Investigadores de Neiker Tecnalia estudian microalgas con lípidos para obtener un combustible más rentable y que reducirá emisiones de CO2 .Patxi Arostegi | Bilbao.
La crisis económica está disparando el precio de los combustibles empleados para alimentar los automóviles de los ciudadanos. Las grandes multinacionales del sector buscan nuevos biocombustibles alternativos y más baratos que puedan convertirse en una respuesta rentable a las fuentes energéticas actuales como son el petróleo o el gasóleo, cada vez más escasas y con una vida útil más limitada para su consumo.
El centro tecnológico vasco, Neiker Tecnalia, ha dado solución a esta problemática social con el desarrollo de un proyecto que investiga la composición de microalgas que puedan servir para poder producir un biodiésel más rentable económicamente y respetuoso con el medio ambiente.
«Durante estos últimos años las microalgas están siendo consideradas en mundo de la investigación internacional como una materia prima para elaborar biodiésel. Por ello hemos optado por mejorar los procesos de su cultivo y de obtención de estos combustibles del futuro», indican los investigadores responsable del proyecto pionero.
La pionera iniciativa tendrá una duración de dos años y para su desarrollo contará con una inversión de un millón de euros. El ambicioso proyecto denominado Energreen dispone de fondos europeos y tiene como objetivo abordar en el laboratorio «todas las fases de transformación de las microalgas en biodiésel», describen desde Neiker Tecnalia.
Los investigadores mejorarán los métodos tradicionales en el cultivo de microalgas mediante la modificación del metabolismo de esta planta marina para que las algas «acumulen más aceite en formato de lípidos», describen Una vez conseguida esta primer objetivo en el estudio, los investigadores del centro tecnológico desarrollarán un novedoso sistema de extracción para la posterior transformación de las algas en biodiésel con métodos químicos tradicionales y «enzimas inmovilizadas en soportes magnéticos», subrayan desde el equipo responsable de la investigación.
Extraídos los lípidos en aceite de las microalgas, los científicos esperan lograr una biomasa residual que será aprovechada para obtener finalmente el biogás a través de un pionero sistema de «digestión anaeróbica». «Consiste en someter al residuo a un proceso de descomposición en ausencia de oxígeno para obtener distintos gases», detallan desde Neiker Tecnalia.
Entre las principales ventajas que ofrece este proceso innovador destaca la producción de un biocombustible renovable a lo que une su capacidad para «absorber elevadas cantidades» de gases CO2 que los combustibles convencionales suelen emitir sobre la atmósfera.
«El biodiésel es biodegradable y no provoca el denominado efecto invernadero del petróleo porque el dióxido de carbono que libera su combustión es absorbido por las plantas y árboles a diferencia del producido por el diesel del petróleo que es más contaminante», concluyen desde Neiker Tecnalia.
FUENTE: EL MUNDO/ESPAÑA