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Desde el Consejo Agroindustrial Argentino cuestionaron que se achiquen los márgenes de corte con biodiesel y bioetanol, y que el Estado se reserva un alto poder de discrecionalidad.
Foto: La producción de etanol no sólo mejora la matriz energética, sino que agrega valor al maíz (LA VOZ)
Un grupo de entidades que integran el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) emitió un comunicado titulado “Alarma en las cadenas de valor de la soja y del maíz por el proyecto de ley de biocombustibles del Frente de Todos”.
El documento fue rubricado por las asociaciones que agrupan a las cadenas agroindustriales de la soja (Acsoja) y el maíz (Maizar), por la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA), por las Bolsas de Cereales de Córdoba y de Buenos Aires, y de Comercio de Rosario y de Santa Fe; por las Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio), de Bioetanol de Maíz, y de la Industria Aceitera (Ciara); por el Centro de Exportadores de Cereales (CEC); y por Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).
Según estas entidades, “el proyecto pone en estado de alerta a la mayoría de las cámaras del sector y a sus cadenas de valor, tanto por su regresividad en el uso de los combustibles ecológicos como por el alto poder de discrecionalidad que le otorga a la Autoridad de Aplicación”.
La principal crítica a la iniciativa oficialista, que ya obtuvo dictamen favorable de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados, promueve una reducción de la mezcla de biodiesel en gasoil/diesel del 10 por ciento actual hasta el tres por ciento; y del 12 por ciento hasta el nueve por ciento en el caso del bioetanol, ajuste que se aplicaría “exclusivamente y sin razón alguna” a las empresas que lo producen en base a maíz.
“Además de la drástica reducción de la demanda de biocombustibles, factor que provocaría el cierre de empresas y el fin de una de las pocas políticas de Estado que tiene la Argentina, el proyecto habilita a la Secretaría de Energía a manejarse con extrema discrecionalidad y a intervenir en mercados que no son ni deben ser de su incumbencia”, reclamaron desde el CAA.
Desde el punto de vista de las entidades agroindustriales, “es un intento claro y directo de intervención del Estado en las diferentes cadenas de valor, especialmente en la estrategia productiva, la logística y la política comercial de las empresas proveedoras de insumos críticos –como el maíz y el aceite de soja-, constituyendo un impedimento concreto para su normal y eficiente desarrollo”.
En este marco, recordaron que “en los 15 años de vida de la ley de biocombustibles, no solo nunca hubo desabastecimiento de aceite de soja para producir biodiesel, ni de maíz para producir bioetanol, sino que los precios se pactaron libremente entre las partes, acorde a las distintas variables de estos mercados, que se caracterizan por ser abiertos, eficientes, y transparentes”.
“El proyecto de ley presenta numerosos vicios de forma y de fondo, por lo que es necesario prorrogar la actual ley para poder discutir con el tiempo necesario una norma moderna y eficiente que potencie los beneficios ambientales, económicos y sociales de todos los biocombustibles, en un todo de acuerdo con los acuerdos climáticos internacionales firmados y ratificados recientemente por la Argentina”, concluyó el comunicado.
FUENTE: LA VOZ
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