Mientras en la oleaginosa irrumpe con fuerza el tratamiento profesional y la semilla lista para usar, en el cereal se destaca el apilado de más eventos.Fernando Bertello/LA NACION.
Como una ola imparable, la tecnología sigue sorprendiendo con novedades. Y la campaña 2011/2012 no será la excepción. En soja y en maíz, estará disponible para ambos cultivos una batería de tecnologías, herramientas y técnicas que apuntan a dar un nuevo salto de eficiencia y competitividad. En fin, otra apuesta fuerte de las empresas de insumos que llevó años de investigación e inversiones millonarias.
Y por lo que vislumbran en esas compañías, varias de ellas presentes esta semana en Mundo Soja-Maíz, los productores buscarán aplicar más tecnología, con relaciones insumo producto que, por ahora, juegan a favor. En maíz, por ejemplo, algunas empresas ya agotaron sus híbridos de más alto potencial, lo que demuestra que hay una demanda ávida. A nivel país habrá por lo menos un 15% más de maíz que la campaña pasada.
«Se va a apuntar a un paquete tecnológico que maximice el rinde», prevé Pablo Musante, responsable técnico de Agrofina en el sur de Santa Fe. En esa región, según el especialista, ya se habla de un incremento del 20% de la superficie con maíz. Cultivo por cultivo, en soja se destacan las siguientes tecnologías:
Tratamiento profesional en semillas y soja lista para sembrar: Nidera desarrolló un proyecto con Bayer (aportará terápicos, polímeros y la maquinaria para el tratamiento) y Biagro (proveerá preinoculantes) que empezará a estar disponible en esta campaña con semilla «fundadora de la empresa». El objetivo final es una semilla lista para usar y con mayor valor agregado. Además, con esto se eficientizan los tiempos de siembra y se logra una implantación más uniforme.
Para destacar, en el sector hay una tendencia marcada a aplicar sobre la semilla todos los productos que se pueda para, además de hacer más eficiente la producción, reducir cualquier impacto ambiental.
«Se trata de la posibilidad de tener tratada cada semilla con la dosis justa de producto, combinando más de cuatro o cinco principios activos, fungicidas, insecticidas residuales, nematicidas y productos vivos como inoculantes o promotores de crecimiento, además de cobertores o film protectores como polímeros», expresó Guillermo Alonso, gerente de servicio técnico de Nidera. «La aparición de inoculantes que permiten preinocular la semilla con más de 60 días desde su tratamiento también ayudarán a este proceso», añadió.
Como ya se mencionó, la empresa comenzará a tener disponible esta tecnología con semilla fundadora.
Aunque lanzada la campaña pasada, Syngenta tendrá disponible a mayor escala su tecnología Plenus, que va en la línea de una soja lista para sembrar.
La tecnología viene con las variedades elite de su marca SPS e incorpora fungicidas e insecticidas, un inoculante larga vida y un polímero.
Con esta tecnología, en la empresa ya observaron mejores coeficientes de logro en la siembra y más rindes.
«Los datos obtenidos en esta campaña dan que los valores promedio de logro de productores con su propia semilla están en un 66%, mientras que los lotes sembrados con nuestra tecnología están en un 92%. Esto significa más plantas con menos semillas sembradas», expresó Carlos Becco, director de soja para Latinoamérica Sur de la compañía. «En cuanto a los mayores rendimientos, el último verano se sembraron 30.000 hectáreas, aproximadamente, con esta tecnología y los rindes han sido en promedio un 3,4% superiores contra la misma variedad sin tratamiento», agregó. Hubo zonas con hasta 8% en favor de la tecnología.
Otra empresa que tiene la soja lista para usar es Don Mario, con Qmax. La desarrolló sobre variedades elite. «Tiene 85% de vigor y 95% de poder germinativo. En los ensayos de la firma [la tecnología] mostró una mayor uniformidad, 12% más de número de plantas logradas por hectárea y 30% más de radiación interceptada en estadíos tempranos del cultivo respecto de otros tratamientos», explicaron en la firma.
