Los productores insisten en definir con los industriales la participación que tendrán en el nuevo negocio de la actividad azucarera. UCIT le pidió al Gobierno que interceda para lograr que los dueños de ingenios acepten sentarse a hablar sobre los biocombustibles.
OBJETIVO. En 2009, la mesa azucarera se propuso lograr un equilibrio en el mercado nacional del azúcar, porque se preveía una superproducción. LA GACETA / OSVALDO RIPOLL
En 2009, la «Mesa de seguimiento de las exportaciones de azúcar», que integraban las principales entidades azucareras del país -industriales y cañeras- se propuso lograr un equilibrio en el mercado interno que impulse una suba del entonces alicaído precio del azúcar. La instancia también favorecía el debate de temas clave para la actividad, como la distribución del alcohol en el marco del plan de biocombustibles, que se puso en marcha este año.
Sin embargo, a tres meses de la entrada en vigencia del programa y a menos de un mes y medio del inicio de la zafra 2010, los cañeros no logran sentarse en una mesa con los industriales para definir qué participación tendrán aquellos en el nuevo esquema. El estado de confusión es tal, que hasta la Unión Cañeros Independientes de Tucumán (UCIT), miembro de la mesa de seguimiento, pasó por encima de la misma entidad que integra y solicitó al gobernador, José Alperovich, y al ministro de Desarrollo Productivo, Jorge Gassenbauer, que interceda ante los industriales para que se definan la política sucroalcoholera que se implementará este año. «Estamos a pocos días del comienzo de la zafra, sin tener resuelto porcentajes para el mercado interno, para la exportación y para la producción de etanol, que en años anteriores, en estos tiempos con precios de deterioro, hacíamos grandes esfuerzos para acordar. Hoy, con una expectativa con mejores valores y la alternativa de no sólo producir azúcar, sino también alcohol para combustible, las reuniones con la industria se siguen postergando», señala la nota que el presidente de UCIT, Sergio Fara, presentó ante el Gobierno.
El Centro de Agricultores Cañeros de Tucumán (Cactu) por voluntad propia abandonó el año pasado la mesa de seguimiento, pero pretende retornar, en especial para resolver la distribución del alcohol. Otto Gramajo, titular de Cactu, opinó que el Centro Azucarero Regional de Tucumán (CART) se rige por egoísmos, y que esta institución sólo posee dos socios que son dueños de nada más que cinco de los 15 ingenios de la provincia. «Tenemos información precisa sobre cómo funciona el sistema de distribución del alcohol en Brasil, pero no nos quiere escuchar.
Además, la industria pretende ir en contra de lo que dispone la Ley de Biocombustibles, que dice que el programa debe favorecer la distribución de riquezas y no la concentración en unas pocas manos», indicó Gramajo. Entre tanto, el presidente de Cañeros Unidos del Este, Mario Tizeira, dijo que Gassenbauer está obligado a generar negociaciones entre los industriales y los cañeros. «Vemos con gran preocupación ante el inicio inminente de la zafra 2010 el silencio y la falta de atencion demostrada por los industriales, a fin de consensuar o negociar todo lo referente a los parámetros con que se trabajará y comercializará la caña de azúcar de este año», precisó Tizeira.
El conflicto en detalle
1- ¿Qué piden los cañeros?
Que se definan los porcentajes de alcohol que recibirán en el plan de biocombustibles.
2- ¿Qué quieren los industriales?
Quieren distribuir sólo el alcohol que surge del jugo de caña, y no el que sale de la melaza.
3- ¿Qué traba el acuerdo?
Los cañeros quieren sentarse a negociar, pero los industriales dilatan el debate.
4- ¿Qué rol le cabe al Estado?
Los cañeros exigen que el Gobierno interceda en un conflicto que afectaría a toda la provincia.
5- ¿Corre peligro la zafra?
Históricamente, la zafra se lleva a cabo, pese a los problemas que siempre afectan a la actividad azucarera.
Fuente: LA GACETA/TUCUMAN