Empresarios israelíes buscan suelo para montar una planta de biodiésel en Escombreras.
Quieren invertir más de 300 millones de euros en una fábrica que dará empleo en cinco años a más de 800 empleados.
La nueva refinería de Repsol atrae inversiones. Si primero fue una empresa surcoreana la que hizo oficial que montará una empresa de fabricación de lubricantes junto a la planta de la multinacional española, ahora es un grupo inversor israelí el que se ha fijado en la zona del Valle de Escombreras, y más concretamente en terrenos contiguos a la planta de refino de petróleo, para montar una fábrica de biodiésel a partir de aceite de palma.
Se trata de un grupo de empresarios de Israel que tenían previsto desarrollar su proyecto en Cataluña, pero que por problemas políticos decidieron cambiar de ubicación su negocio. Ahora buscan terrenos en seis ciudades españolas, entre ellas está Cartagena y varias andaluzas así como dos portuguesas, según explicó un portavoz de la Asociación de Solidaridad España-Israel, José Madrid.
El proyecto ya está redactado y según este empresario, la decisión de la ubicación la tomarán antes de que finalice este año. Madrid añadió que se trata de un negocio en el que se invertirían más de 300 millones de euros. Está dividido en dos fase.
Cinco módulos de producción
La primera de ellas se llevaría a cabo en los próximos cinco años con una inversión de 150 millones de euros y la creación de 800 puestos de trabajo directos. El proyecto prevé la construcción de cinco módulos para la destilación de aceites procedentes de palmas.
La primera fase se divide a su vez en otras tres. La primera de éstas se desarrollaría en 18 meses. Desde esa fecha hasta el mes sesenta se realizarían las otras dos fases de ampliación, hasta conseguir una producción de refinado de 96.000 toneladas de aceite de palma.
Los empresarios israelíes buscan una ubicación dentro del complejo del Valle de Escombreras cercana a los muelles de carga y junto a la nueva refinería, donde se ubicarían los depósitos de recogida de aceites. Hasta la fábrica se transportaría a través de tuberías.
El aceite, según explicó José Madrid, está previsto que se importe de Sierra Leona donde ya hay grandes producciones de palmas.
La segunda fase se comenzaría a construir según la demanda de biodiésel, pero está previsto que se pueda llevar a cabo en los siguientes cinco años, tras finalizar la primera. En ella se invertirían otros 150 millones y se crearían otros 800 puestos directos, aproximadamente.
Asociación de Solidaridad España-Israel es un colectivo de empresarios que se dedica a buscar inversiones para traerlas al país. Sus miembros están ahora en conversaciones con los empresarios para ultimar los detalles de este proyecto.LA VERDAD/ESPAÑA.