La ministra de Ciencia y Tecnología, Cristina Garmendia, durante la inauguración de la VI edición de ‘Aerodays 2011’, en Madrid. | Angel Díaz
Con la escalada del petróleo por la crisis en el mundo islámico como telón de fondo, el crudo no podía pasar desapercibido en la VI edición de ‘Aerodays 2011’, que se ha celebrado esta semana en Madrid.
El alza del oro negro, a corto plazo, y la escasez, a largo, hacen cada vez más inevitable poner sobre la mesa el uso de biocombustibles que permitan, además, la reducción de las emisiones de CO2 producidas por la aviación.
Sin embargo, el uso de nuevos biocombustibles no será rentable para las aerolíneas hasta 2020, y solo «si se invierten 50.000 millones de euros», según el presidente de IAG e Iberia, Antonio Vázquez.
Durante su participación en las jornadas, el directivo instó a los gobiernos a que «asuman» el «reto» de ahorrar combustible y reducir emisiones. Esa idea fue también defendida por el presidente de Airbus, Thomas Enders, quien pidió a las autoridades «mucha inversión» para atajar «los desperdicios millonarios de queroseno» que emiten las líneas aéreas debido a la actual «gestión del tráfico aéreo», explicó.
En este sentido, Gobierno y las citadas empresas han firmado en el marco de este encuentro internacional un acuerdo para promover el uso de esta fuente energética. El objetivo del llamado ‘Proyecto integral de cadena de valor’ es promover y apoyar las iniciativas para desarrollar una cadena completa de producción de biocombustibles para la aviación española, el uso sostenible de los recursos desde la producción hasta el consumo en la aviación comercial, con una especial consideración en el análisis económico y técnico.
«La puesta en marcha del uso de biocombustibles de aviación en España, como proyecto integral de cadena de valor, es un objetivo que permitirá reducir nuestra dependencia energética del petróleo, dar mayor competitividad a nuestras compañías por su reducción de costes asociados al CO2 y crear valor y riqueza en otros sectores de la economía nacional» destacó el secretario de Estado de Transportes, Isaías Táboas, tras la firma.
Tom Enders, de Airbus, aseguró que «es una necesidad» en el sector para alcanzar «objetivos ambiciosos de reducción de CO2». Es más, el ejecutivo consideró que los biocombustibles «deben ser reservados principalmente para la aviación dado que nuestra industria no tiene otra fuente viable de energía alternativa».
Por su parte, Antonio Vázquez, afirmó las aerolíneas van a sufrir un «cambio radical» ante el agotamiento de los combustibles fósiles, por lo que la industria se enfrenta a un futuro «impredecible» puesto que «no se sabe» qué va a suceder cuando éste «escasee» por lo que se hace necesario centrar los esfuerzos en la búsqueda de nuevos combustibles para los aviones.
35.000 empleos directos en España
La encargada de inaugurar la VI edición de ‘Aeronautics Days Europe’ fue la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, quien resaltó la importancia de la industria aeronáutica europea, un «sector estratégico» que genera 35.000 empleos directos solo en España y unos 100.000 millones de euros anuales en toda Europa.
Garmendia destacó que el sector aeronáutico es un «gran aliado» porque se ha afianzado como un patrón de crecimiento «más sostenible». Solo en un día como el de la inauguración de las jornadas, más de 13 millones de personas se desplazaron en avión en todo el mundo, de ellas cerca de cuatro millones lo harán en la Unión Europea. En total, más de 200.000 aterrizajes y despegues en todo el mundo, destacó la ministra.
Un volumen que implica entre otros retos la optimización de las operaciones logísticas, la disminución del impacto ambiental, el ahorro energético o el desarrollo de energías «cada vez más seguras y eficientes».
Por ello, dijo, «ni Europa ni España pueden conformarse con ser menores consumidores de tecnología aeronáutica» sino participar y «protagonizar, cuando sea posible, la innovación tecnológica que va a revolucionar este sector en los próximos años y de las políticas públicas que puedan facilitar ese protagonismo».
En esta línea, consideró que el sector aeronáutico, que ha sido capaz de crear empleo durante 2009, en el periodo «más duro de la crisis», puede ahora actuar como «palanca de recuperación» por su impacto directo en la economía y por su capacidad para transferir con éxito tecnología a otras industrias.
Organizadas por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación, y la Comisión Europea, ‘Aerodays 2011’, el mayor evento aeronáutico de I+D de Europa, reúne a más de 1.400 expertos y representantes de más de 45 países, entre los que destacan EEUU, Canadá y Brasil, potencias mundiales aeronáuticas, y países emergentes como China, Rusia, Ucrania y México.
‘Royal Aeronautical Society’
Coincidiendo con los ‘Aerodays’, la Sociedad Aeronáutica Española (SAE) presentó la ‘Royal Aeronautical Society’, organismo británico con más de 100 años de antigüedad dedicada a la industria aeroespacial a nivel internacional.
La institución inglesa, que cuenta con más de 18.000 miembros en más de 100 países, ha servido de base para la fundación de la SAE, creada a «imagen y semejanza» de la institución británica, según informa el organismo en un comunicado.
Con el fin de acercar al público español el sector aeronáutico, varios dirigentes de la ‘Royal Aeronautical Society’ expusieron el funcionamiento y objetivos de la misma.
Concretamente, la SAE es una organización que pretende aglutinar a las fuerzas, actores y organizaciones del sector aeronáutico español con el fin de acercar la industria de la aviación a la sociedad civil. Cuenta actualmente con 400 miembros, entre los que se encuentran el fundador de Air Europa, Juan Manuel Gallego o el ex director general de Airbus España, Manuel Hita, entre otras personalidades del sector de la aeronáutica española.EL MUNDO/ESPAÑA.