A las puertas de un mar de negocios en toda la cadena.Por Fernando Bertello | LA NACION.
Pablo Sívori, del Prosap, en el congreso de Maizar: Para los clusters se genera una participación público-privada. Foto: Mauro Alfieri
De ser una máquina de transformar insumos en rinde cada vez que tiene condiciones normales para hacerlo, el maíz se está lanzando a otra misión: convertirse en un poderoso articulador de nuevos negocios tanto al interior como hacia el exterior de la cadena, buscando la conformación de clusters y vínculos con otros actores, ya sean organismos públicos, universidades y hasta ONG. Ese fue, precisamente, el camino que intentó trazar el Congreso Maizar 2012, realizado esta semana en Buenos Aires. El maíz hoy es una locomotora que alimenta otras actividades, como la lechería, la ganadería de carne, la producción porcina, la avicultura e, incipientemente, se abre paso en el país con la llegada de los biocombustibles. Pero el cultivo parece no tener techo. Y hay tres grandes áreas para explorar más: biocombustibles, clusters y nutrición. «Una de las cosas que puede hacer la cadena del maíz es atraer actores para buscar nuevos mercados, diversificarlos y generar más empleos», dijo Mariano Bernárdez, director de Performance Improvement Institute, de Chicago.
Bernardez, un argentino reconocido mundialmente en la generación de cambios organizacionales, llegó al congreso de Maizar con el concepto de «ecosistemas de negocios», que llevado al ámbito de las cadenas de valor apunta a potenciar e incubar negocios y empresas. De hecho, con un fuerte apoyo de un programa universitario tendiente a la capacitación y a la conexión con inversionistas interesados en desarrollar proyectos, en Sonora, en el nordeste de México, en seis años se logró crear 11.300 nuevos puestos de trabajo.
«Se desarrollaron cinco clusters, con 10 a 15 empresas cada uno», contó Bernárdez, que tuvo una activa participación en ese proyecto que tendía a «graduar compañías».
Así, en el sur de Sonora se logró crear clusters de tecnologías de la información, la industria aeroespacial, real estate, ecoturismo y agronegocios. Respecto de este último rubro, productores de cerdo que antes vendían a 3 o 4 dólares el kilo de animal en pie pasaron a producir alimentos preparados y hasta una marca propia de un jamón ibérico que colocaron en una cadena de restaurantes al estilo del Museo del Jamón. «Sólo con el jamón más que triplicaron la rentabilidad. Vendían a 3 o 4 dólares el kilo vivo y pasaron a 60», precisó el especialista.
En esa experiencia participaron unos 200 productores porcinos, 20 de ellos grandes. Se vincularon con supermercados y algunos se asociaron con inversores interesados en la experiencia de los restaurantes.
También hubo otra movida con la tortilla de maíz, un producto emblemático en México. Productores que antes sólo comercializaban su maíz o hacían tortilla de manera artesanal se contactaron con un reconocido chef de los Estados Unidos que diseñó una línea de tortillas que ahora se vende en restaurantes de ese país con la marca del chef.
Oportunidades
En este contexto, para Bernárdez, en la Argentina la cadena del maíz tiene oportunidades para generar más ecosistemas de negocios. Uno de ellos es biocombustibles. Pero también el rubro nutrición y salud son otros dos ítems por explorar (ver aparte).
Sobre biocombustibles, Patricio Gil Schreckenberg, un argentino que se encuentra realizando un doctorado sobre biogás en Alemania, brindó datos interesantes sobre lo que está ocurriendo allí.
En ese país, el biogás, que nació como una tecnología para resolver los problemas de los efluentes en establecimientos estabulados, hoy cuenta con unas 6800 plantas. Y hay más: el 20% de la generación eléctrica proveniente de energías renovables es aportada por el biogás. Para fines de 2012, Alemania tendrá una capacidad eléctrica instalada de 2900 MW, equivalentes a 2,6 centrales nucleares Atucha I y Atucha II de la Argentina.
Por lo pronto, en Alemania hay 4,9 millones de hogares que son abastecidos con «E-biogás». Muchos productores que «inyectan» energía a la red pública obtienen 30% más de valor que la energía común.
¿Y qué aporta el maíz en esta historia? En 2011, 700.000 hectáreas de maíz tuvieron como destino el biogás a partir del picado de planta entera del cultivo. «Allí crece 10% por año el maíz para biogás», señaló Martín Fraguío, director ejecutivo de Maizar.
