En 2007, hace apenas tres años, Argentina exportaba por primera vez un producto novedoso: el biodiesel, un carburante hecho a base de aceite vegetal o animal que es más amable con el medio ambiente que los hechos a base de combustibles fósiles.
Ha pasado poco tiempo, pero desde entonces el país sudamericano logró establecerse como el principal exportador mundial de este biocombustible, fabricado -en este caso- a base de soja.
Argentina empezó a exportar biodiesel hace tres años.
Así se lo dijo a BBC Mundo Claudio Molina, director ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno (AABH).
De acuerdo con la AABH, Argentina exporta más biodiesel que los primeros cuatro productores mundiales: Alemania, Francia, Brasil y Estados Unidos.
Eso se debe a que, a diferencia de esos países, Argentina -hasta ahora- no tenía un mercado interno para abastecer y enviaba al exterior el 100% de su producción.
De esta forma, el país fue aumentando sus ventas al extranjero, que pasaron de 160.000 toneladas de biodiesel en 2007, a 1,5 millones el año pasado.
Según Molina, eso representa cerca del 2% del total de las exportaciones argentinas.
Negocio en aumento
De acuerdo con los expertos, hubo dos factores que determinaron el fuerte crecimiento de la industria del biodiesel en Argentina.
El uso de granos para elaborar combustibles también genera polémica.
El primero fue el aumento de la demanda en Europa, principal comprador del producto argentino. Un decreto de la Unión Europea (UE) estableció en 2005 que cada litro de gasoil debía contener un 2% de biodiesel, por cuestiones medioambientales.
Esa cifra va en aumento y subirá al 5,75% este año. La meta para 2020 es que cada litro de gasoil contenga un 10% de biodiesel.
Según Fernando Peláez, presidente de la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio) esa disposición brindó un enorme mercado para el biodiesel argentino, ya que los europeos no tienen la capacidad de producción para abastecer su propio mercado.
Una situación similar vive Brasil, que también mezcla su gasoil con un 4% de biodiesel, lo cual absorbe el total de su producción local.
En tanto, Estados Unidos produce y utiliza más bien etanol, otro biocombustible hecho a base de caña de azúcar o maíz, en lugar de biodiesel.
Mercado local
El segundo motivo que incentivó el crecimiento de la industria del biodiesel en Argentina es el nacimiento de la demanda interna.
EXPORTACIONES ARGENTINAS DE BIODIESEL
2007 – 160.000 toneladas.
2009 – 1,5 millones de toneladas.
Datos de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno (AABH).
A comienzos de este mes el gobierno argentino anunció que el gasoil que se venda en el país deberá ser cortado con un 5% de biodiesel.
Según las estimaciones de los expertos, eso crearía un mercado extra de unas 800.000 toneladas para este combustible orgánico.
La idea de las autoridades argentinas es que ese porcentaje vaya en aumento y crezca hasta el 20% durante los próximos cuatro años.
De acuerdo con Molina, los productores locales tendrían la capacidad de hacer frente a ambas demandas simultáneamente, aún cuando éstas sigan una curva ascendente.
Pocas empresas
Pero en la actualidad son muy pocas las plantas procesadoras de biodiesel que operan en Argentina.
A diferencia del petróleo, que tiene costos constantes, la producción del biodiesel depende de la cosecha de soja
Fernando Peláez, presidente de la Cámara Argentina de Biocombustibles
Se estima que apenas dos docenas de empresas se dedican a la fabricación del biocombustible.
Según el presidente de la Carbio, eso se debe a que se trata de una industria con costos de explotación muy altos.
«A diferencia del petróleo, que tiene costos constantes, la producción del biodiesel depende de la cosecha de soja, que es afectada por muchos factores, entre ellos el clima y la demanda sobre el grano», dijo Peláez a BBC Mundo.
La creciente demanda por la harina de soja, en especial por parte de China, ha aumentado fuertemente el precio de la oleaginosa, afectando el mercado del biodiesel.
Sin embargo, Peláez aclara que el uso de la soja como alimento no se contrapone a su explotación para la creación de biodiesel: para el combustible se utiliza el aceite de la semilla, que representa el 20% del grano, mientras que el restante 80% es proteína y se usa para producir la harina comestible.
Según la AABH, la producción de biodiesel en Argentina ascenderá a 2,1 millones de toneladas en 2010.
Las predicciones para 2015 son aún más alentadoras y rondan las 5,5 a 6 millones de toneladas, lo cual convertiría a este mercado en un actor de peso en la economía argentina.
Verónica Smink
Fuente: BBC Mundo