La Argentina podría saltar a las 6 millones de toneladas en dos años.
ARMSTRONG, Santa Fe.- El mapa agrícola internacional presenta al país una oportunidad histórica para superar su capacidad productiva y ser primer el proveedor del mercado aceitero. «El desafío es producir 6 millones de toneladas de girasol, o sea ocupar 3 millones de hectáreas», dijo Luis González Victorica, presidente de la Asociación Argentina de Girasol (Asagir).
El planteo es no dejar pasar «el momento» que ofrece el mundo a la Argentina, y llegar a esa meta en dos años. Jorge Ingaramo, asesor económico de Asagir, afirmó que no es una meta imposible. Se trata de ajustar el paquete tecnológico para subir el rendimiento nacional promedio de 18 a 20 quintales por hectárea, y sumar 400 mil hectáreas en las zonas donde el girasol fue desplazado.
Ingaramo señaló, además, durante la conferencia de prensa que la institución realizó en Expoagro, que «la Argentina puede convertirse en el principal exportador de aceites y harinas».
Dos circunstancias mundiales presentan al país este momento único: el gran aumento de la demanda mundial de aceite, especialmente de alta calidad, y los inéditos precios internacionales de la oleaginosa, que se recuperaron en escalada, luego de la precipitada baja de precios de 1999.
Otro factor que, según Ingaramo, allana el camino para el girasol es que «nuestro gran competidor, el aceite de colza, se destina cada vez más a la industria de biocombustibles» ya que Europa tiene un plan de desarrollo de biodiésel. Esto plantea un panorama mundial casi sin competidores. «El mundo pide girasol, éste es el momento», señaló Ingaramo.
Frente a esta inusual oportunidad, surge una duda: qué ocurriría si los precios mundiales se derrumbaran como en la campaña 98/99. Ingaramo brindó a los productores su argumento: «aquella situación coincidió con el ingreso al mercado de la palma producida en Asia, por eso el aceite de girasol llegó a valer, en Rotterdam, apenas US$ 413 la tonelada». Sin embargo, hoy el aceite de girasol vale más de US$ 1800 y, en su opinión, el riesgo de que ese episodio se repita es muy bajo.
Lo cierto es que, si la propuesta de Asagir es bien recibida por los productores, el país estaría aportando al mundo un 7,7% más de aceite de girasol y un 0,6% más al mercado total de aceites.
Asagir presentó en Expoagro su Congreso Nacional 08, que tendrá lugar en la localidad chaqueña de Charata, entre el 28 y 29 de mayo. Es que, la región del Noreste Argentino puede ser el motor de la explosión del girasol. Carlos Feoli, coordinador técnico de Asagir, señaló que «sólo en el norte el horizonte productivo puede ser de 1 millón de toneladas».
González Victorica indicó que «en el congreso se van a proponer prácticas y estrategias de manejo con última tecnología», y pronosticó que, «con el avance de la tecnología en el girasol, las próximas campañas estarán en los niveles de Francia, donde el 70% de la superficie del cultivo se siembra con materiales alto oleico». En cuanto a los precios destacó que «estamos 100 dólares por arriba de la soja, es decir que están dadas la condiciones para que la Argentina ocupe el lugar que el mundo necesite». Y señaló que «no podemos desaprovechar que la colza avanza en Europa, por lo que hasta nuestros principales competidores, como Ucrania, nos vienen a comprar girasol».
Por Elina Moreno
Para LA NACION
Fuente: La Nación