La Universidad Nacional de Cuyo presentó el primero de dos vehículos con motores impulsados por una mezcla de gasoil con biodiesel producido en la Universidad, que los utilizará dentro de su Campus.
El acto tuvo lugar en la explanada del Rectorado, con la presencia del rector Arturo Somoza; los secretarios de Desarrollo Institucional, Daniel Pizzi; de Ciencia y Técnica, Carlos Passera, y de Bienestar Universitario, María Belén Alvarez. También participaron el ingeniero responsable de la planta productora de diesel, Vicente Fermento, y Warner Casotti, investigador de larga data en la producción de biodiesel.
En representación del Instituto de Energía, corresponsable del proyecto junto con la Facultad de Ingeniería, el ingeniero Jorge Barón calificó su puesta en marcha como “un hito histórico” en el marco de “la decisión política” de las autoridades universitarias de implementar “el Programa de Bioenergía y utilizar biodiesel producido por la Universidad a partir del año 2010”.
Barón explicó que el biocombustible es producido por una planta ubicada en la Facultad de Ingeniería “adecuado para suplementar y mezclar en una proporción de 20% con 80% de gasoil” (B 20). Al respecto señaló que la mezcla que se expende en las estaciones de servicio del país va de “B 5 a B 7,5”.
El proyecto –añadió- “tiene una perspectiva progresiva, con evaluación permanente de los motores y su rendimiento, que se propone como meta que lleguen a utilizarlo todos los vehículos y plantas de la Universidad”.
La iniciativa -finalizó- apunta a “un cambio en la matriz energética de la Universidad” y, a partir de ella, contribuir a la “concientización de la comunidad” tanto interna como externa.
“Este es el principio del cambio de la matriz energética”, enfatizó, a su vez, el secretario Pizzi. Un objetivo “complejo” que requiere de un creciente “trabajo interdisciplinario para entender el problema en toda su amplitud”, que se concreta en “una gimnasia entre equipos profesionales”, cada vez más profunda.
Pizzi adelantó, por otra parte, en el marco de esos equipos de trabajo se incluye a futuro “la investigación para llegar a producir energía desde microturbinas”.
Finalmente, el rector Somoza, tras felicitar a quienes han intervenido en la concreción del proyecto, destacó “la responsabilidad de la Universidad frente a un modelo mundial de consumo de energía cuestionado por estar basado en combustibles no renovables y que repercute en el cambio climático”.
Al respecto, señaló que la tarea universitaria se enfoca hacia la investigación y la educación “en el uso eficiente de la energía y teniendo en cuenta, también, la necesidad de no competir con la producción de alimentos, en el caso de los biocombustibles”.
“No es una cuestión de marketing -concluyó- sino de introducir racionalidad en toda la cadena productiva energética y la mejor forma de difundirla es comenzar por uno mismo”.PRENSA UN CUYO/MENDOZA OPINA.