En la Argentina, el biogás es una asignatura pendiente. Sin embargo, asoma el bioetanol de maíz. De hecho, cuando termine 2012, el país ya tendrá tres plantas funcionando: Bio4 en Río Cuarto, Vicentín en Avellaneda, Santa Fe (con sorgo y maíz) y Porta en Córdoba.
En el congreso de Maizar, Oscar Solís, subsecretario de Agregado de Valor y Nuevas Tecnologías, contó sobre algunos proyectos en marcha para generar negocios con el maíz a través de una interacción público-privada y con financiamiento. A modo de ejemplo, en el Valle Inferior del Río Chubut se está trabajando para poner bajo riego 30.000 hectáreas y avanzar en negocios de feedlot, frigoríficos, carne y bioenergía. En esa zona ya se invirtieron US$ 17,8 millones, sobre un total estimado de US$ 31,9 millones.
Maizar está ayudando, por ejemplo, al desarrollo del maíz en esa región.
Solís dijo que también hay un proyecto en una región del este de Catamarca y oeste de Santiago del Estero que hoy tiene 250.000 cabezas bovinas, pero que podría llegar al millón de animales con un ecosistema de negocios.
También Pablo Sívori, integrante del Programa de Servicios Agrícolas Provinciales (Prosap), destacó la importancia de generar clusters con una interacción público-privada, en este último caso aportando no sólo financiamiento sino capacitación. De hecho, se está trabajando sobre 14 clusters que van desde el cluster quesero de Villa María [agrupa a 900 tambos y 100 pymes] hasta el cluster semillero de Pergamino-Venado Tuerto, que reúne 337 obtentores, 716 comercializadoras, además de laboratorios y multiplicadores.
Hay más ejemplos de agregado de valor. Mendoza, que hasta hace seis años mandaba el 100% de sus terneros a otras provincias, hoy ya tiene 13 establecimientos de engorde a corral y 40.000 animales se están terminando allí, sobre un total de 150.000 terneros producidos. «Hay mucho por hacer en Mendoza y lo estamos haciendo con maíz», dijo Rodrigo Troncoso, gerente de la Cámara Argentina de Feedlot.
en voz alta
MARIANO BERNARDEZ
Consultor
«Hay países que multiplican los negocios que aumentan el potencial de los recursos que se tienen; aceleran y facilitan los negocios para estimular el crecimiento de las cadenas».
PATRICIO G. SCHRECKENBERG
Experto en biogas
«En Alemania el biogás ya no es futuro, sino una realidad. Ellos decidieron aplicar el biogás al sector agropecuario. Ya tienen 6800 plantas y apuntan a llegar a 13.000 en 2020»
RODRIGO TRONCOSO
Cámara Argentina de Feedlot
«Hoy en la provincia de Mendoza el criador puede vender sus animales con menos gastos y los frigoríficos faenar con más hacienda gracias al cultivo de maíz»
OSCAR SOLIS
Subsecretario de agregado de valor
«Nuestro objetivo es crear empresas con valor agregado en origen y en zonas menos favorecidas, apoyando con asesoramiento y tasas subsidiadas»
ALBERTO MORELLI
Presidente de Maizar
«En Maizar no sólo trabajamos para solucionar los problemas de coyuntura. También pensamos en el largo plazo. La producción de etanol es una buena oportunidad»
Alternativas de crecimiento en todos los sectores
Carne vacuna
La ganadería permite crear en torno a ella y al maíz clusters productivos.
Lechería
Se estima que consume 2,6 millones de toneladas del cereal y que seguirá en alza.
Se está impulsando la siembra en nuevas regiones, incluso bajo riego.
Cerdo
Demanda unas 700.000 toneladas del cereal y se estima un mayor consumo.
Salud
La industria farmacéutica prepara diversos antibióticos con maíz.
Nutrición
Hay oportunidades para el cereal en un mundo con mayor población.
Biocombustibles
El etanol y el biogás son dos opciones que están bajo desarrollo en varios países.
RESUMEN
33% del área con maíz
en Alemania este año se destinará para la producción de biogás, una energía renovable alternativa.
30.000 son las hectáreas
bajo riego que se busca poner en producción en el Valle Inferior del Río Chubut, apuntando a un cluster productivo.
38.000 son los terneros que Mendoza, que antes enviaba a engorde a otras provincias el 100% de los animales que producía, hoy logra engordar en su territorio..
FUENTE: DIARIO LA NACION