Se trata de una iniciativa con una doble vertiente sostenible: eliminar una fracción significativa de las emisiones de dióxido de carbono y aprovechar estas para obtener biomasa.
La empresa española Endesa desarrolla, a través de un proyecto de I+D+i financiado por Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA), un sistema de absorción de dióxido de carbono (CO2) con microalgas para reducir las emisiones de la industria y producir biocombustibles. Se trata de una iniciativa con una doble vertiente sostenible: eliminar una fracción significativa de las emisiones de CO2 y aprovechar estas para obtener biomasa de microalgas marinas.
Las microlgas tienen muchas ventajas respecto a las plantas oleaginosas –vegetales como la colza, el girasol, el olivo–, muy utilizadas para la producción de biomasa, y concretamente de biodiésel: tienen una mayor capacidad de absorción de CO2 y de producción de biocombustibles.
Además, no requiere de terrenos ni agua de calidad para su crecimiento, por lo que no consume recursos que pueden ser destinados a la agricultura.
El sistema experimental de captura de CO2 a partir de microalgas marinas se está desarrollando en la planta piloto que la eléctrica ha instalado en su central de Carboneras (Almería). Uno de los aspectos más importantes de esta línea de investigación es su ciclo integral sostenible: la planta de microalgas se alimenta de los gases de combustión de la propia central.
Estimaciones realizadas por Endesa apuntan a la captación de unos 30.000 kilos de dióxido de carbono al año, lo que equivale al CO2 que pueden absorber casi medio centenar de árboles.
En esta planta las microalgas se cultivan con el CO2 que produce la central a través de la fotosíntesis, aprovechando la radiación solar y el dióxido de carbono para obtener carbohidratos, hidrógeno y oxígeno.
El proyecto, denominado Valor CO2 y en el que participa el grupo de investigación Biotecnología de microalgas de la Universidad de Almería, pretende optimizar el crecimiento de las microalgas con nuevas estrategias de cultivo y desarrollar el concepto de biorefinería a partir de estos microorganismos, agua de mar y CO2 industrial como materias primas para producir biodiesel, biofertilizantes y otros productos.
Para la optimización del cultivo, los investigadores desarrollan tecnologías aplicadas a los fotobiorreactores. Un fotobiorreactor es un sistema de cultivo intensivo de microalgas que requiere la exposición a la radiación solar para que la fotosíntesis se pueda llevar a cabo y, como consecuencia, el crecimiento de la biomasa. Se trata de un dispositivo transparente con un receptor solar que contiene agua, en este caso del mar, donde crecen las microalgas de forma que lo que se puede apreciar en su interior es agua verdosa.
El objetivo de los estudios que se están llevando a cabo es controlar parámetros como temperatura, nutrientes o concentración de gases para conseguir una mayor productividad. Esta línea de experimentación se completa con la búsqueda de la especie de microalga más adecuada, de forma que se consiga combinar la mejor microalga y el fotobiorreactor con mayor rendimiento, minimizando además, el consumo energético.
Una microalga “gaditana”
Las microalgas utilizadas son marinas. Los cultivos han comenzado con el tipo llamado Nannochloropsis gaditana, aunque se probará con diferentes especies para aumentar el rendimiento de la planta.
Las pruebas han comenzado con dos tipos de fotobiorreactores instalados en la planta piloto, a los que se incorporarán otras dos tipologías más cuando finalice la ampliación de esta instalación de microalgas que Endesa está llevando a cabo.
Otra de las líneas de investigación se encamina a mejorar el rendimiento de las técnicas de recolección mediante la búsqueda de un método de cosechado que disminuya los costes. Uno de los principales problemas tecnológicos actuales radica precisamente en la recolección de esta biomasa, ya que resulta un proceso muy costoso económica y energéticamente debido al reducido tamaño de las células de las microalgas. Estos microorganismos son imperceptibles para el ojo humano, su tamaño oscila entre un rango de 2 a 15 micras, casi ocho veces más pequeño que el diámetro de un cabello, que mide 80 micras.
Endesa prevé patentar los desarrollos tecnológicos en valorización de biomasa además de la patente que ya ha obtenido del sistema de captura de gases.
Los resultados de este proyecto pueden aplicarse además, a industrias de sectores responsables de grandes emisiones de dióxido de carbono como cementeras, refinerías, etc.
La planta
La planta de microalgas de la central de Endesa en Carboneras es la mayor de este tipo en Europa. Cuenta actualmente con 500 metros cuadrados y a finales de este año se verá ampliada con otros 1.000 m2. La instalación de ensayo se gestó durante el proyecto CENIT CO2, desarrollado por un consorcio de empresas liderado por Endesa con el respaldo del Ministerio de Ciencia e Innovación. Su ubicación, la central almeriense, ha sido escogida estratégicamente por la eléctrica ya que las condiciones climáticas de esta zona favorecen el crecimiento y cultivo de estos microorganismos.INFOAMBIENTAL/ESPAÑA.