Un especialista muy esperado abogó por una “América sin fronteras”; integrada en torno a la AgroEnergía. Tentador incentivo del BID. Respuestas posibles a uno de los grandes desafíos de la humanidad para los próximos años.

En el tramo matutino de la segunda jornada del Foro Global de BioEnergía Rosario 2007, la sala A de la Bolsa de Comercio fue testigo del enorme interés que despertó la presencia en el estrado de Jorge Arrizurieta, representante de la Comisión Interamericana del Etanol, quien disertó sobre “Desarrollo de las políticas mundiales de fomento para la producción de etanol”, y nadie más indicado para referirse al tema, puesto que el especialista era aguardado con tanta expectativa que previamente a su alocución se vio obligado a dar una breve conferencia de prensa para satisfacer la demanda de los muchos periodistas que cubren el encuentro.

Si bien trató de no anticipar lo que expondría minutos después, explicó que la comisión que integra está dedicada a “tratar de aumentar la producción de biocombustibles para lo cual es necesario que el consumo también aumente”, lo que los lleva a abogar para que “los gobiernos aprueben leyes que permitan que el volumen de negocios crezca”.

Ya en la sala de exposiciones, y con la presencia en carácter de moderador del Ing. Rodolfo Rossi, presidente del Comité Científico del Foro Global de Bioenergía (además es Pte. de ACOSOJA), acompañaron a Arrizurieta en el desarrollo de “Investigación y Políticas Públicas en Biocombustibles” (“un foro dentro del foro”, según explicó Rossi), el presidente del INTA, Carlos A. Cheppi, para detenerse en “Estrategia de la investigación pública en cultivos energéticos”; el ministro consejero de la Embajada de los Estados Unidos, que se dedicó a “Política norteamericana en biocombustibles. Visión de largo plazo”; y Bruno Bath, quien a último momento reemplazó a Mauro Vieira, Embajador de Brasil en Argentina (no pudo concurrir por problemas de agenda), para hablar de “La Política de Brasil sobre los biocombustibles”.

Además, antes de la presentación del representante de la Embajada de Brasil, se leyó un mensaje enviado por el presidente de la Argentina, Néstor Kirchner, saludando la iniciativa del encuentro y lamentándose por no poder concurrir.

En el comienzo de las exposiciones, Arrizurieta reseñó el arranque de la búsqueda de energías alternativas tras la crisis del petróleo de la década del 70, y las distintas respuestas que fueron encontrando algunos países, destacando a Brasil como “el que más rápido aprendió la lección, hace ya 30 años”, para luego abogar “contra las barreras al comercio de etanol”. Y luego lanzó: “El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) instrumentó un cupo de 5.000 millones de dólares a ser distribuidos durante los próximos tres años para incentivar la producción de biocombustibles. Los invito a aprovecharlos, porque ese dinero será utilizado a favor de las energías limpias y a favor del campo”, para concluir haciendo votos por que “la AgroEnergía nos permita la integración en el libre mercado de una América sin fronteras”.

En su turno, el Ing. Carlos Cheppi (INTA) habló de la controversia “alimentos versus energía” asegurando que no es válida: “Ni una cosa ni la otra, debemos buscar la diagonal posible entre estas dos opciones”.

“Los Biocombustibles –agregó–, como toda gran oportunidad, presentan riesgos, por ello hay que instrumentar las políticas necesarias para garantizar la seguridad alimentaria de la región”. En tal sentido, y por su parte, Michael Matera consideró que la búsqueda de energías alternativas es “uno de los grandes desafíos de la humanidad para los próximos años, y los biocombustibles son una de las mejores respuestas, en especial para la Argentina; uno de los grandes productores agropecuarios llamados a desempeñar un papel muy importante”.

Fuente: String Agro