La firma rosarina invierte en innovación para el biodiesel
Keclon trabajará con investigadores del Conicet y la UNR para generar enzimas que eliminen impurezas.
Rosario continúa dando qué hablar en el campo de la biotecnología.
Ayer se presentó en sociedad la nueva firma rosarina Keclon, la primera empresa argentina de biotecnología que recibió una inversión de 600 mil dólares provenientes de fondos de capital emprendedor y que nació producto de una demanda de la propia industria de los biocombustibles, ya que se enfocará en la generación de enzimas para mejorar la calidad, eficiencia y los costos de producción del biodiesel de origen vegetal.
Ubicada en el epicentro de una región líder en la producción de biodiesel como es Rosario, Keclon además llega para confirmar que es posible unir el mundo empresario con el académico. Estableció un acuerdo de cooperación de investigación y desarrollo con el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y con la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Además, el proyecto cuenta con otra perlita: la participación del chileno Pablo Valenzuela, un pionero en en el mundo de los biocombustibles.
La presentación oficial de la empresa se realizó ayer en Buenos Aires y contó con la presencia del ministro de Ciencia y Tecnología de la Nación, Lino Barañao; el secretario de Ciencia Tecnología e Innovación Productiva de Santa Fe, David Asteggiano; el director del Instituto de Biología Molecular de Rosario, Alejandro Vila, y el decano de la facultad de Bioquímica de la UNR, Esteban Serra; entre otras autoridades y miembros de la empresa.
El camino. Keclon —que se dedicará durante los próximos dos años al desarrollo de nuevas enzimas para la producción de biodiesel— comenzó a gestarse un año atrás cuando un grupo de referentes de la biotecnología detectó la demanda de los productores de biodiesel, y salió a la búsqueda de inversores.
Ahora arranca la etapa de conseguir desarrollar el prototipo industrial que les permitirá escalar en la producción de las enzimas y si todo sale como está planeado en 24 meses se anunciaría la puesta en marcha de una planta para llevar adelante la producción y lanzar el producto al mercado argentino, y luego al brasilero.
Keclon está liderada por un equipo de emprendedores y científicos reconocidos internacionalmente y con gran experiencia en todos los aspectos de la investigación, desarrollo de negocios biotecnológicos y comercialización, como el Dr. Hugo Menzella, investigador de Conicet en la Universidad Nacional de Rosario (UNR); Leandro Vetcher, fundador y CEO de Green Pacific Biologicals, Inc, el Dr. Salvador Peirú, científico de la UNR y Conicet, y Sebastián Bernales, investigador en la Fundación de Ciencia y Vida de Chile (FCV) y Director de I D, en Medivation, Inc.
La flamante firma cuenta con la participación de emprendedores en biotecnología y de inversores de capital emprendedor de renombre internacional, entre los que se destacan el científico chileno Valenzuela, pionero de la biotecnología industrial, cofundador de Chiron Corporation y actual presidente de la Fundación Ciencia para la Vida; el Fondo AxVentures-Pymar liderado por su fundador y socio gerente Lisandro Bril; y Eduardo Ergas, empresario chileno, con inversiones en empresas globales innovadoras en energías renovables.
Comercialización. La flamante firma utilizará ingeniería genética, biología sintética y técnicas de evolución dirigida, para generar enzimas nuevas y mejoradas que puedan reducir significativamente los costos de producción y proveer biodiesel de alta calidad; esto se realiza mediante la eliminación de las principales impurezas, de forma sustentable y económicamente competitiva, contó Leandro Vetcher, gerente de Keclon.
La empresa —que en una primera etapa funcionará en la facultad de Bioquímicas de la UNR donde alquilará un espacio— se abocará al desarrollo de enzimas diseñadas para la eliminación de impurezas principales en el biodiesel de origen vegetal, como los estéril glucósidos y monoacilglicéridos saturados, que generan la formación de materiales insolubles y comprometen la calidad y performance del producto final.
«El proyecto se desarrollará durante dos años y esperamos luego de ese tiempo poder salir al mercado. En una primera etapa en Argentina y luego en Brasil, pero también en otros países productores de biodiesel con otros vegetales como India, Alemania y Estados Unidos», contó Vetcher quien puntualizó que cuando llegue la etapa de comercialización el Conicet y la universidad recibirán regalías por las ventas que se generen.
El papel de las empresas y la academia
Durante la presentación de la empresa Keclon, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, Lino Barañao, habló sobre el papel que deben ocupar las empresas y el sector académico. En ese sentido, destacó que “ni es el rol de la universidad es convertirse en empresa, ni es rol de la empresa hacer la investigación de alto riesgo que eventualmente conduzca a algo que pueda tener un rédito económico”.
“Hoy sabemos que para que la información se convierta en bienes y servicios necesitamos el capital y que la información pura o el conocimiento puro sin un capital es inútil. La academia y la empresa tienen roles complementarios”, puntualizó el funcionario al tiempo que agregó: “Desde los 80 quedaba claro que esto debía ocurrir y Argentina prometía los mejores especialistas, pero no se daba porque faltaba complementariedad entre la academia y la empresa.
En tanto, el secretario de Estado de Ciencia, Tecnología e Innovación de Santa Fe, David Asteggiano, consideró que “los santafesinos estamos orgullosos, hace años que venimos trabajando y planteando junto a otras instituciones que Argentina puede y debe ser protagonista de la economía del conocimiento y este emprendimiento de Hugo Menzella y otros investigadores, del IBR y de la facultad de Bioquímica de la UNR, es una prueba emblemática de ello”.
“Conjugar desarrollo científico, capacidad emprendedora, políticas del estado coherentes sostenidas en el tiempo y capitales de riesgo o de inversión en empresas de tecnología, es el resultado de este emprendimiento biotecnología”, señaló Asteggiano.
La iniciativa se ubica de cara al mercado mundial de biocombustibles, que movilizó unos 18.000 millones de dólares en 2011 y prevé escalar a 71.000 millones en una década.LA CAPITAL.