La producción de etanol provoca el aumento del suelo agrícola en Illinois, Iowa y Nebraska.
DEKALB, Illinois.- Mientras gran parte de la nación se preocupa por el retroceso en el mercado inmobiliario, los productores agropecuarios del Medio Oeste experimentan exactamente lo opuesto. Tomemos, por ejemplo, a una granja local, de alrededor de 320 ha de maíz y soja, cercana a un camino de ripio en un universo de maíz y soja, que se vendió a US$ 10.000 por ha en una subasta reciente, un precio que asombró al propio rematador.
«Si lo hubieran llegado a ver no lo hubieran creído», dijo Penny Layman de su hermana y cuñado, que pagaron US$ 32.000 por la totalidad del campo en 1962 y cuyos fallecimientos determinaron la venta. Los precios por las nubes de las tierras, particularmente en los estados de Illinois, Iowa y Nebraska, mareados con la promesa del etanol basado en el maíz, despiertan nuevo optimismo entre los granjeros ya establecidos.
Pero los más jóvenes, que ya son raros en la actividad agropecuaria, al igual que para los pequeños agricultores con sueños de expandirse y poder aprovechar algo de la locura del etanol, las noticias son singularmente inexorables. Los precios más altos hacen que sientan que la tierra no está a su alcance.
«Es extremadamente frustrante», afirmó Paul Burrs, que trabaja alrededor de 1600 ha cerca de Dixon, en Illinois. El asegura que regularmente licita para adquirir nuevas tierras con la esperanza de poder alquilarlas. Mayormente, dijo, pierde ante ofertas más altas.
En el centro de Illinois, un campo de primera clase se vende, en promedio, por alrededor de US$ 5000 el acre (0,4 ha), cuando hace cinco años se vendía a US$ 3000, según lo demostró un estudio. En Nebraska, mientras tanto, el valor de la tierra aumentó un 17 % en el primer trimestre de este año, por encima del mismo período del año pasado, el más rápido en más de un cuarto de siglo, dijo Jason R. Henderson, economista del Banco de la Reserva Federal, en Kansas City.
Un análisis reciente del gobierno federal sobre el valor de las tierras muestra un récord promedio del mismo en todo el país. El trabajo señala que el precio de la tierra promediaba US$ 2160 por acre al comienzo de 2007, es decir, un 14% más que hace un año.
«Para los que tienen aunque sea una hectárea de tierra, es muy bueno», dijo Dale E. Aupperle, gerente de una granja y consultor inmobiliario de Decatur, Illinois, quien afirmó que el aumento de los valores de la tierra estaban siendo impulsados por los precios de las commodities y por la posibilidad de una creciente demanda para el etanol. «Para los que no poseen tierras estos precios significan que se vuelve algo más difícil entrar en la actividad», agregó.
En Iowa, el estado de mayor producción de maíz y con más plantas de etanol instaladas, los precios de los alquileres de tierra estaban un 10% respecto del año anterior, según un estudio de William Edwards, profesor de la universidad estatal local.
El etanol está dejando sus marcas por todos lados. Nuevos reductos agrícolas aparecen en todo el Medio Oeste, y algunos de los precios más altos de tierras han sido vistos en las cerca de 200 plantas de etanol ya existentes o programadas, donde el costo del transporte de maíz sería el más bajo.
Por Mónica Davey
De The New York Times
Traducción de María Elena Rey
Fuente: La Nación