La Bolsa de Cereales de Buenos Aires calcula que, junto con el maíz, sumarán más de 70 millones de toneladas.
La cosecha de soja y de maíz en Argentina aportarían más de 70 millones de toneladas, de acuerdo con el último Panorama Agrícola Semanal de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
En el caso de la oleaginosa, la proyección es de 52 millones de toneladas, mientras que el maíz aportará 18,4 millones de toneladas.
Soja
Ocupa una superficie total de 19 millones de hectáreas. «En un marco de condiciones favorables para la generación de rendimiento, el cultivo se encuentra encaminado alcanzar un volumen final cercano a 52 millones de toneladas», precisa el reporte bursátil. No obstante, advierte que los pronósticos climáticos extendidos alertan sobre la posible incidencia de un otoño con promedios de lluvias por encima de lo normal, que de cumplirse podrían generar trastornos durante las recolecciones o incluso atenuar los rendimientos en cuadros implantados tardíamente.
En los últimos días, gran parte del área sembrada con el cultivo ha recibido lluvias significativas, con focos aislados de mayor intensidad que lograron interrumpir el estrés térmico de los últimos 15 días. También han permitido mantener la condición «buena/muy buena» de los lotes e incluso mejorarla en sectores cuya oferta hídrica era más ajustada.
Dentro de este último grupo, las zonas más beneficiadas por las lluvias, debido a su escasa reserva edáfica fueron el centro y norte de Córdoba y el margen occidental del sudoeste de Buenos Aires. El núcleo productivo también muestra importantes recargas que brindan alivio a las altas temperaturas alcanzadas en las últimas semanas.
Sin embargo, el panorama semanal advierte que los excesos hídricos como consecuencia de elevadas precipitaciones aisladas podrían acentuar la incidencia de enfermedades de fin de ciclo, sobre todo en siembras de primera tardías, cuadros de segunda y en resiembras de enero aún más retrasadas en su desarrollo.
Hacia el sur de la provincia, las precipitaciones previas a la elaboración del presente informe logran interrumpir una paulatina caída en la condición de los cultivos en la periferia a Río Cuarto. No obstante, las necesidades hídricas de la región superan los registros alcanzados al momento, con lo cual serán necesarios nuevas lluvias a fin de garantizar una correcta evolución a cosecha. Sobre el extremo sur de la provincia -Huinca Renancó y todo el departamento General Roca- presenta una condición buena a muy buena sobre gran parte del área implantada.
La región centro norte es quizás una de las más favorecidas por los registros hídricos del pasado fin de semana. Aquí, los lotes con soja que transitan plena floración (R3) o comienza a diferenciar vainas logran mantener su buena condición perfilando también buenos rindes a cosecha. Hacia el norte, en Las Peñas, Las Arrias y San José de la Dormida, las lluvias fueron de moderada a baja intensidad y no permiten revertir la desfavorable condición que presentan los cuadros.
Maíz
Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, el área sembrada con el cereal alcanza a 2,36 millones de hectáreas. «Las intensas lluvias en la región pampeana que se produjeron después de más de 10 días de fuertes temperaturas alejaron los temores de una reducción en la performance de los plantíos, en especial los tardíos», precisa el informe semanal.
A excepción del noroeste y del sudoeste de Córdoba, donde las precipitaciones no fueron suficientes todavía, en el resto de las zonas productivas el agua aportada fue muy favorable, lo que potenció los rendimientos que ya venían con buen aspecto. No obstante en algunas zonas de la región núcleo la falta de agua y las elevadas marcas térmicas en la segunda quincena de enero cortó el llenado del grano causando el adelanto de las fases de secado y madurez del grano. Estos lotes habían entrado en el punto de marchitez permanente.
El inicio del volteo de la espiga confirma esta situación. En estos casos se estimó una pérdida de al menos 20 quintales por hectárea. «También quedan pendientes las dudas respecto al impacto que podría haber ocasionado sobre los potenciales rendimientos en las zonas núcleo norte y sur (este de Córdoba-sur de Santa Fe-norte de Buenos Aires, y sudoeste de Entre Ríos), la reducida radiación acumulada en prefloración y en la plena floración», indica el informe.
Otra inquietud reside en que las recientes lluvias no fueron suficientes -e incluso nulas- en el noroeste y en el sudoeste de la provincia. Por su parte, el extremo norte, donde la mayor parte del cultivo se sembró tardíamente, se perdieron lotes tempranos. Algunos aportes hídricos mejoraron la situación de los tardíos que siguen en carrera pero precisan más lluvias. En el sudoeste, un 20 por ciento de la superficie sembrada son de cultivos tardíos sufren la escasez hídrica. Los tempranos ya logrados, están muy buenos con sólo algunos lotes dañados por el calor. En el Chaco, mientras tanto, se cosechan lotes tempranos puntuales con menos de 20 quintales por hectárea.
Fuente: La Voz