La Argentina y la República Federal Alemana, que se enfrentan hoy en el mundial de fútbol, tienen pocos puntos en común. Pero desde ayer hay uno que llama la atención, porque implica un salto a la modernidad: son los dos únicos países del planeta que mezclarán con el gasoil un 7% de biodiésel.
Alemania ya lo tenía desde el año pasado. Aquí, rige el corte al 5% desde hace un par de meses. Pero el gobierno convocó ayer mismo a los elaboradores de este biocombustible para que el lunes firmen un compromiso de abastecimiento por otros dos puntos a partir de agosto.
La adición de biodiésel tiene fundamentos ambientales y económicos. En el primer caso, se trata de un combustible renovable, que se obtiene a partir del aceite vegetal.
Su uso reduce las emisiones de gases de efecto invernadero , inherentes a los derivados del petróleo.
En el caso de Argentina, la materia prima es el aceite de soja , de gran disponibilidad por el crecimiento de la producción y la capacidad de molienda.
Argentina es el líder mundial en el rubro, exportando a más de cien países. Pero el principal mercado era China, que hace un mes suspendió las compras de aceite de soja argentino en represalia por las restricciones argentinas al ingreso de productos chinos, aunque oficialmente la excusa pasó por un tema sanitario.
En los últimos dos años, se instalaron varias plantas de biodiésel en el mismo complejo de molienda de soja, sobre el río Paraná, aledañas a Rosario. El destino era la exportación, pero la capacidad de molienda da para que atiendan también al mercado interno. Con el corte al 5%, se requerían 700.000 metros cúbicos de biodiésel, por un valor de 500 millones de dólares . Estos dos puntos adicionales significan 300.000 más, que se obtienen de la misma cantidad de aceite.
China importó el año pasado casi un millón de toneladas de aceite. Esto significa que gracias al aumento del porcentaje de corte, se reduce sustancialmente el impacto de la retirada de China.
La decisión del gobierno surge luego de una ronda de consultas con las empresas automotrices, que opusieron una débil resistencia, ya que el mundo se dirige rápidamente a un incremento en el uso de biocombustibles. Pero por el momento, Alemania y Argentina pasaron a ser los líderes.
POR HECTOR HUERGO
FUENTE: DIARIO CLARIN/ECONOMIA