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El programa de fomento a las inversiones en biodiesel fue lanzado hace tres meses, en un acto encabezado por el gobernador Juan Schiaretti. (Gobierno de Córdoba).
Fue entre 1893 y 1897 cuando el ingeniero alemán Rudolf Diesel hizo funcionar el primer motor del mundo que quemaba aceite vegetal, obtenido del procesamiento de la palma. La cita histórica es simbólica: significa que el gasoil nació como un biocombustible.
Ese dato fue recordado por el ministro de Servicios Públicos de Córdoba, Fabián López, hace tres meses cuando la Provincia lanzó el “Programa de Autoconsumo de Biodiésel 100%”.
Consiste en un programa que ofrece asistencia económica y financiera para productores, consorcios, empresas o municipios que quieran instalar plantas productoras de biodiésel para usar en sus propias flotas de vehículos.
Es la primera acción concreta desarrollada por el Gobierno provincial, luego de que a fines del año pasado la Legislatura aprobara la Ley de Promoción y Desarrollo para la Producción y el Consumo de Biocombustibles y Bioenergía.
En concreto, a través de un fondo de 500 millones de pesos, la Provincia ofrece un subsidio de capital de hasta 15 por ciento (tope de 2,6 millones de pesos) del monto que cuesta una planta, si se compra a empresas proveedoras de Córdoba; y del 10 por ciento (2,5 millones) si es adquirida en otra jurisdicción.
Asimismo, el programa incluye financiamiento a una tasa del 12 por ciento y a 48 meses de plazo, con seis de gracia. Y beneficios impositivos importantes: una exención de cinco años en el Impuesto a los Ingresos Brutos y una reducción del 20 por ciento en el Impuesto Automotor para vehículos de actividad primaria, industrial y transporte, que puede crecer hasta el 50 por ciento para productores que participen en compras y licitaciones públicas.
RESULTADOS
Aunque la iniciativa recién comienza a tener rodaje, ya ha motorizado el interés del sector privado y público: según datos aportados por los ministerios de Agricultura y Ganadería, y de Servicios Públicos, hace 15 días se abrió el registro de interesados en el programa y ya hay 16 interesados en sumarse al plan.
Una decena son productores que pueden agregarle valor a la soja: entre ellos, por ejemplo, la cooperativa de tamberos de Huanchilla que ve en esta idea una oportunidad de achicar los costos logísticos. Pero también hay municipios y cámaras que podrían agregarse: el programa prevé la posibilidad de que puedan asociarse más de una Municipalidad o una empresa, para montar una planta en conjunto, y abastecer del combustible a su propia flota de camiones y maquinarias.
Cabe recordar, por ejemplo, que alrededor del 17 por ciento del consumo total de gasoil en Córdoba es realizado por los productores a través de sus tractores, cosechadoras y demás máquinas. Solo eso significa un volumen anual de más de 200 millones de litros, a lo que hay sumar las flotas de las firmas de transporte de carga, de las que prestan servicios públicos o las compañías de transporte de pasajeros.
“Además de los interesados en construir una planta nueva, hay cinco inscriptos que tienen plantas en existencia: hubo una época en que hubo un boom de las extrusoras y del biodiesel, que después se aplacó, pero las fábricas quedaron. La ley nos da la posibilidad de refuncionalizarlas y formalizarlas”, enfatizó el ministro de Agricultura, Sergio Busso.
El funcionario reveló un dato elocuente: la Empresa Provincial de Energía Córdoba (Epec) es una de las compañías que podría instalar una planta propia para abastecer a su flota. Otro proyecto que se está trabajando, que podría tener alto impacto, es con la Federación Cordobesa del Transporte Automotor de Cargas (Fecotac) que tiene un parque de asociados de alrededor de 8.000 camiones.
Pasar la coyuntura
Según Juan Carlos Giaccone, presidente de la Cámara de Agroalimentos y Bioenergías de Córdoba (Cabiocor), en la provincia hay alrededor de 100 pymes con plantas extrusoras de soja que procesan alrededor de 1,1 millones de toneladas al año. A eso se suman unas dos millones que industrializan las multinacionales Bunge en Tancacha y AGD en General Deheza.
En un principio, cuando fue el boom de los precios de la soja, la idea de estos emprendimientos fue producir biodiesel. Sin embargo, con el paso de los años el negocio se centró en los expellers para abastecer a la ganadería, y el aceite resultante del proceso (por cada seis toneladas de expeller queda una de aceite) se comercializa tanto en el mercado interno como externo.
La Cabiocor tuvo un rol activo en la confección de la ley y del programa de promoción: Giaccone cree que puede ser un buen incentivo para reactivar esta industria en Córdoba, lo que serviría para aumentar el agregado de valor (solo un 20 por ciento de la soja que se produce en la provincia se procesa a nivel local).
El problema, según Giaccone, es una coyuntura que no es atractiva, debido a la fuerte suba que tuvo la soja en el mercado internacional y que impactó en sus derivados. “Históricamente, hubo un importante diferencial entre el gasoil y el biodiesel, a favor de este último. Pero ahora, el gasoil tiene un precio pisado y el aceite de soja retirado en planta está a 920 dólares la tonelada: cuando se transforma en biodiesel, queda un costo de 120 pesos por litro, más caro que el gasoil”, explicó.
Pero aclaró: “No es competitivo hoy, en lo coyuntural no dan los números, pero a la larga es un programa de vanguardia y virtuoso para dinamizar las economías regionales, porque producir más biodiesel significa también más expeller para hacer crecer la lechería y la ganadería de carne”.
Desde la Cámara Empresaria del Autotransporte de Cargas (Cedac) coincidieron. “Para nuestro sector es de mucho interés, cuando el precio vuelva a ser atractivo. De todos modos, hay otro factor que es esencial: el ambiental. En eso no hay punto de comparación, el biodiesel emite 70 por ciento menos gases contaminantes”, subrayó Rolando Pérez, gerente de la Cedac.
Un dato clave es que la inversión necesaria para montar una fábrica de biodiesel pequeña ronda entre 50 mil y 100 mil dólares, menos de lo que cuesta un camión o una maquinaria agrícola, por lo que en términos relativos tienen un bajo costo.
POR FAVIO RÉ
FUENTE: LA VOZ