El fruto de la Jatropha Curcas contiene aceite que puede utilizarse para producir biodiesel.

Un empresario italiano desarrolló el plan de negocios a escala. El proyecto necesita 10 mil hectáreas del Noreste Argentino, para cultivar el arbusto oleaginoso Jatropha Curcas. Buscan asociarse a grupos extranjeros para empezar a plantar entre setiembre y noviembre próximos.
Un ambicioso proyecto para producir casi 50 mil toneladas anuales de aceite vegetal y biodiesel, a partir de la explotación del arbusto oleaginoso Jatropha Curcas, avanza en la Argentina y podría llegar a ocupar 10 mil hectáreas en el noreste del país.

Así lo aseguró el empresario italiano Francesco Signorelli, quien desarrolló un plan de negocios a escala que apunta a asociarse con grupos extranjeros para adquirir hasta un total de 10 mil hectáreas en el NEA, a un precio promedio de 300/400 dólares cada una.

Signorelli, abogado especialista en el área contractual, explicó que uno de los problemas para poder implantar el biodiesel como combustible a gran escala es la necesidad de disponer de una gran superficie de cultivos destinados a obtenerlo.

Dijo, en la misma línea, que uno de los cultivos que podría desarrollar en esas condiciones se encuentra en las provincias de Corrientes, Chaco, Tucumán, Entre Ríos y Misiones: se trata del arbusto Jatropha Curcas, de origen indio.

Según el proyecto de Signorelli, mil hectáreas serían destinadas a viveros para la obtención de plantines, pero la decisión debería tomarse en las próximas semanas de julio, ya que la siembra se realiza entre septiembre y noviembre con 30 a 40 días previos de preparación.

El especialista se encuentra respaldado por expertos de la Universidad Nacional de la Plata, técnicos e ingenieros agrónomos que han recorrido el país en búsqueda de las mejores regiones durante numerosas pruebas.

Sirgorelli explicó a Noticias Argentinas que en 2012 «la mayoría de las centrales térmicas de la Unión Europea (UE) intentarán utilizar aceite vegetal (biodiesel) para producir energía limpia».

Por lo tanto, la demanda de aceite jatropha crecerá exponencialmente y en este sentido, se encuentra interesado en invertir como «partnership», en el proyecto de Signorelli, un grupo italiano que necesita exportar aceite vegetal para abastecer a sus propias centrales térmicas.

El otro posible socio en el negocio es una multinacional europea respaldada por una entidad bancaria de la Unión Europea.

Signorelli ya comprobó en forma intensiva el éxito del cultivo y la obtención del aceite vegetal y posteriormente el biodiesel.

Ahora llegó el momento de expandirse; «el valor de cada planta oscila en 1,3 dólares, por lo tanto para 10 mil hectáreas habría una inversión de 26 millones de dólares para sembrar unas 20 millones de plantas», agregó.

Como objetivo final a los tres años, esas plantas producen cada una hasta cinco kilos de semillas, lo que deriva entre 2,10 a 2,50 kilos de aceite por planta anualmente.

La vida de la Jatropha es superior a los 40 y 50 años (es un arbusto perenne que no hay que replantar) y produce aceite casi cuatro veces más que la soja y además -a diferencia del aceite de palma, utilizado para el biodiesel-, no necesita de buenos  terrenos para prosperar.

El resultado de la molienda para producir aceite es una torta destinada para el uso como fertilizante orgánico con altos  índices de nitrógeno y desintoxicada, que puede servir de  alimento balanceado animal.

La Argentina podría liderar una corriente, ya que hasta el momento son escasos los países que cultivan la jatropha, que en el NEA no necesitaría de tecnología de riego por el apropiado régimen de lluvias, concluyó Signorelli.

Fuente: Dinero