Presentamos una síntesis del trabajo elaborado por la Secretaría de Energía de la Nación sobre la situación de los biocombustibles en el país, que fue incluido en una publicación de la Cámara Argentino Alemana de Industria y Comercio.
Los biocombustibles están de moda, especialmente debido a los esfuerzos hechos por los gobiernos para disminuir su dependencia respecto de los combustibles fósiles y para alcanzar una mayor seguridad energética. Se pueden resaltar diversas ventajas de los biocombustibles cuando se los compara con otras fuentes energéticas.
Por un largo tiempo disfrutamos de bajos precios y alta disponibilidad de petróleo, que nos hizo utilizarlo sin mucho cuidado y con la expectativa de que nunca se acabaría.
Ahora nos damos cuenta de que este comportamiento nos ha llevado a una previsible escasez en energías sustitutas. Actualmente, hay una clara falta de estas fuentes, para cubrir el suministro energético requerido, que nos permita mantener el nivel de crecimiento deseado.
De acuerdo a un estudio del Fondo de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), los países latinoamericanos con el potencial más alto para producir biocombustibles son Brasil, Argentina, Perú, Colombia, Bolivia, Paraguay y Uruguay. Con excepción de Perú, todos ofrecen buenas condiciones para la producción de etanol. Con respecto al biodiesel, Brasil, Argentina, Colombia y Perú tienen la capacidad potencial más alta, debido a sus plantaciones de soja y de palma.
Mercados domésticos de biocombustibles
La actividad de las refinerías de petróleo crudo depende directamente de la demanda doméstica de combustibles. Debido a la evolución de la economía local y de los cambios en la demanda de diferentes combustibles, combinado con el crecimiento del transporte de cargas, el diesel actualmente tiene que ser importado parcialmente.
Todas las destilerías argentinas están trabajando al máximo de su capacidad. Así, la producción de diesel no puede ser incrementada por el momento. Además, como las cuencas petroleras son bastante antiguas, la extracción de petróleo con grandes fracciones de diesel puede disminuir.
En relación con el consumo de combustibles en la Argentina en la segunda mitad del año 2006 y en la primera de 2007, el diesel fue el más consumido, seguido por la nafta, en la cual el consumo bajó recientemente, debido a la conversión de los vehículos al uso al gas natural comprimido (GNC).
El consumo de diesel está básicamente concentrado en 6 provincias argentinas, que participan con el 75% de todo el consumo doméstico. Más aún, sólo 3 provincias, Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, suman más del 60% del consumo total.
Por otro lado, las características del consumo de la nafta son similares a las del diesel. Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos juntas suman alrededor de la mitad del consumo nacional.
Tipos de biocombustibles
Un tipo de biocombustible establecido y en crecimiento es el etanol. Se lo puede mezclar con nafta y la proporción de esta puede variar. Se lo obtiene de la caña de azúcar, y de cereales como el maíz o el sorgo, además de otras biomasas.
En tanto que el biodiesel es un combustible líquido, completamente renovable. Puede ser mezclado en cualquier proporción con el diesel y también es posible usarlo directamente en un 100% en su reemplazo. La industrialización y comercialización del biodiesel están generando un mercado enteramente nuevo en la Argentina. Desde el aspecto técnico el biodiesel es ácido graso metil ester (FAME). Se lo obtiene de mezclar grasas (aceites vegetales o grasas animales) con alcohol (usualmente metanol), en la presencia de un catalizador alcalino primario (hidróxido de sodio). La generación de un litro de biodiesel requiere un litro de aceite y 0,1 litro de alcohol. Esta reacción se denomina transesterificación. El resultado es un litro de biodiesel y 0,1 litro de glicerina.
El biodiesel, ¿puede sustituir al gasoil en el mercado argentino?
Para contestar esta pregunta es necesario calcular el monto de aceite requerido. El aceite de soja producido localmente es la fuente de biodiesel más importante.
Se estima que el volumen de diesel que se consumirá en 2010 sumará alrededor de 14,8 millones de m3. Para reemplazar este monto con B100/biodiesel puro, se necesitarán unos 15,1 millones de m3 de aceite.
Considerando un campo de soja de 2,9 toneladas/ha en el año 2006/2007 en la Argentina, se necesitarían 30 millones de hectáreas de producción de soja. La última cosecha hubo 16,1 millones de hectáreas de tierra cultivable cubierta con soja. Esto refuerza las predicciones que afirman que el biodiesel puede convertirse en un importante complemento del diesel, si bien no puede reemplazarlo totalmente.
