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Lleva meses con la producción paralizada y sus trabajadores suspendidos. Frente a un escenario complejo, la firma ya entró en conversaciones para renovar las suspensiones por un nuevo período.Foto aérea Rosario Bioenergy/Fernando López King
La fabricante de biodiesel, Rosario Bioenergy, se encuentra en la cuerda floja tras estar casi cuatro meses con la producción paralizada y sus operarios suspendidos. Ubicada en el Parque Industrial de Roldán, las puertas de su planta permanecen cerradas y desde hace tiempo solo asisten unas pocas personas por día a realizar tareas mínimas de mantenimiento
El día martes se cumplió el plazo en el que los trabajadores debían volver a sus funciones, pero con una perspectiva poco alentadora para el sector, desde la empresa ya iniciaron conversaciones para renovar las suspensiones por un nuevo período. Esto se da en el marco del Decreto 891/2020 del Gobierno nacional que establece la prohibición de efectuar despidos hasta el 29 de enero del 2021.
“La planta está cerrada porque la industria del biocombustible en general está paralizada. Nosotros ya llevamos cuatro meses sin funcionar, en nuestra empresas algunos trabajadores se fueron porque les salieron mejores oportunidades y no veían que esto se fuera a solucionar rápido. Por suerte tenemos muchos otros que están aguantando con nosotros, pero la situación es muy complicada”, señaló Sebastián Pucciarello, uno de los titulares de la firma.
El empresario contó a Ecos365 que las suspensiones se arreglaron con cada trabajador en particular y sin la intervención del sindicato. En el acuerdo se estableció que los recortes no se hicieran sobre el sueldo de los trabajadores, por lo que ellos siguen percibiendo la totalidad de sus ingresos mensuales. De esta forma, según Pucciarello, lo que se hizo fue cuidar el bolsillo de cada uno para que no pierdan en el día a día.
El caso de Rosario Bioenergy llegó a funcionarios provinciales e industriales que mostraron en privado su preocupación por la continuidad de la empresa. Esto se dio en el marco de una nueva jornada de la 26° Conferencia Industrial de la UIA, Produciendo Argentina, que se realizó en el día de ayer en las instalaciones de la empresa Liliana. Allí se planteó la posibilidad de que la situación de la firma sea tratada a nivel legislativo nacional, con la idea de buscarle una solución a un problema que no solo afecta a la fábrica roldanense en particular, sino a las 18 industrias fabricantes de biocombustibles en Santa Fe.
Del evento participaron el Ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, la vicegobernadora de la provincia de Santa Fe, Alejandra Rodenas, y contó con la participación virtual del gobernador, Omar Perotti. Durante su discurso, el presidente de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe) Victor Sarmiento, afirmó: “Ministro, tenemos un problema muy serio con los biocombustibles. Usted lo sabe, venimos sosteniendo esto, Santa Fe es una de las provincias que más aporta en la producción, tenemos 9 mil puestos de trabajo que dependen del sector y necesitamos políticas de corto, mediano y largo plazo que nos puedan asegurar la continuidad”.
Escenario a futuro
En cuanto a las perspectivas a futuro, Pucciarello señaló que el cambio de gobierno en Estados Unidos podría llegar a traer coletazos positivos en Argentina, al estar el nuevo presidente, Joe Biden, interesado en las cuestiones ambientales y en impulsar la utilización de los biocombustibles. Sin embargo, este impacto no sería inmediato y destacó que con suerte algunos cambios en el sector comenzaría a verse recién en marzo.
“Hay que ver cuántas empresas aguantan hasta ese entonces. En abril también finaliza la ley de biocombustibles y creo que ahí se va a terminar de desarmar esta puja de intereses con respecto a la prórroga de la normativa y esperamos poder llegar a esa fecha con las plantas abiertas, porque si llegamos con plantas cerradas sería pésimo”, consideró Pucciarello.
También agregó que la Secretaría de Energía publicó los cupos para cada empresa, que en su caso son los mismos que venían teniendo antes de paralizar la producción, aunque todavía falta que publiquen los precios. Tras diez meses sin actualizar los valores, desde el sector venían sosteniendo que el precio que había quedado fijado no llegaba a cubrir los costos por lo que las fichas están puestas en que los números actuales recompongan esa pérdida.
Sin embargo, el empresario señaló que lo más probable es que publiquen un precio que no vuelva a cerrar y otra vez las empresas decidan no producir: «Ya venimos en conversaciones con la Secretaría de Energía y ellos tienen programado llegar hasta febrero sin un precio que cierre, con el objetivo de que no impacte en los surtidores ni en el resto de los productos, aunque en realidad lo que hay son intereses en juego para ver quién se queda con el mercado de los biocombustibles”.
por Azul Martinez
FUENTE: ECOS 365