La doctora María Griselda Corro Hernández decidió unir tecnologías para generar biodiesel a partir de aceites vegetales no comestibles o de cocina reciclados
México. La necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, así como la dependencia de los combustibles fósiles, ha llevado a la comunidad científica a insertarse en una búsqueda constante de nuevas alternativas energéticas.
Entre estas opciones destacan el uso de la radiación solar como sustituto del suministro eléctrico y el aprovechamiento de los desechos agrícolas para la producción de biocombustibles. La doctora María Griselda Corro Hernández, de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), decidió unir ambas tecnologías para generar diesel a partir de aceites vegetales no comestibles o de cocina reciclados.
De acuerdo con la investigadora, la materia prima para el desarrollo puede obtenerse en las casas, restaurantes o incluso emplear los óleos contenidos en las semillas de la jatrofa (jatropha curcas o piñón de tempate), los cuales no cumplen con las normas para el consumo humano.
La tecnología desarrollada en la BUAP consiste en colocar el aceite junto con sales de metales de transición sintetizadas en la universidad, que se desempeñarán como catalizadores, en envases de vidrio grueso cerrados.
Una vez en los frascos, los óleos son sometidos a un proceso de dos etapas en los que debe alcanzar altas temperaturas, por lo que el equipo de Corro Hernández decidió crear un reactor solar que les permite controlar la radiación y emplearla en vez del suministro eléctrico.
La titular del proyecto señaló que en la primera etapa el aceite debe estar expuesto a 60 grados durante dos horas para llevar a cabo la esterificación o procesamiento de ácidos grasos. En el siguiente paso, de transesterificación, en un periodo de tiempo similar la sustancia estará en el reactor a 110 grados con el propósito de extraer los triglicéridos, diglicéridos y monoglicéridos, que serán transformados en metil éster o diesel.
Corro Hernández apuntó que el biocombustibles obtenido aún debe ser analizado y pasar 30 demandas de calidad internacionales para autorizar su uso y comercialización. Si bien hasta ahora ha cumplido con 18 de ellas, restan pruebas por cromatografía (caracterización de mezclas), medidas de oxidación y microscopía (producir imágenes visibles de estructuras o pequeños para ser percibidos a simple vista), entre otras.
A decir de la investigadora, este biodiesel no debe emplearse puro en los vehículos, sino en una mezcla con el obtenido de petróleo. Las disminuciones en las emisiones de sustancias tóxicas (el óxido de nitrógeno, hidrocarburos mal quemados y el óxido de azufre) irán en proporción de los porcentajes que manejen de ambos combustibles. Por lo que de sólo usar una porción de 80 diesel de petróleo, el nivel de contaminación de éste se reducirá en un 20 por ciento.
De ahí que Corro Hernández adelantara que su equipo de trabajo diseña un convertidor catalítico que permita destruir esos contaminantes, más los que produzca el biodiesel.
Esta tecnología de elaboración de biocumbustible a partir de aceites reciclados y no comestibles, en la que emplean la radiación solar como fuente de energía, recibió el apoyo de los Fondos Mixtos del Gobierno del Estado de Puebla con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.Con información de Agencia ID.
FUENTE: TERRA