Aunque la fabricación de biocombustibles tiene beneficios impositivos en el IVA y los Impuestos a las Ganancias, a la Ganancia Mínima Presunta y sobre los combustibles, no todas las variantes de las naftas orgánicas se comenzaron a vender.
A contramano de lo que establece la ley, los surtidores del país no están despachando biodiesel, la versión orgánica que se mezcla con el gasoil. El motivo, el Gobierno no logró resolver cuestiones impositivas vinculadas con este nuevo negocio. De manera que su implementación que estaba prevista para el 1º de enero, hubiese derivado, según confirman empresas del sector, en un aumento de hasta un 5% en los precios de venta del gasoil al público.
Mientras desde el Ejecutivo resuelven cómo lanzar al mercado el diesel cortado sin aumentos, razón por la cual la Secretaría de Energía no fijó el precio del litro, las empresas proveedoras esperan en silencio. Y hacen negocios. Las ventas al exterior de biodiesel alcanzaron el 1,17 millón de toneladas en 2009, un 61% más que en 2008.
Aunque la exportación se presentó como una variante, la industria europea de nafta orgánica amenaza con iniciar acciones contra la Argentina, a la que acusa de subsidiar encubiertamente a sus plantas por el diferencial de retenciones entre el biocombustible (que tributa 20%) y el poroto de soja (que paga 35%).
Fuente: Cronista