Hace cuatro o cinco años, varios empresarios argentinos comenzaron a caminar el sueño de contribuir con la mejora del medio ambiente desde una perspectiva comercial viable. En estos días, la consolidación de esos esfuerzos se vio reflejada en dos resoluciones del Poder Ejecutivo que implementan el uso de biodiésel en la Argentina. Los esfuerzos enfocados en investigación, desarrollo e importantísimas inversiones, en el marco de la ley nacional 26.093 han hecho posible que los argentinos incorporemos energía renovable en nuestra matriz energética, debiéndose mezclar los combustibles fósiles con al menos 5% de biocombustibles, el gasoil con biodiésel y la nafta con bioetanol.
Así, la Argentina ha sumado al conjunto de países que ya implementaron esta mezcla en diferentes proporciones (EE.UU.; UE y Brasil, entre otros) en pos de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y material particulado, principales causantes del calentamiento global. Desde el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) se llevó a cabo en 2008 el estudio «Balance Energético de la Producción de Biodiésel a partir de Soja en la Argentina» que demostró que el biodiésel de soja contribuye a la mitigación del cambio climático reduciendo en un 74,9% las emisiones de GEI en comparación con los combustibles fósiles. Este beneficio medioambiental es una de las razones principales por la cual numerosos gobiernos y empresas están promoviendo su uso.
Sustituir importaciones
Este programa contribuirá a cubrir la sobredemanda de gasoil sustituyendo importaciones, las que en 2008 alcanzaron 800.000 toneladas, por un producto ecológico fabricado en el país, dando trabajo a más argentinos.
El uso de combustibles elaborados en base a aceites vegetales diversifica la matriz energética nacional, a la vez que favorece su independencia en relación al uso de combustibles fósiles.
Con un fuerte trabajo de coordinación y logística es de esperar que durante este mes el biodiésel ya esté disponible, y que durante marzo todo el gasoil que se venda en nuestro país contenga un 5% de biodiésel.
A nivel mundial, la Argentina ya se posicionó como un exportador de peso de biodiésel, habiendo exportado más de dos millones de toneladas, especialmente a la Unión Europea. Para sustentar esta posición exportadora era fundamental la creación de un mercado interno. Hoy nuestro desafío es hacerlo sostenible y potenciarlo.
Por Fernando Peláez
Para LA NACION
El autor es presidente de la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio)
Fuente: Diairo La Nación