En ejecución desde hace un año y medio en el departamento de Los Robles, a 60 kilómetros de la capital provincial, se trata de la primera experiencia en el país en el que se vincula el proceso de desertificación con el cambio climático. Cuenta con el financiamiento del gobierno de Italia.
CAPITAL FEDERAL, Marzo 15 ( Por Alejandro San Martin, CAMPONOVA) En una experiencia inédita en el país, por la colaboración del gobierno italiano, sólo compartida con una similar que se desarrolla en China, el proyecto de reforestación de algarrobo blanco en tres mil hectáreas del departamento de Los Robles, a 60 kilómetros de la ciudad de Santiago del Estero, es el primero en el que se vincula un proceso de desertificación –perdida de capacidad productiva de la tierra- con el cambio climático.

El objetivo específico del proyecto es el de mitigar el cambio climático al reducir la cantidad de dióxido de carbono atmosférico por la absorción a través de los árboles; combatir la desertificación por la recuperación de los suelos degradados, reduciendo la salinidad y mejorando la fertilidad; proteger la biodiversidad al utilizar especies nativas; crear oportunidades de empleo e incrementar la conciencia ambiental.

“Los resultados que esperamos a lo largo de los cinco años de implementación y luego veinte a partir del período de crédito tomado de bonos de carbono, es incrementar el valor de las tierras a través de su rehabilitación, promover la inversión con un uso racional, aumentar la superficie forestada que genere activos económicos y crear empleo directo e indirecto”, señaló Juan Luis Mérega, Director Ejecutivo de la Fundación del Sur.

Para su concreción, el gobierno de Italia aportó una suma cercana al millón y medio de dólares de los dos que cuesta el proyecto, pero además, la península asiste técnicamente en la elaboración de la documentación del Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), herramienta del Protocolo de Kyoto.

La provincia de Santiago del Estero, inmersa en la región del Gran Chaco Americano, sufre un fuerte proceso de deterioro del suelo como consecuencia del sobrepastoreo y la deforestación -nueve millones de hectáreas arrasadas desde el inicio del siglo XX- y un generalizado proceso de salinización de las aguas.

El proyecto tiene su centro en la Colonia Simbolar del mencionado departamento Los Robles, donde se tenía la intención, hace un poco mas de cuarenta años, de desarrollar un polo de producción hortícola y agrícola pero que a causa de esos procesos de degradación de los suelos, se vio impedido de seguir avanzando.

Entre las situaciones convergentes que dieron origen al proyecto, se encuentra la decisión de los gobiernos argentino e italiano y de la secretaría de Lucha contra la Desertificación de implementar en conjunto un plan que ponga en el terreno los efectos de colaboración entre las tres convenciones ambientales que vieron la luz tras la Cumbre de la Tierra de Rio de Janeiro de 1992: Cambio Climático, Biodiversidad y Desertificación.

Otro elemento central fue la necesidad de generar efectos prácticos y concretos, además de experiencias de desarrollo ambiental sustentable en la provincia, por lo que las características del lugar en cuanto al deterioro de los suelos ofrecieron el campo fértil para su desarrollo.

Los promotores del proyecto, la Fundación del Sur y el Grupo Ambiental para el Desarrollo de Santiago del Estero (GADE), vieron la posibilidad de plasmar la idea a través de los denominados Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL), una herramienta que proporciona el Protocolo de Kyoto que busca ayudar a los países incluidos en el anexo 1 a dar cumplimiento a sus compromisos de limitación y reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.

“Tenemos un proyecto que busca explorar sinergias entre la Convención de Lucha contra la Desertificación., la Convención de Biodiversidad y la Convención de Cambio Climático, promoviendo el desarrollo sustentable y generando esto que llamamos Grupos Ambientales Juveniles”, afirmó Mérega.

Participaron del proyecto los gobiernos de Argentina e Italia, en base a los acuerdos firmados en 2004 durante la Conferencia de las Partes de la Convención de Cambio Climático, que se desarrolló en Buenos Aires; las dos asociaciones promotoras; el gobierno provincial; el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA); la Universidad Católica de Santiago del Estero y la Universidad de La Tuscia, de Italia.

Fuente: http://www.camponova.com/