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Biodiesel en Argentina, una industria que beneficia al país

En los últimos 5 años, la producción de biodiesel se sumó como un eslabón más de agregado de valor al complejo agroindustrial Argentino, consolidando uno de los mayores polos de producción a nivel mundial, con tecnología y escala que lo ubican entre los más eficientes del mundo.     

La industria del biodiesel en Argentina mostró un crecimiento explosivo desde sus comienzos en 2007, año en que se produjeron cerca de 180.000 toneladas, pasando a 2,4 millones de toneladas para el año 2012, consiguiendo un incremento de más de 13 veces en 5 años de vida.

 ¿Que es el Biodiesel?

Es un combustible renovable integrante del grupo de las bioenergías, sucedáneo del gasoil, producido a partir de la modificación de aceites vegetales o grasas animales, por vía del proceso químico denominado transesterificación.

Este proceso requiere, además, de las presencias de aceites vegetales o grasas animales convenientemente preparadas (desgomado), un alcohol liviano anhidro –el más usual y eficiente es el metanol– y un catalizador (el más usado actualmente es el metilato de sodio).

Como subproductos del proceso industrial, surgen el glicerol –que luego de concentrado y refinado en distintos grados, se convierte en glicerina– y ácidos grasos, que se destina principalmente a la industria cosmética (jabones, pasta de dientes, entre otros).

Desde 2007 a la fecha se creó una industria de biodiesel de clase mundial, la que inicialmente se orientó al mercado externo y luego sumó a dicha actividad, la atención del mercado interno.

La Ley 26.093 y sus normas complementarias regularon, entre otras cuestiones, el uso obligatorio de biocombustibles en cortes con combustibles minerales, dentro del mercado interno.

El año 2010 fue el de la incorporación de los biocombustibles a la matriz energética nacional, cuando se puso en marcha el programa de corte de gasoil con biodiesel por mandato de la Ley 26093 DR 109/07.

Este corte fue inicialmente de un 5%, estableciéndose un aumento posterior a partir del mes de agosto de 2010, que implicó la obligación de incorporar un 7% de biodiesel en el gasoil. La distribución de cupos para el mercado interno realizada por la Secretaria de Energía de la Nación, para los meses de abril a junio de 2013, muestran un crecimiento progresivo del corte obligatorio del 10%.

Actualmente, Argentina está en condiciones de abastecer la demanda interna y sigue buscando soluciones alternativas para poder introducir este producto en otros mercados.

CARBIO ha realizado ensayos con la colaboración de empresas y técnicos muy renombrados de nuestro país, con exitosos resultados que demostraron la viabilidad técnica de poder aplicar mezclas de B10 y B20 en motores diesel para el transporte, maquinaria agrícola y el uso de estas mezclas en la generación de energía eléctrica.

El cuarto productor

Destacamos que Argentina llegó a posicionarse como el cuarto productor y primer exportador mundial de biodiesel (con un volumen exportado en el 2012 de más de 1,5 millones de toneladas y un valor cercano a los 1.770 millones de dólares), habiendo realizado para esto inversiones que superan los 5.300 millones de pesos.

En la actualidad hay unas 30 plantas de Biodiesel en el país; la mayoría se ubican en la provincia de Santa Fe, cercanas a Rosario, pero también hay presencia de la industria en otras 6 provincias, con una capacidad instalada de producción actual de aproximadamente 3,6 millones de toneladas año.

Esta industria generó más de 6.000 nuevos puestos de trabajo hasta el momento entre empleos directos e indirectos. A todo esto, además, debemos adicionar más de 3.500 operarios que trabajaron en la construcción de las plantas, y operarios involucrados en la radicación de industria conexa como ser proveedores de insumos para la producción de biodiesel.

En consecuencia, la producción de Biodiesel en Argentina permite consolidar una fuerte industria nacional, que destina su producción al mercado interno e internacional, que hacen a: — Una mayor diversificación de la matriz energética nacional. — Aumentar la independencia energética (sustitución de importaciones de gas-oíl), con un producto de fabricación 100% nacional. — Sostener la competitividad del complejo sojero Argentino y los ingresos de divisas al país, ya que la producción de biodiesel representa una adición a la demanda de aceite, y esta mayor demanda sostiene a todo el complejo sojero argentino (considerando que Argentina tiene una importante influencia en los mercados internacionales de este producto).

Caída en las ventas al exterior

Hoy a través del biodiesel, se convierte al aceite en una manufactura de origen industrial, y ampliamos los destinos de exportación del complejo sojero, sumando valor agregado.

Sin embargo, y debido principalmente a la incertidumbre en los mercados que provocó la injusta apertura de una investigación por anti-dumping y anti-subsidio que impuso la Unión Europea contra nuestro país, la industria argentina de biodiesel sufrió desde el segundo semestre de 2012 una abrupta caída en los niveles de producción (actualmente la industria está utilizando tan sólo un 40% de la capacidad instalada), ya que las ventas mensuales al exterior se redujeran de 160 mil toneladas en el período enero-agosto de 2012 a 75 mil toneladas por mes en promedio durante el último cuatrimestre del año pasado, y no se han recuperado hasta el presente.

Por primera vez las exportaciones argentinas de biodiesel sufren una caída interanual de sus exportaciones. La industria perdió, en cuestión de meses, su rol de líder en los mercados internacionales, por esta infundada denuncia que solo procura evitar la entrada de nuestro biodiesel a la Unión Europea, buscando de esta manera industrializar las materias primas en destino y por ende «primarizar» nuestras exportaciones, quitando valor agregado a nuestra industria.

A partir de esto la industria argentina de biodiesel, junto con autoridades nacionales de Cancillería y otros estratos de gobierno, se encuentra trabajando en revertir esta situación, la que esperamos que devenga en un cierre de las investigaciones sin la imposición de aranceles a nuestro país para acceder al mercado europeo.      Por todo esto sostenemos que es estratégico para nuestro país seguir promocionando el mayor uso interno del biodiesel, no sólo para mantener los niveles de capacidad de producción instalada y de empleo que generó la industria desde sus comienzos; sino a su vez, para seguir contribuyendo a la independencia energética nacional.

Así como Brasil potenció el etanol de caña y EE.UU. el etanol de maíz, en Argentina contamos con el biodiesel de soja como herramienta para el agregado de valor sobre la cadena sojera, en función de la gran importancia estratégica que este complejo tiene para la economía nacional ya que incrementa la balanza comercial, colaborando con la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.

CARBIO sigue aunando fuerzas en búsqueda de soluciones, más allá de las coyunturales, que retomen el camino de crecimiento de esta industria en forma sostenible y agregando valor a la economía Argentina.

Ingeniero Víctor A. Castro (*)

(*) Director Ejecutivo de CARBIO

Fuente: La Nueva

Fimaco

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