El grupo constructor Vicsan, con sede en Torredembarra (Tarragonès), ha cerrado la refinanciación de su deuda y ha elaborado un plan de viabilidad que contempla la venta de activos como su planta de biodiesel.
En la refinanciación han participado quince entidades y ha sido liderada por Caixa Catalunya. También han intervenido BBVA, CAM, Caja Madrid y Banco Sabadell.
El plan de viabilidad plantea un repliegue del grupo hacia la actividad constructora.
La compañía, propiedad del equipo directivo –liderado por el presidente y socio mayoritario, Vicente Sánchez Ruiz–, ha firmado dos préstamos sindicados por valor de quince millones de euros cada uno. El primero corresponde a la filial Bionet Europa, propietaria de una planta de producción de biodiésel en Reus (Baix Camp).
Vicsan también ha cancelado deuda de Bionet por valor de diez millones gracias a la renegociación de hipotecas de activos inmobiliarios.
Circulante
El segundo crédito corresponde a Vicsan Torredembarra, sociedad dedicada al negocio constructor y buque insignia del grupo. Además, Vicsan ha cerrado dos préstamos para circulante por un valor de cinco millones.
La compañía declinó concretar ayer el importe de la renegociación de sus hipotecas inmobiliarias. Vicsan obtuvo una cifra de negocio de cien millones de euros en 2009.
El plan de viabilidad elaborado por el grupo contempla un repliegue hacia la actividad constructora y el crecimiento en nuevos mercados, como Argelia y Alemania. El grupo ha puesto en marcha un plan de desinversiones.
El grupo busca compradores para sus participaciones en energías renovables.
Bionet es una de las claves del plan de viabilidad. La compañía, que facturó cuarenta millones en 2008, con un crecimiento del 30% –a pesar de cerrar en pérdidas–, prácticamente paralizó su actividad en marzo de 2009 debido a la caída de la demanda. Pasó de comercializar 65.000 toneladas de biodiésel en 2008 a 15.000 toneladas durante el pasado año, según explicó el director general de Vicsan Diversificación y de Bionet, Javier Vila.
La planta de Reus trabaja ahora casi en exclusiva para la petrolera francesa Dyneff. “Mantendremos la actividad de la fábrica en límites bajos esperando que se produzca durante 2010 una regulación del sector por parte de las administraciones central y europea”, comentó Vila. Según el ejecutivo, la falta de un marco normativo ha propiciado la proliferación de “importaciones desleales provenientes de Estados Unidos, Malasia y Argentina”. El conflicto radica en que hay países que reciben subvenciones en origen, por lo que exportan sus productos a precios mucho más competitivos.
Debido a esta competencia, Bionet ha visto reducir drásticamente los pedidos del que era su mayor cliente, Repsol.
Vila remarcó que el objetivo de Vicsan es reactivar la actividad de Bionet “solos o acompañados”. El grupo contempla desde una venta de la empresa hasta la búsqueda socios, por lo que ya ha iniciado conversaciones con grupos nacionales y extranjeros.
Vicsan prevé ingresar diez millones con la venta de activos inmobiliarios en tres años. En el área de diversificación se espera captar cinco millones con la venta de activos como la participación en una terminal de clínquer en el Puerto de Tarragona o en las firmas de energías renovables Singula y AV Energía.
Reducción de plantilla en Bionet
La participación de Vicsan en Bionet, que inició su actividad a finales de 2003, ha crecido desde el 23% hasta convertirse en administrador único de la sociedad tras la salida del accionariado de la familia Pellicer, que se consumó el pasado julio. La firma alemana Agrar-Technik se mantiene como socio tecnológico con cerca de un 4%.
La planta de Reus, que supuso una inversión de 25 millones, fabrica biodiésel, que puede ser utilizado como combustible en todos los vehículos con motor diésel, a partir de aceites tanto crudos como usados. Tras el ajuste de actividad del pasado año, la dirección de la planta de Bionet redujo la plantilla de 50 a 15 personas a través de un expediente de regulación de empleo (ERE).
Por Ignasi Pujol Barcelona
Fuente: Expansion