BERLIN.- El relator de las Naciones Unidas, Jean Ziegler, dijo ayer que el uso de biocombustibles se ha convertido en un «crimen contra la humanidad» en vista de los problemas que tiene actualmente el mundo con el precio de los alimentos.
En una entrevista con la Radio Televisión de Baviera, Ziegler afirmó que la quema de cientos de millones de toneladas de maíz, cereales, arroz y otros productos para producir biocombustibles era un factor primordial en las fuertes alzas de los precios de los alimentos, aunque admitió que no era el único.
Otros factores aludidos por Ziegler son la política del Fondo Monetario Internacional -que obliga a muchos países del Tercer Mundo a tener una agricultura orientada a la exportación a costa de la economía de subsistencia- y la especulación en los mercados que ayuda a disparar el precio de los alimentos. Ziegler advirtió que actualmente se está en el umbral de una situación peligrosa en la que las revueltas por hambre pueden multiplicarse, protagonizadas por personas que luchan por su supervivencia y que temen por su vida.
Con respecto a los biocombustibles señaló que los argumentos originales a favor de ellos, tanto desde el punto de vista de la protección del clima como desde el punto de vista estratégico, no eran absurdos, pero ante la amenaza de una catástrofe humanitaria han perdido validez. «Los argumentos no tienen validez ante el desastre que nos amenaza. Hoy, el uso y fomento de biocombustibles es un crimen contra la humanidad», disparó.
Las declaraciones de Ziegler despertaron respuestas en Brasil, que salió a aclarar ayer que los plantíos de caña de azúcar para generar biocombustibles no afectan la producción de alimentos. La Secretaría de Comunicación de la Presidencia señaló que la superficie dedicada a los alimentos en Brasil no se redujo a pesar de que el volumen de biocombustibles esté creciendo sostenidamente.
Un vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores brasileño dijo a la prensa que el relator Ziegler probablemente no quiso hacer referencia a Brasil, donde el etanol se extrae de la caña de azúcar. Según la fuente diplomática, Ziegler se refirió al etanol producido en los Estados Unidos, a base de maíz, que es responsable por el aumento de ese cereal. El ministro de Agricultura brasileño, Reinhold Stephanes, afirmó que «todo avance del biodiésel en Brasil se da en áreas de pecuaria y no perjudica la explotación de alimentos […] Brasil está fuera de ese escenario catastrófico.»
La polémica por la influencia de los biocombustibles en el aumento de los alimentos se convirtió en un tema central de la conferencia regional de la FAO (organismo de la ONU para alimentación y agricultura) que comenzó ayer en Brasilia. Los técnicos de la FAO pidieron más apoyo para la agricultura familiar en América latina, como forma de garantizar la seguridad alimentaria en tiempos de crisis. La entidad también advirtió que el aumento de la producción mundial de biocombustibles amenaza con limitar el acceso de la población más pobre de América latina a los alimentos.
Agencias EFE, AFP, ANSA y Reuters
Fuente: La Nación