biocarburantes

Vuelos en la onda verde

richard-branson-virginEl combustible, uno de los mayores costos del sector aerocomercial, no sólo contamina, sino que no es renovable, puesto que se calcula que las reservas de petróleos mundiales escasearán en los próximos 50 años.

En sintonía con este escenario preocupante (calentamiento global y escasez de combustible), la industria empezó a buscar soluciones alternativas. Ya había quedado demostrado el compromiso con preservar el medio ambiente en la última 63ª Asamblea General Anual y de la Cumbre del Transporte Aéreo Mundial de IATA, celebrada en Vancouver, en donde se firmó el Proyecto Verde, que comprometía a las líneas aéreas a disminuir paulatinamente la emisión de gases contaminantes en la atmósfera.

En este marco, la compañía Virgin Atlantic informó que uno de sus boeing 747 empezará a utilizar biocombustibles en 2008. La meta, afirmaron desde la empresa, es conseguir el primer ‘Jumbo verde’. Por tal motivo se encuentran estudiando la utilidad de más de ocho tipos de biocarburantes. En el proyecto participan también Boeing y General Electric. El etanol, uno de los biocombustibles más usados, no aprobó el examen, dado que no combustiona de manera correcta en ambientes con bajos niveles de oxígeno.

Optimismo a corto plazo

En Virgin Atlantic son muy optimistas con este proyecto. De hecho, desde la compañía sostuvieron que “todo el mundo ha estado diciendo que para volar en un avión con energía alternativa habrá que esperar más de una década, pero eso va a ocurrir antes. La demostración en un 747 el próximo año será un hito en los intentos de la industria aeronáutica por reducir la emisión de dióxido de carbono y cortar su factura de carburante”.

Las pruebas de vuelo del Jumbo verde se realizarán en 2008, pero Virgin afirmó que no operará a nivel comercial hasta dentro de cinco años. Virgin Atlantic lanzó la nueva división ‘Virgin Fuels’ el pasado año con el ánimo de mejorar la cantidad de emisiones de CO2 que la propia empresa genera. Hasta el momento las pruebas realizadas con un motor de avión utilizaron un biocarburante que mezclaba un 30 por ciento de ester metílico y un 70 por ciento de querosene. “Quiero que Gran Bretaña sea un líder mundial en el desarrollo y uso de combustibles más respetuosos con el medio ambiente, y creo que estos jugarán un papel fundamental en los esfuerzos por reducir las emisiones y enfrentarse el cambio climático”, explicó el multimillonario Richard Branson, dueño de Virgin Atlantic.

La compañía de Branson anunció ya hace un par de meses la puesta en funcionamiento en el Reino Unido del primer tren de pasajeros de Europa que utiliza biodiésel. En concreto, una mezcla B-20, con un 20 por ciento de biodiésel. El objetivo de este experimento era probar el funcionamiento del motor con un bicombustible sin tener que modificarlo tecnológicamente. La prueba se realizó en un motor CFM56-7B el mismo tipo que utilizan los aviones Boing 737.

¿A favor o en contra?

El biocombustible es el término con el cual se denomina a cualquier tipo de combustible que derive de la biomasa, es decir organismos recientemente vivos o sus desechos metabólicos. Los combustibles de origen biológico pueden sustituir parte del consumo en combustibles fósiles tradicionales, como el petróleo o el carbón). Los biocombustibles más usados y desarrollados son el bioetanol, que se obtiene del maíz, sorgo, caña de azúcar o remolacha; y el biodiésel que se fabrica a partir de aceites vegetales decanola, soja o jatrofa, cultivados para esto-. Brasil produce el 45 por ciento del bioetanol mundial y Alemania produce el 63 por ciento del biodiésel en el mundo.

Si bien el calentamiento global es una realidad para todos preocupante, hay dos posiciones en referencia a este tipo de energía.

Los que están en contra de su uso afirman que generarán consecuencias negativas para el medio ambiente, debido a que con su alta demanda –que se incrementaría de ser usado por el sector aerocomercial- muchos países están destruyendo sus selvas para crear plantaciones para biocombustibles. Y los cultivos que se reemplazan por las selvas “limpian” menos el aire, contribuyendo al calentamiento global. Además, sostienen que al usarse más y más campos para generar biocombustibles, se le quitaría espacio a la producción de otros alimentos, que por ley natural de la economía subirían de precio.

Los que están a favor expresan que su uso genera una menor contaminación ambiental y son una alternativa viable al agotamiento ya sensible de energías fósiles, como el gas y el petróleo.

Los optimistas afirman que nuestro país, posee ventajas comparativas para el desarrollo de un mercado de biodiesel y bioetanol: un complejo oleaginoso eficiente y altamente tecnificado, una producción de metanol y etanol creciente, y un mercado de nafta y gasoil con volúmenes significativos.

Argentina, pionera

Hace casi un año, en la Base Aérea del Palomar se realizó una prueba con Biojet en una pequeña turbina de un Hércules 130 estacionado en pista. Este combustible estaba conformado por en un 80 por ciento por Jet A1 –un querosén especial- y un 20 por ciento de biodiesel. En otra turbina se usó el combustible habitual, JP1, y se llegó a los mismos resultados. Con esta prueba nuestro país se puso a la vanguardia del uso de nuevas energías. Cabe destacar que muchos especialistas afirman que la Argentina posee características favorables al desarrollo del biocombustible, en lo que se refiere al suelo y la tecnología que se emplea en el agro.

Fuente: Mensajeroweb.com.ar

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