MARÍA FÉLEZ | CALAHORRA. Tras más de dos años en activo, la planta de biodiésel de Calahorra no es ajena a la crisis de su sector.La planta calagurritana se suma a las reivindicaciones de la patronal, que exige a Moncloa un mejor marco regulador.
LA FACTORÍA
Ubicación
Las instalaciones se encuentran ubicadas entre los polígonos de Rifondo y Tejerías.
Espacio
Una superficie de 180.000 metros cuadrados, de los cuales 60.000 están ocupados por el edificio.
Trabajadores
En la actualidad se siguen manteniendo los 35 trabajadores directos iniciales.
Inversión
70 millones de euros, la inversión está promovida por la sociedad Iniciativas Bioenergéticas.
El mayor problema del sector son las importaciones desleales.
Una orden ministerial ya pactada desde junio solucionaría la situaciónQue el sector del biodiésel no pasa por sus mejores momentos es más que evidente. Las factorías repartidas por España están al borde del abismo por la competencia desleal procedente de países como Argentina o Indonesia, de ahí que se hayan unido para exigir al Gobierno nacional que publique una orden ministerial que está lista desde junio y que ayuda a las empresas de biocombustibles de la Unión Europea contra el producto subvencionado de otros países. Algo similar, advierte la patronal del sector, a lo ya aprobado en Francia, Portugal, Bélgica o Grecia.
Esta orden ministerial consiste en que el Gobierno asigne unas cantidades de producción a las factorías españolas para que puedan atender la demanda del mercado nacional. «Está pactado que se establezca el doble de la demanda española para preservar la competencia en el sector», explican responsables de la factoría que hace algo más de dos años echó a andar en Calahorra. La planta, ubicada entre los polígonos Rifondo y Recuenco y promovida por la sociedad ‘Iniciativas Bioenergéticas’, entró en funcionamiento en el 2009 y sigue siendo una de las mayores en el ámbito nacional, aunque no es ajena a esta crisis que sufre el sector. «Nosotros nos sumamos a las peticiones realizadas por la Asociación de Productores de Energías Renovables, porque el gobierno tiene que cumplir su palabra y publicar ya la orden ministerial para que el problema deje de existir», comentan desde la planta calagurritana.
Una decisión paralizada
Ellos, como el resto del sector, saben cuáles son los principales problemas por los que el mercado de biodiésel no termina de arrancar. «Es imposible competir con la competencia desleal que llega de países como Argentina o Indonesia», especifican. «Otros miembros de la Unión Europea como Francia, Bélgica, Portugal o Grecia ya han tomado medidas en sus mercados nacionales de estas importaciones, pero en España la aprobación de estas asignaciones está paralizada, algo que no se puede permitir el sector», comentan los responsables de la empresa riojana.
En la actualidad, y no sin mucho esfuerzo, la planta calagurritana mantiene a los 35 trabajadores con los que comenzó un proyecto en el que se invirtieron más de 70 millones de euros. «El problema se solucionaría de forma inmediata con esa orden ministerial y además hay que tener en cuenta que el biodiésel disminuye de forma notable las principales emisiones de los vehículos, como son el monóxido de carbono y los hidrocarburos volátiles y puede consolidarse como la gran alternativa al petróleo», insisten desde la factoría calagurritana, cuyos dirigentes continúan esperanzados en que de una vez el Boletín Oficial del Estado publique la ansiada orden y permita la salvación de este sector.LA RIOJA.ESPAÑA.