Los derivados de la soja serán mayoría en los biocombustibles.

Desde 2010 los combustibles deberán tener un 5% de componentes provenientes de materias primas de origen agropecuario, agroindustrial o desechos orgánicos.

A partir de este año, los combustibles utilizados en el país deberán contener un cinco por ciento de componentes derivados de materias primas de origen agropecuario, agroindustrial o desechos orgánicos. El INTA trabaja en proyectos de biocombustibles para programas considerados “clave” para la economía.

La producción de biocombustibles de Argentina se podría centrar en el biodiesel derivado del aceite de soja y por ello investigadores de la institución aseguran que la producción de biodiesel de este país “podría ser muy competitiva, incluso a escala global.

En San Luis hay dos plantas instaladas para producir biodiesel, una en la ciudad capital y otra en Villa Mercedes, con una capacidad para procesar 60 mil litros por semana de aceite de soja.

La ley 26.093 del Régimen de Regulación y Promoción para la Producción y Uso Sustentable de Biocombustibles promulgada en el 2006, establece que a partir de los cuatro años de su promulgación, “todos los combustibles líquidos” caracterizados como gasoil, diesel oil o nafta “deberán ser mezclados con biocombustibles” denominados biodiesel o bioetanol (de acuerdo al caso) “en un porcentaje de un cinco por ciento como mínimo”.

Esta normativa nace a partir de la necesidad del país de contribuir a la protección de su medio ambiente y perfilarse como “un importante productor y usuario de bioenergía sin descuidar sus producciones agroalimentarias y evitando las posibles subas en el precio del petróleo”, dijo el INTA en un reciente informe.

Por Roberto Vinuesa

Fuente: La República