Este fue uno de los puntos que se analizaron en la conferencia internacional de biocombustibles realizada en Estados Unidos. El panorama local fue expuesto por Miguel Almada, de la Sagpya, y Martín Fraguío, de Maizar.La Argentina participó de la Conferencia Internacional de Biocombustibles realizada hace unas semanas en Minneápolis, Estados Unidos. Miguel Almada, del Programa Nacional de Biocombustibles de la Sagpya, y Martín Fraguío, de Maizar, fueron expositores de la situación de nuestro país en materia de biocombustibles.
En el evento quedó explícito el potencial de la Argentina por los volúmenes de materia prima que se producen, por ser el primer exportador de aceite de soja y el segundo exportador de granos de maíz.
«Realmente se sorprendieron, y de a poco la Argentina está penetrando en la industria con el gran potencial que puede tener», explicó Almada a Infocampo.
También contó que en la Unión Europea se plantean que en 2010 quieren un 6% de penetración de los biocombustibles en todo el consumo del transporte terrestre en Europa.
«Eso significa que para esa fecha van a necesitar 19 millones de toneladas y su objetivo es producirlo internamente.
Para eso necesitarán 17 millones de hectáreas de las 97 millones disponibles para agricultura, entonces deberán importar un 50% y producir la otra mitad; ahí es donde se plantea un mercado para países como el nuestro», explicó Almada.
Otro de los temas importantes para los 40 países presentes en el evento fue la producción sustentable y la certificación del producto, es decir de dónde viene, cómo se produce, entre algunos de los puntos a tener en cuenta. Martín Fraguío contó que quedó impresionado por la importancia que los países le dan al desarrollo energético. «No sólo están atentos al desarrollo de los bicombustibles, sino que en la generación de electricidad y generación de productos de la biomasa están en escalas mucho más desarrolladas».
Además explicó que hay muchas ideas y un gran nivel de innovación sumado a una conciencia.
Previo al evento de Minneápolis, el Usda organizó un programa de diez días en el que los concurrentes visitaron diferentes plantas. «Estuvimos en una planta de etanol y todo el sistema funciona a través de la transformación del rastrojo, también hay molinos eólicos que generan electricidad; otra de las innovaciones es que mezclan hidrógeno con nitrógeno y generan fertilizantes nitrogenados», explicó Fraguío.
Por su parte, Almada indicó que conversó con varias personas que están investigando los biocombustibles de segunda generación y muchos hablan de la utilización de lignocelulosa para la producción de etanol, pero llevarlo a escala industrial es casi imposible por una cuestión de costos.
«Ellos calculan que el uso de la madera para etanol va a ser rentable dentro de 10 o 15 años. Una planta de etanol de 100.000 toneladas de producción en base a maíz cuesta 50 millones de dólares y en lignocelulosa 300 millones». Almada explicó que por un tiempo los biocombustibles de primera generación seguirán en la cresta de la ola.
Fuente: Infocampo.com.ar