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El experto Plinio Nastari aseguró que esta alternativa brinda más estabilidad a los precios.Foto: El experto Plinio Nastari es doctor en Economía Agrícola.
“La expansión de los biocombustibles puede proporcionar una ruta sensata de diversificación para muchas economías azucareras, brindando más estabilidad a los precios del azúcar, reduciendo la dependencia energética y proporcionando longevidad y sostenibilidad para el uso de combustibles tradicionales en combinación con los biocombustibles”. La afirmación pertenece a Plinio Nastari, doctor en Economía Agrícola (Universidad de Iowa) y consultor del Concejo Nacional de Politicas Energéticas de Brasil, quien disertará en Tucumán el lunes 2 de septiembre durante la apertura del XXX Congreso de la Sociedad Internacional de Tecnólogos de la Caña de Azúcar.
El encuentro, que se desarrollará en la sede de la Sociedad Rural de Tucumán (SRT), es organizado por la Issct (International Society of Sugar Cane Technologists), una organización mundial que desde hace casi un siglo nuclea a científicos, técnicos, empresarios azucareros, instituciones y empresas involucradas con cuestiones vinculadas al sector sucroenergético.
Antes de su arribo a la provincia, Nastari señaló que el etanol es un componente de mezcla eficiente para el combustible ya que proporciona un alto índice de octanaje y permite sustituir componentes aromáticos que se consideran un riesgo para la salud y el medio ambiente. “No cabe duda de que el futuro de la movilidad dependerá cada vez más de motorizaciones más eficientes y, en la medida de lo posible, con emisiones de carbono reducidas. Una de las formas de reducir el consumo de energía utilizada en el transporte es la introducción de la electrificación, pero esta no es la única forma. Todavía hay grandes oportunidades para reducir el consumo de energía, medido en MJ por km, con la optimización de los motores de combustión interna (ICE), así como con la introducción de soluciones intermedias, como los vehículos híbridos, que también se consideran eléctricos”, señaló el experto.
En este sentido, Nastari agregó: “debido a que el etanol de biomasa tiene una huella de carbono muy limpia, las motorizaciones que usan etanol, a través de ICE, vehículos híbridos o de celdas de combustible pueden proporcionar una solución accesible para permitir tanto bajo consumo de energía, en MJ por km, como bajas emisiones de GEI, en gramos de CO2 equivalente por kilómetro”.
Asimismo, aseguró que la producción de biocombustibles es replicable y escalable, y puede proporcionar una respuesta rápida para la implementación de estrategias destinadas a contribuir a alcanzar escenarios de impacto limitado del calentamiento global de las emisiones de gases de efecto invernadero.
“La Agencia Internacional de Energía (AIE) y la Agencia Internacional de Energía Renovable (Irena) han pedido objetivos ambiciosos para la expansión de los biocombustibles producidos de manera sostenible, hasta 2030 y 2050. Estamos entrando en la era del hidrógeno, no el hidrógeno producido, almacenado y distribuido en costosos tanques de titanio de alta presión y alto riesgo, sino el hidrógeno contenido en biocombustibles como etanol, biodiesel y biometano”, manifestó el experto.
FUENTE: LA GACETA