Efecto de la sequía y las regulaciones.
“En un contexto de alta regulación y una fuerte sequía, el margen logrado por la industria aceitera no sólo es muy atractivo sino bastante superior a la media histórica y por eso parece que hubo cierto acuerdo entre las empresas del sector sobre la estrategia a seguir”.
La frase es del director de la Consultora Agritrend, Gustavo López, y la dijo mientras mostraba gráficos de la capacidad de pago del complejo oleaginoso en la cosecha 2008/2009 donde surgió que para esta campaña el margen para la industria fue de u$s 28 la toneladas (contra los históricos u$s 10/15) y de u$s 16 la tonelada para la exportación (contra los u$s 2/4 que marcan las series históricas).
López disertó ayer en el Bolsa de Comercio, en el marco del II Ciclo de Seminarios de Actualización Agroeconómica organizado por el Grupo Sema (Servicios y Marketing) con el apoyo de la Bolsa, el Centro de Corredores de Cereales de Rosario, Bayer, Galicia, Fyo, Bunge Fertilizantes y Genoma.
La charla, que colmó el salón circular del Mercurio, fue el tercer encuentro de un ciclo de reuniones bimensuales organizadas por Sema y en la que también disertó el economista Roberto Cachanosky sobre las perspectivas macro para la Argentina.
Al término de su disertación, punto biz habló con el especialista sobre las razones del alto margen logrado por las aceiteras.
¿Cómo se llegaron a esos números?
Es una situación que se dio este año a raíz de un mercado de granos de fuerte escasez, básicamente de la soja con 32 millones de toneladas, que generó una capacidad ociosa en las plantas aceiteras argentinas muy alta ya que oscila el 40%. Antes, cualquier empresa al entrar en una etapa de recesión prefería resignar partes de los márgenes para trata de seguir moliendo y vendiendo. Pero ahora hubo una suerte de acuerdo y entendimiento entre las empresas para decir que no van resignar tanto los márgenes que surgen de la molienda y sí tratar de establecer un régimen pausado de industrialización. Se ve que por estos días, ya avanzado el ciclo, cuando tradicionalmente la exportación no tenía demasiada importancia como compradora, todavía sigue generando operaciones y la industria sigue moliendo, a un menor régimen pero manteniendo actividad.
¿Le sacaron así estacionalidad a la molienda?
Claro. Para no perder márgenes, para amortiguar en alguna medida la ociosidad y para mantenerla en el tiempo. ¿Por qué? ¿Qué hubiera pasado si no lo hacían? Podrían haber molido el 100% en 5 meses y después ir bajándola hasta, tal vez, haberla parado.
¿Qué impacto tiene esto en la comercialización?
El impacto es sobre el precio del productor. Ya que el productor podría haber accedido a un precio más alto a partir de los precios internacionales en función al recupero de las industrias que en definitiva no terminaron pagando. Creo, de todas formas, que no es un margen totalmente puro para las industrias. Creo que también está incluido el alto grado de incertidumbre que tiene la industria, tanto para hacerse de la mercadería (en momentos donde aumenta la retención del productor, y tras una fuerte sequía) como para exportarla, ya que no sabe cuando y cómo le van a entregar las habilitaciones para exportar.
¿Cambia la percepción tradicional que hay del negocio aceitero como de alta facturación y escaso margen?
Así es. En el caso de la industria estuvo fluctuando entre 20 y 25 dólares por tonelada y en la exportación entre 10 y 15 dólares por tonelada, cuando en el caso de materia prima lo normal se podría decir que es entre 2 y 4 dólares por tonelada y en el caso de los derivados los márgenes brutos de industrialización fluctuaron siempre entre 10 y 15 dólares por tonelada.
Habida cuenta que esto se destapó con la baja producción de 2008/2009, ¿una cosecha de soja 2009/2010 que se anuncia como récord con una producción estimada de casi 52 millones de toneladas (60% más que la anterior) les hará cambiar la estrategia a las aceiteras?
Va a volver a la normalidad pero manteniendo altos niveles de márgenes, ahora por una cuestión de oferta creciente. Van a vender a márgenes que defendieron en esta cosecha pero con una menor capacidad ociosa por la llegada de la nueva cosecha. Cambiaron la estrategia comercial.
Evidentemente, en las nuevas pautas de molienda de las industrias van a establecer, por ejemplo, que si antes molían con 29 millones de toneladas y tenían una capacidad ociosa de 40%, si hoy tienen 39/40 millones para moler, la ociosidad va a bajar, pero van a tratar de ir manejando la molienda de forma tal que les permita tener un ingreso relativamente estable a lo largo del año, cuando antes se hacía fuerte en algunos momentos del año por la menor capacidad instalada con lo cual podían moler más tiempo y cuando se les empezaba a acabar la mercadería preferían reasignar un poco pero no parar la fábrica por los costos que implicaba. Pero hoy estos costos ya están asumidos y se está optando más por detener el ritmo de la industrialización para defender el margen.
Por Mariano Galíndez
Gentileza de Punto Biz para Nextfuel Argetina/Biobiesel.com.ar