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Foto: La planta de la firma Viluco, en Frías Crédito: Viluco
Después de haber discontinuado sus operaciones de acopio, crushing y alimentos balanceados, Viluco, la empresa agroindustrial del Grupo Lucci, decidió cerrar su planta de biodiésel ubicada en Frías, Santiago del Estero.
A principios de mes, la compañía había presentado un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) para concretar 117 despidos de las operaciones de acopio, molienda y alimentos balanceados. En cambio, comunicó que se quedaba con 83 abocados a la elaboración de biodiésel. Así dejaba de procesar la soja en la planta para comprar directamente la materia prima del biodiésel, que es el aceite de soja.
La empresa venía produciendo biodiésel gracias a un amparo judicial que le permitía producir 108.000 toneladas por año. La firma había presentado un amparo luego de que la Secretaría de Energía le redujera el cupo de provisión al mercado interno. En los primeros meses del año ya tuvo unas 9000 toneladas asignadas.
Sin embargo, según señalaron en la empresa, por el último cambio de fórmula para el precio del biodiésel, realizado hace unas semanas, no pueden cubrir las gastos fijos de la operación. De acuerdo a fuentes del mercado, el precio para el biodiésel, que se usa en la mezcla con el gasoil, se redujo un 6 por ciento.
«El negocio principal de la empresa ha sido la producción de biodiésel para el corte obligatorio en el mercado interno. Producto de la falta de reglamentación clara desde los inicios del régimen de promoción, esta operación ha sido permanentemente perjudicada por mala categorización, incorrecta asignación de cupo y precio insuficiente. En defensa de la operación, a requerimiento de la empresa, la Justicia otorgó recientemente una medida cautelar, estabilizando el volumen. Sin embargo, y como es de público conocimiento, recientemente y de forma arbitraria el Poder Ejecutivo, alteró la mecánica de determinación de precio de venta de biodiésel, generando la inviabilidad de esta operación y de prácticamente, toda la actividad en su conjunto», dijo la compañía en un comunicado.
La empresa dio por fracasadas las negociaciones en el marco del PPC y alertó por diversos factores que también alteraron la molienda de soja en su establecimiento.
Entre otros, mencionó el «incremento de los costos logísticos», «paritarias salariales únicas para todo el país que no tienen en cuenta las desventajas regionales», la «guerra comercial entre EE.UU y China que terminó incrementando la exportación de grano de soja y atentando contra el margen de molienda de la industria argentina y la agregación de valor en origen» y la «quita del diferencial arancelario del 3% que tenían los subproductos de la industria de la molienda», además de las nuevas retenciones de $4 por dólar exportado.
Además de la producción de biodiésel, en Frías la empresa tenía una capacidad para moler hasta 1.000.000 toneladas por año y producir hasta 350.000 toneladas por año de alimentos balanceados.
FUENTE: LA NACION