Es referente en biocombustibles y productor cañero.
La Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) renovó su comisión directiva, que ahora es presidida por Gastón Fernández Palma tras dos mandatos consecutivos del cordobés Jorge Romagnoli.
Referente ineludible en biocombustibles, Fernández Palma es médico y productor agropecuario en el sudeste bonaerense y en Tucumán (caña de azúcar). Es miembro fundador de Aapresid y de la Regional Mar del Plata, y era el vicepresidente de la institución.
De activa participación en reuniones de la Secretaría de Medio Ambiente y en el Congreso nacional, integra también la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno, fundada en 2005.
Desde su nueva función, sus primeros objetivos estarán orientados a afianzar el proceso de institucionalidad iniciado por Romagnoli y manejar la problemática actual de sector por medio de la concertación con los cuatro entidades rectoras del agro.
También concretar los proyectos iniciados de Agricultura Certificada y posicionar a Aapresid en el ámbito internacional bajo la temática «soja sustentable», mediante un proyecto con epicentro en Europa.
La nueva comisión directiva se completa con Martín Ambrogio como vicepresidente; César Belloso como secretario; y María Beatriz Giraudo como prosecretaria. Los nuevos vocales titulares son Ronny Kuhlman y Alberto Marchioni, mientras que las suplencias recayeron en Carlos Mettifogo y Santiago Lorenzatti.
Despedida. «Nacimos y crecimos entre los rastrojos. Así se puso en marcha una organización horizontal, interconectada y flexible que, desde sus orígenes, ha entendido que lo único que es posible transformar es el futuro y que apuesta a estimular a las comunidades locales para que mejoren sus condiciones de vida, a través de sus propias acciones», expresó Romagnoli en su discurso de despedida.
El productor de Monte Buey consideró que está en marcha «un proceso indescriptible de transformación social, contenido a lo largo de la historia evolutiva del hombre y sintetizada en tres palabras de una misma raíz etimológica: culto, cultivo y cultura».
Romagnoli apuntó a sostener capacidad y valor para liderar un proceso de transformación tecnológica y el desarrollo de políticas socioeconómicas, ambientales, productivas y culturales para el país.
«Un ejemplo micro para el despliegue de la agricultura sostenible a nivel macro», comentó a manera de memoria y balance y como sostén de una gestión racional e inteligente de los recursos naturales.
Fuente: La Voz del Interior