OPTIMISTA. En su convincente disertación, Claudio Molina demostró, con números concretos, porqué el futuro del campo es alentador para la próxima década. GENTILEZA NESTOR CARAM
Claudio Molina, un especialista argentino con proyección internacional, analizó el contexto actual que rodea a la oleaginosa y asignó a la Argentina la posibilidad de cumplir un rol fundamental en el mundo. Los cambios introducidos a la Ley 26093 permiten cortar las naftas con etanol y el gasoil con biodiesel.
A finales del mes pasado se llevó a cabo en la ciudad de Buenos Aires el principal encuentro organizado en el país por la Asociación de la Cadena de la Soja, Acsoja BA 2007. Uno de los paneles más importantes fue el referido al tema “El futuro del agronegocio de la soja en un contexto internacional favorable, frente a las nuevas reglas tributarias en la Argentina”.
Dicho panel, que fue coordinado por el especialista Julio Calvo, vicepresidente de Acsoja, contó con la presencia de Claudio Molina (director de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno); Fernando Miguens, Universidad Católica Argentina (UCA); Pablo Adreani (de la consultora Agripac) y Jorge Castro (de la consultora Planeamiento Estratégico Nacional).
En diálogo con LA GACETA Rural, Claudio Molina -especialista nacional e internacional en biocombustibles- sostuvo que la Argentina está atravesando una etapa de consolidación internacional como productor de oleaginosas y como productor de biocombustibles.
En 2007 -este año- se inauguraron en el país dos importantes plantas que producirán una notable cantidad de biocombustibles a base de la soja. Mientras que en 2008 se inaugurarán cinco plantas más, con una capacidad total para producir 1 millón de toneladas de biodiesel.
Los comienzos
En 2006 -hace dos años- el petróleo representó el 35% de la energía producida y consumida en todo el mundo.
Por ello, el gran desafío pasa, ahora, por buscar sustitutos a esta materia prima básica para la producción mundial de combustibles.
“El camino está marcado ,sin duda, para dar un vuelco hacia la oleoquímica y la alcoquímica, siendo en la actualidad los EE.UU. y Brasil los países que traccionan hacia la producción de etanol, mientras que la Unión Europea (UE) tracciona hacia el biodiesel”, dijo el experto argentino.
Toda la UE es un potencial comprador de biodiesel, que difícilmente el mundo entero pueda abastecer, dijo Molina.
La demanda de este combustible ya generó grandes expectativas y una gran revolución en los sistemas productivos.
Cabe recordar que a fines de 2004 los Estados Unidos promueve el desarrollo de los biocombustibles. En ese momento comienza el gran auge en todo el mundo.
Se estima que en unos 10 años, aproximadamente, el biodiesel representará más de la tercera parte (más del 33%) de la demanda de los aceites vegetales.
En la actualidad, en los Estados Unidos existen 135 plantas que producen, además, etanol en base a maíz, con elevados incentivos fiscales, habiendo este país logrado moler 74 millones de toneladas de maíz el año pasado, y haber producido más de 26 millones de metros cúbicos de etanol.
Mirando adelante
Las proyecciones indican que en la Argentina, por culpa de la gran caída que hubo en la extracción de petróleo en los últimos años, en los próximos 24 meses se comenzaría a importar grandes volúmenes de ese recursos no renovable.
Por ello, en breve, los analistas estiman que la Argentina tendrá que asumir un compromiso sobre qué rumbo querrá tomar en materia energética.
No hay dudas de que la incorporación de la siembra directa -como práctica agrícola- permitió que se ahorren muchos millones de metros cúbicos de gasoil en el país.
Sin embargo, si continúa el crecimiento en la siembra, llevará, indefectiblemente, a que aumente el consumo y se genere un déficit muy marcado en el abastecimiento de gasoil en la Argentina. Y esto resentirá el funcionamiento de todo el sistema de transporte, especialmente el de cargas, y el movimiento de casi el total de las maquinarias agrícolas.
Nuevos paradigmas
Molina sostuvo que en el mundo cambiaron los paradigmas. Además, señaló que hoy existe un desbalance en el mercado del petróleo, porque mientras creció la demanda, a su vez aumentó el déficit, lo que generó el nacimiento de un nueva matriz energética.
Gracias a la nueva Ley 26.093, se contempla el corte de las naftas de petróleo con “etanol” para las naftas y con “biodiesel” para el gasoil.
A partir de 2010 -dentro de dos años- se especula que se generará una demanda cautiva de entre 690.000 toneladas y 800.000 toneladas de biodiesel.
Para esa fecha, se espera una producción en la Argentina de 2,2 millones de toneladas de biodiesel y de más de 1 millón de toneladas de etanol, lo que generará un espacio importante para el negocio de los biocombustibles, que se consumirán tanto en el mercado local como que se generará un importante negocio exportador, finalizó Molina.
Fuente: La Gaceta