Más allá de la inoculación: bioinductores y nuevas tecnologías de molécula-señal.Según Ricardo Yapur, presidente de Rizobacter, la firma está impulsando fuerte Signum, una tecnología de bioinductores superadora en inoculación y que se llama así porque busca mejorar el intercambio de señales de reconocimiento entre la bacteria y la planta. Entre otras cosas, apunta a lograr que la planta forme nódulos más rápido y tome más nitrógeno del aire y menos del suelo. Como dato, se obtuvieron rindes de 200 kilos adicionales sobre la tecnología tradicional de inoculación y de 380 kilos por encima de la no inoculación.
Pero hay más novedades
Según Martín Díaz-Zorita, de Nitragin, la firma ya desarrolló y probó un nuevo producto de molécula-señal que incorporará más respuesta. Si ya había una respuesta del 50% con la tecnología de la molécula señal, con la nueva tecnología habrá otro 20% superior. Díaz-Zorita adelantó que habrá una nueva herramienta que mejorará aún más la calidad del tratamiento y la eficiencia en su proceso.
En Nitragin también prometen para los próximos meses más novedades con sus Centro de Tratamiento de Semillas (CTS) con tecnologías para «cubrir la venta de interés tanto del productor como el distribuidor y semillero», según subrayó Díaz-Zorita.
Tecnología STS-Ligate: esta será otra de las herramientas. Aunque en realidad el gen STS tuvo su origen, por parte de Dupont, a la par del gen RR de la multinacional Monsanto, en la actualidad hay dos factores que hacen atractiva la apuesta por la tecnología. Por un lado, la aparición de malezas duras para el glifosato, como rama negra, viola, parietaria, maíz guacho RR y gramíneas anuales primavero-estivales.
Por otra parte, recobra valor por la aparición este año del herbicida Ligate, una mezcla de dos sulfonilureas que controla todas esas malezas y, además, se puede aplicar en barbechos químicos largos (de mayo/junio) o cortos antes de la siembra, según contó Juan Otero, de la firma Dupont. En barbechos largos, la residualidad ronda los 150 días. Nidera y Don Mario tienen variedades con la tecnología.
Fertilización
En un contexto donde se va conociendo cada vez más sobre los micronutrientes, la fertilización con Boro es otra alternativa disponible, ya que se van conociendo más respuestas. El Boro es un elemento ligado a la floración y fijación de granos. En Bunge han observado en cuatro campañas un promedio de 210 kilos por hectárea de respuesta en la región pampeana.
Todo para el maíz
El maíz también estará de estreno con varias tecnologías.
Más control: una de las tecnologías nuevas es el Genuity VT Triple Pro, de Monsanto-Dekalb. Es una evolución de la tecnología MGRR2, ya que logra reunir en la misma planta la segunda generación de eventos para el control de insectos lepidópteros (aéreos), el primer evento para el control de ciertos insectos coleópteros (subterráneos), además de la tolerancia a glifosato. Así, incorpora tres áreas de protección.
Según la empresa, mantiene el control de diatraea y mejora de manera significativa el control de helicoverpa y spodóptera.
Para destacar, en la parte de insectos subterráneos controla la diabrótica o vaquita de San Antonio, una plaga muy distribuida en las diversas zonas maiceras.
Por esta plaga, las plantas pierden parte o, en casos severos, todo el sistema radicular. Como consecuencia de eso, se resiente la capacidad para tomar agua y nutrientes por parte de la planta. Ahora, ésta y otras tecnologías estarán disponibles para el cereal (ver aparte).
UNA NUEVA PLATAFORMA
Tendencia
Según Guillermo Alonso, de Nidera, el tratamiento profesional será la plataforma de despegue para una nueva forma de comercializar, saliendo de la bolsa de 40 kilos y apuntando a unidades tipo bag de 800 kilos, como ocurre en otros países
Debut
De la mano del herbicida Ligate, de Dupont, habrá más variedades STS en la campaña
PARA MEJORAR EL RINDE
Más apilados
Para el cereal se vienen nuevos productos como Vt Triple Pro de Monsanto, Viptera de Syngenta y Powercore de Dow AgroSciences
Fertilización
Se prevén más aplicaciones incorporando un elemento nuevo como el Zinc. Se han observado respuestas en zonas de altos rindes.
30 por ciento subirían en los próximos años los rindes del maíz con nuevas tecnologías.
20 por ciento crecería el área con este cereal en sur de Santa Fe, región clave para el cultivo.LA NACION.