biodiesel de argentina

Los productores europeos dicen que son perjudicados porque el biodiésel argentino tiene tasas preferenciales

Acusan al país en la UE por dumpingcolor.Por Luisa Corradini.

PARIS.- Los productores europeos de biodiésel denunciaron a la Argentina ante la Unión Europea (UE) por dumping. El bloque estima que el sistema de tasas diferenciales a la exportación que existe en el país «fragilizan» la industria continental, en particular en aquellos países que no disponen de estímulos de sostén fiscal, como en el caso de Italia.

«El carburante fabricado en la Argentina [.] llega a las puertas de Europa al precio del aceite de soja antes de ser transformado», afirma Jean-Philippe Puig, director general de Sofiprotéol, grupo industrial y financiero de la rama francesa de oleoproteaginosos.

Para poner fin a esa competencia desleal, la Asociación de Productores de Biodiésel presentó el lunes pasado ante la Comisión Europea (CE) una denuncia por dumping con la intención de que el órgano ejecutivo del bloque «instaure derechos compensatorios», indicó a LA NACION Catherine Bozon, portavoz de Sofiprotéol.

Esta no es la primera vez que la organización recurre a este procedimiento. En 2009, los productores europeos ganaron una batalla similar contra el dumping practicado por Estados Unidos.

«Desde hace tres años son las importaciones argentinas e indonesias las que amenazan a los productores europeos», precisó Bozon.

En tres años, esas importaciones de la UE aumentaron un 25% alcanzando 2,6 millones de toneladas, según Sofiprotéol. En la actualidad, el combustible fabricado a partir de oleoproteaginosos en el extranjero representa un 21% del mercado comunitario (11,36 millones de toneladas en 2011), sobre un total de 3 millones producidos localmente.

Los principales países exportadores son la Argentina (1,4 millones) e Indonesia.

El problema para los productores europeos es que prácticamente el 90% de las importaciones de la UE proceden de países que practican una política de sostén directo o indirecto de las exportaciones (Estados Unidos hasta mediados de 2009, y ahora la Argentina e Indonesia). Gracias a esas ayudas a la exportación, los exportadores argentinos se benefician con una ventaja estimada por Sofiprotéol en 100 dólares por tonelada.

Pero tanto la Argentina como Indonesia y Malasia también se benefician con un «sistema de preferencias generalizadas» de la UE que exonera sus importaciones de biodiésel con un 6,5% de derechos a la importación, que se aplican normalmente a ese combustible cuando entra en el espacio europeo. Si bien la situación actual concierne a la mayoría de los países del bloque, los países más afectados son España e Italia.

En Italia, donde el mercado se abrió totalmente en 2009, las importaciones representan actualmente un 70 por ciento del consumo, mientras que la producción nacional se redujo 40 por ciento. De ese total, el 90 por ciento proviene directa o indirectamente de la Argentina e Indonesia.

En un país en crisis, ese ingreso masivo de biocombustible a bajo precio provocó el derrumbe de la industria nacional: de las 18 fábricas italianas que existían en la península, ocho cerraron y cinco se encuentran en paro técnico.

España, por su parte, decidió hace unos meses cerrar sus fronteras al biodiésel argentino. Desde fines de abril de 2012, Madrid aplica una política de cuotas que sólo autoriza el acceso a su mercado a productos fabricados en plantas europeas. Esta política tiene sus riesgos para la UE, ya que la Argentina podría dirigir hacia otros países europeos -por ejemplo Italia- sus exportaciones destinadas a España.

Según datos de fuentes argentinas retomados por la prensa española, el 59,5% del total (otras estimaciones hablan de un 53%) de las exportaciones totales de biodiésel argentino se destinaban hasta comienzos de año a España. En términos económicos esas cifras representarían entre 1000 y 1200 millones de dólares.

Francia, por su parte, no tiene intenciones de cerrar el acceso al biodiésel argentino en sus mercados: «Una medida contraria a las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC)», subrayó Bozon. «Pero sí esperamos que la Comisión instaure derechos compensatorios antidumping».

El biodiésel es mucho menos conocido por los automovilistas franceses que el etanol, fabricado mediante la fermentación del azúcar. Esa rama de la industria representa, sin embargo, una cifra de negocios de unos 2700 millones de euros, mientras que el etanol genera cerca de 600 millones.

En Francia, los sectores del biodiésel y del bioetanol representan más de 11.000 empleos directos e indirectos, repartidos en 29 sitios industriales. En un país cuya tasa de desempleo acaba de superar el 10%, y los planes de despido se multiplican, la amenaza que hace planear el biodiésel argentino sobre la actividad es considerada cada vez con más alarma..

FUENTE: LA NACION

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