que tiene la región para ambos cultivos –además de que las condiciones edafoclimáticas son óptimas– es que cuentan con cerca de mil productores que podrían aplicar sus tierras al proyecto. Muchos de ellos poseen experiencia en la cosecha de algodón que, según los especialistas, es similar a la de los cultivos energéticos. Además, los insumos que se requieren son mínimos (sólo riego en algunos casos) y, en cuanto al manejo, sólo es necesaria la limpieza de malezas.
Rendimiento en aceite
La Municipalidad de Villa de Soto, explica el intendente Víctor Hugo Romero, participará del proyecto; en una primera instancia, sólo con el cultivo de jatropha. Estudios del Inta demuestran que expresa un mayor rendimiento para la producción de aceite y, por consiguiente, garantizaría la estabilidad y permanencia de la actividad en la región.
«Creemos que esta alternativa sería muy buena para los pequeños productores minifundistas de la zona, que hoy tienen las tierras ociosas. El primer paso que dimos fue viajar a Santiago del Estero y Salta, donde ya están realizando el cultivo. Nuestro próximo paso es la conformación de un centro experimental en nuestra región, que dependerá del Inta, para lo que estamos próximos a firmar un convenio de cooperación conjunta», señaló el intendente.
La principal preocupación reside en garantizar la asistencia técnica y la provisión de semillas certificadas genéticamente; la jatropha ofrece su primer cultivo a los tres años de su plantación, por lo que se debe garantizar un buen rendimiento.
Además, se gestionará la compra de la semilla a bajo costo, de manera que pueda llegar a los productores con un subsidio o bien prorrateada en varios años; pero siempre con un costo muy inferior al de mercado (a razón de un dólar por plantín).
«Se requieren de 1.600 a 2.500 plantines por hectárea; al costo que se venden hoy es imposible que los productores lo afronten; para esto se está desarrollando un proyecto público-privado para que los productores accedan», indicó Farri.
Proveedor suizo
Para la producción de cártamo, el técnico ha contactado a la empresa suiza GAR (Global Agricultural Resources), que ya tiene en marcha en el país diversos convenios con cooperativas agrícolas que nuclean a pequeños y medianos productores.
La empresa se dedica a la producción de semillas de cártamo y jatropha a nivel mundial con destino a biodiésel. La filosofía de la firma es utilizar siempre cultivos de oleaginosas que no compiten con la cadena alimentaria, sino que son de segunda generación.
GAR brinda todos los insumos necesarios para comenzar con la producción (inclusive la semilla), y se compromete a comprar la cosecha a los productores a un precio acordado, que puede variar según las fluctuaciones del precio mundial del aceite o de la semilla.
Experiencia litoraleña. Con este sistema ya están produciendo en Misiones 18 mil hectáreas, que esperan duplicar el próximo año, con una cooperativa que ha nucleado a productores de pequeña escala (algunos con sólo una hectárea). Según indicaron los directivos de la firma, la semana próxima firmarán un nuevo contrato en Corrientes para comenzar con 110 mil hectáreas, y en Chaco con 20 mil.
«Tenemos la pretensión de iniciar un proyecto similar al de Misiones en la región de Soto, en la provincia de Córdoba. Sólo necesitamos de una cooperativa o asociación agrícola que sea la que ponga en marcha el proyecto», indicó a La Voz del Campo Dani Kait, representante de GAR en la Argentina.
En cuanto a la superficie disponible, el ingeniero Farri aseguró que hay disponibilidad y que, en promedio, los productores poseen cinco hectáreas cada uno. «Nuestra meta es pensar en involucrar a mil productores en cinco años. La idea es empezar en setiembre con 20 productores de una hectárea cada uno, para que empiecen a conocer la actividad», finalizó el técnico.
Carina Ambrogui
Especial
Fuente: La Voz del Interior