El tema del reemplazo relativo lleva al compromiso legal de mezclar de manera obligatoria un 95% del diesel con un 5% de biodiesel. Bajo estas circunstancias solo el 9,35% del total de la tierra cultivable en la Argentina para los años 2006/2007, sería cubierta con las correspondientes semillas de aceite vegetal.
La reducción en la importación de combustibles creará grandes beneficios para el mercado de trabajo local y alternativas atractivas para los productores agrícolas.
Oportunidad para la Argentina
Desde el año 2005 el diesel debe contener más del 2% de biocombustibles, de acuerdo a la Unión Europea. Esta fracción creció en un 0,75% por año desde el 2005 en adelante y se supone que llegará al nivel propuesto de 5,75% para 2010. La regulación también le otorga bastante importancia a las oportunidades de exportación de biodiesel desde la Argentina, ya que hay varios países de la Unión Europea que tienen serias deficiencias en su habilidad para abastecer a sus mercados con este energético (España, Alemania, Gran Bretaña, Polonia).
En cuanto al mercado local, la obligación legal de mezclar diesel con biodiesel en un porcentaje del 5% lleva a un suministro necesario de biodiesel de 600 mil toneladas desde 2010 en adelante. Esto ofrece una oportunidad única para instalar plantas que puedan obtener beneficios impositivos y para evitar escenarios problemáticos de suministro de combustibles en el futuro. Un gran atractivo económico reside en la posibilidad de que la cadena completa de la producción de biodiesel esté en la Argentina.
La Ley 26.093
En abril de 2006 la ley de promoción de la producción y del uso de biocombustibles se hizo pública. El objetivo primario de esta norma fue alentar el desarrollo sustentable y la producción de biocombustibles, lograr la rápida integración de los biocombustibles en nuestro concepto energético existente y reemplazar a los combustibles fósiles en un 5% para 2010. Para implementar esta ley se necesita asegurar la provisión del volumen de biocombustibles requerido. Un reemplazo de combustibles en un 5% en 3 años requiere la rápida creación de plantas de producción con una capacidad de 600 mil toneladas de biodiesel para el diesel y de 200 mil toneladas de etanol para las naftas.
Con el objetivo de asegurar esto, es muy importante que existan productores agrícolas y agentes de negocios dispuestos. Para recibir los subsidios y otros beneficios previstos en esta ley, quienes quieran participar del mercado deben tener derechos de voto dentro los negocios de los productores agrícolas.
El aseguramiento del suministro continuo de biocombustibles con la logística necesaria naturalmente requiere sitios con capacidad y eficiencia acordes.
– Es obligatorio mezclar un porcentaje del 5% de biocombustibles con combustibles fósiles a partir de 2010.
– El mercado requerirá por lo menos 600 mil toneladas de biodiesel y 200 mil toneladas de etanol para ese año.
– La ley ofrece ventajas impositivas y otros incentivos económicos para desarrollar este sector.
Para poder ser beneficiario de los subsidios y otras ventajas previstas por la Ley, se deben cumplir requisitos específicos. Después de cumplir con estos requisitos, en el futuro será necesario asegurar el suministro para lograr cumplir con las siguientes metas:
a) Calidad suficiente asegurada a través del uso de equipos profesionales. Se debe cumplir con estándares de calidad internacionales.
b) Tratamiento razonable de los efluentes.
c) Las plantas deben registrarse en la Secretaría de Energía. También deben cumplir con ciertas normas exigidas a las destilerías y depósitos de combustibles.
Mercado Potencial
– Mercado de exportación: no se requieren precondiciones gubernamentales específicas y el mercado es internacional. Frecuentemente grandes corporaciones son las dueñas de las plantas, y estas cuentan con buen financiamiento y gran capacidad de producción.
– Autoconsumo: los productores agrícolas pueden elaborar biocombustibles y consumirlos. Este consumo está exento de impuestos y en este caso, está prohibida la venta del producto.
– Mercado con incentivos: se necesita cumplir con condiciones públicas específicas. Si la calidad del producto es asegurada, este puede ser comercializable. Este mercado está determinado por cierta perspectiva de demanda mínima. Hay una meta de cumplir con un corte obligatorio con un 5% de biocombustibles en la nafta (etanol) y el gasoil (biodiesel) para el año 2010.
El deseo del Gobierno es que la producción permanezca en manos de pequeños y medianos emprendimientos agrícolas.
La Ley 26.093 crea las bases para el desarrollo de un mercado de suministro energético nuevo y descentralizado. Por otra parte, el programa público de subsidios que establece asegura la venta del 100% de los productos aprobados, como así también su precio.
Fuente: Revista Tecnoil/Nuestro Mar